MÉXICO: Respaldo al impuesto a bebidas azucaradas y carbonatadas
El Nuevo Día – Sharon Minelli Pérez
El propuesto arbitrio nutriría el Fondo para la Inversión en la Niñez Temprana
El propuesto arbitrio a las bebidas azucaradas y carbonatadas recibió apoyo este sábado del presidente de Panamerican Grain, José González Freyre, y de la nutricionista Vilma Calderón, durante la vista pública para examinar el proyecto de la Cámara 1844 a esos fines.
El impuesto nutriría el Fondo para la Inversión en la Niñez Temprana, como plantea la autora del proyecto, la representante Luisa ‘Piti’ Gándara.
En vez de ver la contribución especial como nociva para su negocio de manufactura de alimentos, González Freyre aseguró que se convertiría en una oportunidad para las empresas locales.
“Ayudaría a la industria porque no todos los fabricantes de bebidas azucaradas van a hacer los cambios que aplicarían bajo esta ley. Al otro día de aprobado este arbitrio, hago productos con menos contenido de azúcar porque tenemos la flexibilidad en la producción. Eso nos da una ventaja sobre la competencia,” dijo.
El empresario indicó que en la actualidad no hacen productos con menos azúcar porque son más costosos, pero el impuesto cambiaría el escenario.
“Funcionaría como un incentivo a la producción local. Sustituiríamos un producto por otro porque podemos cambiar las fórmulas. La ventaja que tiene este arbitrio es que se pone al producto final ya terminado no en la manufactura”, indicó.
Advirtió que el alto contenido de azúcar no se limita a los refrescos.
“Los cereales azucarados tienen un 300% más azúcar que una bebida carbonatada promedio. Estos productos son mercadeados directamente a los niños. Dejarlos que sigan explotando a los niños es injusto,” dijo González Freyre, quien recomendó extender el arbitrio a esos productos.
Además, recomendó que se excluya del impuesto a todo producto que en ocho onzas contenga menos de 18 gramos de azúcar y 15 miligramos de sodio. También instó a eximir de la contribución a aquellos productos sin preservativos ni sabores artificiales.
Por su parte, Calderón indicó que el impuesto se debe aplicar no sólo a las bebidas carbonatadas regulares, sino también a las de dieta, porque ambas se asocian a obesidad infantil, diabetes, males cardiacos y trastornos mentales, como depresión y agresividad.
La licenciada en nutrición instó a que se considere un acto de maltrato por negligencia la práctica de dar bebidas carbonatadas a los menores.
“Nos indigna y nos escandaliza que padres cometan el grave error de enseñarle a sus hijos(as) a fumar, como ocurrió con el triste caso del pequeño niño en Indonesia a los dos años adicto a fumar 40 cigarrillos diarios. Sin embargo, aceptamos felices el comprarle y darles de tomar bebidas totalmente perjudiciales a su salud, que producen, según algunos estudios, efectos comparables con el daño de los cigarrillos”, expuso Calderón en su ponencia ante la Comisión de Bienestar Social y para la Erradicación de la Pobreza, que preside la representante Gándara.
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