Balance fiscal devengado y percibido
10 febrero 2014, Santo Domingo, República Dominicana
HAIVANJOE NG CORTIÑAS
Todos los años, ya sea al inicio o al final el balance fiscal resultante o proyectado es un tema de relevada importancia pública para los agentes económicos, los profesionales vinculados al área, los políticos y para los hacedores de políticas públicas.
Para unos y otros les interesa saber cómo el gobierno proyecta manejarse en el año, por eso al momento de la elaboración y aprobación del presupuesto el interés por tener conocimiento de la magnitud del balance fiscal estimado, así como la determinación de su financiamiento y sus fuentes.
De igual forma, al principio de año los interesados esperan el resultado fiscal del año anterior para valorar el nivel de credibilidad de las políticas públicas en cuanto al nivel de cumplimiento de la ejecución presupuestaria dominicana.
La determinación del balance fiscal en términos jurídicos está a cargo del ministerio de hacienda, a través de la Dirección General de Contabilidad, que lleva el registro contable de los gastos e ingresos públicos, mismos que son revelados periódicamente para fines informativos y de transparencia, de conformidad con la Ley 126-01, que crea la referida Dirección, y auxiliado por la Ley 5-07, que establece el Sistema Integrado de Administración Financiera.
El balance fiscal, resultado de la diferencia contable entre el ingreso y gasto público en un periodo determinado; por el lado del gasto, su registro es realizado por el método del devengado, el cual provee el mecanismo para asentar la operación cuando se genera; y por el lado del ingreso, se realiza mediante el método de lo percibido, al producirse el asiento contable cuando realmente lo reciben los organismos recaudadores del Estado.
Al darse a conocer todos los años los resultados del gasto e ingreso fiscal, nos encontramos frente a una información híbrida, en la que el gasto es presentado por un método y el ingreso por otro; y si bien es cierto que se disponen de procedimientos para hacer la conversión de uno a otro, la publicación del balance fiscal no se realiza considerándola.
La presentación del gasto a través del método del devengado de alguna manera lo infla, no con propósitos distorsionantes; sino por la naturaleza del método, en cuanto a que el gasto se genera en el momento del compromiso y no cuando se paga, expresando de esa forma un monto no realmente erogado o pagado en efectivo, por lo que su magnitud seria menor.
En cambio, el ingreso público se realiza por el método de lo percibido, porque su asiento ocurre en el momento que se recibe efectivamente, esto es, cuando los contribuyentes han pagado sus impuestos, o el gobierno ha recibido otros ingresos originados por otras fuentes.
Como uno de los propósitos de la contabilidad es crear sistemas de informacion que se correspondan con la realidad, preparar un balance fiscal por parte de los analistas utilizando una información proveniente de la utilización de métodos distintos, uno para el gasto y otro para el ingreso, de alguna manera distorsiona la realidad y por lo tanto ese balance no ofrece un resultado representativo.
En el caso particular de la medición del balance fiscal del 2013; así como de los años anteriores, muy probablemente el resultado del indicador estaría sobrevalorado, pues en el caso hipotético que el gasto público se presente por el método de lo percibido su valor sería más bajo y al restarselo al ingreso público, el balance resultaría menor.
De manera que si se aplicase en forma homogénea el método de lo percibido al gasto y al ingreso el monto de déficit fiscal del 2013 como porcentaje del PIB sería menor, habida cuenta que los ingresos seguirían siendo los mismos y los gastos disminuirían en términos contables, lo propio le resultaría al balance fiscal si se aplica el método de lo devengado a ambas variables.
Naturalmente, la anterior consideración seria valida también para todos los años fiscales donde su balance se ha calculado sobre la base de métodos diferentes para la presentación del estado financiero de la nación.
De calcularse el balance fiscal considerando un mismo método para el registro de la contabilidad de los gastos e ingresos, probablemente surgirían nuevas pautas para el diseño de políticas públicas vinculadas a la elaboración y ejecución presupuestaria de la República Dominicana.
El autor es economista
Para revisar la pagina de origen haga click aquí
Para unos y otros les interesa saber cómo el gobierno proyecta manejarse en el año, por eso al momento de la elaboración y aprobación del presupuesto el interés por tener conocimiento de la magnitud del balance fiscal estimado, así como la determinación de su financiamiento y sus fuentes.
De igual forma, al principio de año los interesados esperan el resultado fiscal del año anterior para valorar el nivel de credibilidad de las políticas públicas en cuanto al nivel de cumplimiento de la ejecución presupuestaria dominicana.
La determinación del balance fiscal en términos jurídicos está a cargo del ministerio de hacienda, a través de la Dirección General de Contabilidad, que lleva el registro contable de los gastos e ingresos públicos, mismos que son revelados periódicamente para fines informativos y de transparencia, de conformidad con la Ley 126-01, que crea la referida Dirección, y auxiliado por la Ley 5-07, que establece el Sistema Integrado de Administración Financiera.
El balance fiscal, resultado de la diferencia contable entre el ingreso y gasto público en un periodo determinado; por el lado del gasto, su registro es realizado por el método del devengado, el cual provee el mecanismo para asentar la operación cuando se genera; y por el lado del ingreso, se realiza mediante el método de lo percibido, al producirse el asiento contable cuando realmente lo reciben los organismos recaudadores del Estado.
Al darse a conocer todos los años los resultados del gasto e ingreso fiscal, nos encontramos frente a una información híbrida, en la que el gasto es presentado por un método y el ingreso por otro; y si bien es cierto que se disponen de procedimientos para hacer la conversión de uno a otro, la publicación del balance fiscal no se realiza considerándola.
La presentación del gasto a través del método del devengado de alguna manera lo infla, no con propósitos distorsionantes; sino por la naturaleza del método, en cuanto a que el gasto se genera en el momento del compromiso y no cuando se paga, expresando de esa forma un monto no realmente erogado o pagado en efectivo, por lo que su magnitud seria menor.
En cambio, el ingreso público se realiza por el método de lo percibido, porque su asiento ocurre en el momento que se recibe efectivamente, esto es, cuando los contribuyentes han pagado sus impuestos, o el gobierno ha recibido otros ingresos originados por otras fuentes.
Como uno de los propósitos de la contabilidad es crear sistemas de informacion que se correspondan con la realidad, preparar un balance fiscal por parte de los analistas utilizando una información proveniente de la utilización de métodos distintos, uno para el gasto y otro para el ingreso, de alguna manera distorsiona la realidad y por lo tanto ese balance no ofrece un resultado representativo.
En el caso particular de la medición del balance fiscal del 2013; así como de los años anteriores, muy probablemente el resultado del indicador estaría sobrevalorado, pues en el caso hipotético que el gasto público se presente por el método de lo percibido su valor sería más bajo y al restarselo al ingreso público, el balance resultaría menor.
De manera que si se aplicase en forma homogénea el método de lo percibido al gasto y al ingreso el monto de déficit fiscal del 2013 como porcentaje del PIB sería menor, habida cuenta que los ingresos seguirían siendo los mismos y los gastos disminuirían en términos contables, lo propio le resultaría al balance fiscal si se aplica el método de lo devengado a ambas variables.
Naturalmente, la anterior consideración seria valida también para todos los años fiscales donde su balance se ha calculado sobre la base de métodos diferentes para la presentación del estado financiero de la nación.
De calcularse el balance fiscal considerando un mismo método para el registro de la contabilidad de los gastos e ingresos, probablemente surgirían nuevas pautas para el diseño de políticas públicas vinculadas a la elaboración y ejecución presupuestaria de la República Dominicana.
El autor es economista
Para revisar la pagina de origen haga click aquí
Deja una respuesta