Economía, rol del Estado y de las transnacionales. EL PLAN NACIONAL DE DESARROLLO NO ES NACIONALISTA NI ANTINEOLIBERAL
Lorgio Orellana* Leyendo el Plan Nacional de Desarrollo (PND)[i] del Gobierno, se puede afirmar que en los próximos cinco años, en el país predominará la actividad primario-exportadora subordinada al capital transnacional. Mientras que la “nacionalización” del Gobierno implica que más del 90% de la propiedad efectiva sobre los hidrocarburos siga bajo el control de las multinacionales[ii], en el sector minero el Estado sólo recuperará las concesiones mineras donde no se hayan realizado inversiones[iii]; es decir, donde no operan las transnacionales mineras, que hoy dominan el sector. En los hechos, el Gobierno pretende incrementar la inversión extranjera directa neta (es decir la presencia de las transnacionales en Bolivia) desde el 0,8% del Producto Interno Bruto (PIB) en el año 2006 hasta el 8,6% del PIB en el año 2011[iv]. Gas y minería Las exportaciones de gas como materia prima aumentarán de 984 millones de dólares en 2005 a 2.421 millones en 2011; mientras que las exportaciones de minerales pasarán de 540 millones de dólares en 2005 a 1.687 millones de dólares en 2011. Estas cifras, comparadas con “los grandes proyectos para incrementar las exportaciones no tradicionales” hasta el 2011, son muy superiores: mientras que la venta de energía eléctrica al exterior apenas alcanzará a 248 millones de dólares el 2011, la producción de abonos y fertilizantes provenientes del proyecto de una petroquímica sólo llegaría a 70 millones de dólares anuales el 2011[v]. Si se considera la desproporcionada relación entre las exportaciones de gas y minerales en comparación con los pequeños volúmenes estimados en materia de derivados industriales de hidrocarburos para el año 2001, se puede concluir que lo fundamental del crecimiento de la economía boliviana se sustentaría en el aumento de la producción y exportación de materias primas durante los próximos años; es decir, en la profundización del patrón de acumulación primario-exportador. La variante de esta tendencia dominante, sería la constitución de pequeños enclaves industriales, gobernados por las empresas transnacionales, que no cambiarán sustancialmente la condición actual de productores y exportadores de materias primas. Inversión pública ¿para qué? Aunque el Gobierno se ha propuesto aumentar la inversión pública a un 11,9% del PIB para el año 2010[vi]; apenas el 12,8% de este total programado sería invertido en el “sector estratégico”; es decir, en la industrialización de materias primas. Según estimaciones oficiales, entre 2007 y 2015 se invertirán 25 mil millones de dólares en el sector de hidrocarburos[vii]. Si se considera el bajo nivel de inversión estatal planificado en el sector, todo hace pensar que el incremento de la inversión extranjera directa[viii] y el endeudamiento del Estado[ix] serán los mecanismos por medio de los cuales se aumentará la producción de materias primas en este sector, fomentándose incipientes procesos de industrialización. El grueso de la inversión pública, el 38,9% del total programado, será para infraestructura, las prefecturas y gobiernos municipales[x]; en otras palabras, no será reinvertido en proceso industrializador alguno. 15,6% de la inversión pública servirá para fomentar la producción de los segmentos inferiores de la matriz productiva, básicamente la pequeña producción. Si el grueso del excedente detentado por el Estado servirá básicamente para programas municipales, infraestructura, gastos corrientes en salud y educación, y fomento a la pequeña producción; mientras que apenas poco más de una décima parte se reinvertirá en la industrialización del sector primario, se puede decir que un proceso de industrialización de los recursos naturales será inviable, sobre todo considerando la elevadísima capacidad tecnológica requerida para la explotación de materias primas en sectores como el minero y el hidrocarburífero. ¿Gobierno antineoliberal? Los ejes centrales de la política económica a ser implementada por el PND, preservan el neoliberalismo. Los datos arriba mencionados indican que la actividad hidrocarburífera y minera serán básicamente financiados por la inversión extranjera y por créditos externos. Pese a la ampliación de la participación del Estado en ciertos sectores (refinerías, comercialización de hidrocarburos), la propiedad sobre los medios fundamentales de la producción en Bolivia no será predominantemente estatal, sino del capital privado y transnacional. Los instrumentos de la política económica continuarán orientándose a la restricción de la demanda agregada (capacidad de consumo de la población) y al fomento a las exportaciones. Esto demuestran las siguientes medidas: la búsqueda de una inflación baja y con una mínima fluctuación de precios, para mantener la “competitividad del sector externo”[xi]; el mantenimiento de la independencia del Banco Central[xii], que define una política monetaria restrictiva “acorde con las proyecciones de demanda de dinero y el objetivo de estabilidad de precios”[xiii]; el mantenimiento de la Superintendencia de Bancos que promueve y regula la búsqueda de ganancias para el sector financiero; el mantenimiento de una política cambiaria que beneficia al sector exportador y contribuye a la depresión de la capacidad adquisitiva del salario. Si a ello se suman los irrisorios incrementos salariales otorgados por la actual administración, es factible decir que el Gobierno preserva el neoliberalismo. Eso muestra el Plan Nacional de Desarrollo. En el terreno práctico, el Gobierno se presenta como el garante del mantenimiento de la sobreexplotación de la fuerza de trabajo —un elemento que preserva la “estabilidad macroeconómica”— y, en perspectiva, como gerente de las instituciones estatales que promoverán los intereses de la oligarquía en el largo plazo (la “competitividad del sector externo”). * Lorgio Orellana es investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA). [i]Ministerio de Planificación del Desarrollo 2006 Plan Nacional de Desarrollo 2006 -2010 (La Paz, MPD) [ii] Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario 2006 Legitimando el orden neoliberal (La Paz, CEDLA) [iii] Ministerio de Planificación del Desarrollo 2006 Plan Nacional de Desarrollo 2006 -2010 (La Paz, MPD) P. 106[iv] Ibid. P. 214 [v] Ibid. P. 214 [vi] Ibid. P. 221 [vii] Ibid. P. 103 [viii]Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario 2006 Legitimando el orden neoliberal(La Paz, CEDLA) P. 214[ix]Ibid. P. 221 [x] Ministerio de Planificación del Desarrollo 2006 Plan Nacional de Desarrollo 2006 -2010 (La Paz, MPD) P. 222 [xi] Ibid. P. 213 [xii] Ibid. P. 207 [xiii] Ibid. P. 214
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