La Prensa • La economía rindió cuentas con una inflación que escala a 5,3%
Manejable: El ministro de Economía, Luis Arce, descartó “ajustes fuertes” para controlar el sostenido crecimiento de precios.
Con una inflación que escala a 5,32 por ciento en 11 meses y con perspectivas de superar el 5,5 por ciento al finalizar el año, el Ministerio de Economía presentó ayer su rendición de cuentas a representantes de organizaciones sociales.
El titular de este despacho, Luis Arce, acompañado de autoridades de las instituciones recaudadoras, fiscalizadoras y rectoras de la economía, informó por primera vez los resultados obtenidos en 11 meses de gestión.
El índice inflacionario de noviembre de 1,11 por ciento, con lo que el nivel acumulado sube a 5,32 por ciento, asomó sin invitación en el auditorio del Banco Central de Bolivia (BCB), donde un Arce sonriente descartó la adopción de “ajustes fuertes”.
El dato acumulado superó las previsiones de una inflación anual de 4,5 por ciento, estimada a principios de año por el gabinete económico.
Líderes indígenas y dirigentes sindicales escucharon las explicaciones técnicas que fueron matizadas por ejemplos simples del Ministro al momento de explicar el crecimiento económico.
Si el año pasado se cosecharon 100 papas y este año éstas subieron a 104, eso representa un crecimiento del 4 por ciento, dijo Arce para representar el ascenso del Producto Interno Bruto (PIB).
Con menciones frecuentes a “los neoliberales del pasado” para enseñar los avances y contrastes, el jefe del equipo económico expresó su confianza en obtener un superávit de 2,8 por ciento hasta fin de año, siguiendo la tendencia de los últimos cinco años.
El cambio de filosofía de un modelo de apertura económica de los gobiernos de derecha, frente al esquema de redistribución del ingreso, fue traducido con un ejemplo de película. Es como la cinta mexicana de “Chucho el Roto” que quitaba a los ricos para dárselo a los pobres, dijo para luego describir la Renta Dignidad, el Bono Juancito Pinto y el Bono Juana Azurduy de Padilla. Las cifras sumadas por miles y millones siguieron como respaldo a sus afirmaciones.
Un total de 820.000 beneficiarios de la Renta Dignidad, 1,7 millones de escolares favorecidos por el Bono Juancito Pinto, y 380.000 madres y niños incluidos en el programa de atención en salud materno infantil resumieron la política social del Gobierno nacional.
Los resultados
Un 28,4 por ciento de la población boliviana se benefició en 2010 con las políticas sociales a través de la Renta Dignidad, y los bonos Juancito Pinto y Juana Azurduy de Padilla.
Un total de 2,9 millones de bolivianos obtuvieron alguna asistencia gubernamental como efecto de la mejora de ingresos por la nacionalización de los hidrocarburos.
El desempleo abierto urbano, según el Gobierno, se mantiene en 6,83 por ciento y contrasta con el 9,29 por ciento del año 2004. El ministro Luis Arce cuestiona el 11 por ciento difundido por el CEDLA.
El salario mínimo nacional de 679,5 bolivianos marcó un ascenso sostenido desde 2005 cuando se mantenía en 240 bolivianos.
La inversión pública subió de 629 millones de dólares en 2005 a 2.179 millones de dólares en 2010, con un promedio de 1.169 millones de dólares entre 2006 y 2009.
Cifras del cambio
Entre 2002 y 2005, el Tesoro General de la Nación transfirió recursos a gobernaciones departamentales, municipios y universidades por 18.729 millones de bolivianos.
Entre 2006 y 2009, el promedio de transferencias a estas instituciones subió a 46.756 millones de bolivianos y, según el ministro Luis Arce, este ascenso obedece al crecimiento de los ingresos fiscales.
Un total de 401.792 empleos fueron creados por pequeños empresarios y productores como efecto de los créditos otorgados por el Banco de Desarrollo Productivo que alcanzan a 179 millones de dólares.
Por quinto año se registra un superávit fiscal. Entre 1985 y 2005 hubo un promedio de déficit de -5,0 por ciento, mientras que entre 2006 y 2009, el promedio del superávit es de 2,4 por ciento.
Los créditos otorgados por la banca subieron de 3.313 millones de dólares en 2005 a 6.253 millones de dólares en 2010.
El dinero debe llegar a los ayllus
Atento y tomando nota, el dirigente de las comunidades de la provincia Tapacarí del departamento de Cochabamba, Carmelo Larico, concluyó que el dinero recaudado por el Estado debe llegar a los ayllus más alejados.
La necesidad es muy grande en las comunidades, mucho más que en las ciudades, razonó en medio de las explicaciones técnicas de los funcionarios del Ministerio de Economía.
La información del Gobierno a los sectores sociales debe brindarse dos veces al año, sugirió el representante de la comunidad Soras Aransaya.
Nuestras propuestas son escuchadas
El mallku del Consejo del Suyo Jach’a Carangas, del departamento de Oruro, Benito Huanca, siente que la vida en su comunidad ha cambiado porque, a diferencia de otros años, ahora reciben semillas y asistencia técnica.
En situaciones de emergencia como la sequía, nuestros pedidos y sugerencias son escuchados por las autoridades, explicó. El principal logro para el dirigente es la oportunidad obtenida por sus hijos que tienen la opción de acudir a la universidad indígena de Warisata. Allí aprenderán las técnicas agrícolas que luego beneficiarán a la comunidad, concluyó.
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