La Jornada • Vaticinan encuestas una votación masiva en favor de Evo Morales
Rosa Rojas
Corresponsal
Periódico La Jornada
La Paz, 5 de diciembre. Con la nacionalización de los hidrocarburos, la liquidación del analfabetismo, una política social que se apalanca en tres bonos (para escolares, madres gestantes y ancianos), la derrota de la oposición de ultraderecha en el oriente boliviano y un radical discurso de dignidad y soberanía nacionales en su haber de casi cuatro años de gobierno, el presidente boliviano Evo Morales se apresta a ser relecto este domingo por abrumadora mayoría, según las últimas encuestas.
La gran incógnita es si el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) logrará el control del Senado, actualmente en manos de la derecha, lo que es vital para la puesta en marcha de la nueva estructura del Estado Plurinacional contenida en la Constitución Política aprobada este año, ya que esto requerirá la aprobación de al menos 100 leyes en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) que saldrá de estos comicios.
Por mandato constitucional, en los primeros 180 días de funcionamiento de la ALP, integrada por 166 miembros, deben aprobarse la Ley del Órgano Judicial, del Órgano Electoral Plurinacional, del Tribunal Constitucional Plurinacional, y la Ley de Régimen Electoral y Ley Marco de Autonomías, fundamentales para estructurar el nuevo andamiaje institucional.
Si bien se da por descontado que el oficial MAS mantendrá su mayoría en la Cámara de Diputados, requiere el voto de al menos dos tercios en la Cámara de Senadores –24 de los 36– para la aprobación de algunas leyes.
Las últimas encuestas difundidas daban al MAS entre 21 y 22 senadores. Morales aseveró el miércoles en rueda de prensa que el MAS ya tendría asegurados 27.
Sin embargo el presidente-candidato ha sido machacón en su pedido a sus simpatizantes para «votar en línea» porque la oposición ha apostado en sus campañas por promover el voto cruzado, es decir, llama a quienes voten por Morales para presidente a sufragar por sus candidatos a senadores o diputados, «para evitar el totalitarismo» del partido gobernante.
Tan ganador se siente Morales que en la citada rueda de prensa convocó a una reunión a los parlamentarios masistas que sean elegidos para el próximo 12 de diciembre en Cochabamba, donde se iniciaría la redacción de las mencionadas leyes prioritarias.
En los comicios participan ocho partidos: el MAS, con Morales buscando la relección; el Plan Progreso Para Bolivia, con Manfred Reyes Villa, segundo en las encuestas; Unidad Nacional, con Samuel Doria Medina en un lejano tercer lugar, y Alianza Social, con René Joaquino en cuarto sitio.
También participan el Movimiento de Unidad Social Patriótica, con Ana María Flores como candidata presidencial; la agrupación ciudadana Gente, con Román Loayza; Pulso, con Alejo Véliz, y Bolivia Social, con Rime Francisco Choquehuanca. Estos últimos prácticamente no aparecen en los resultados de las encuestas.
Este domingo también habrá 18 consultas sobre autonomías: cinco de ellas departamentales –en La Paz, Oruro, Potosí, Chuquisaca y Cochabamba–, una regional, en la provincia Gran Chaco del departamento de Tarija, y en 12 municipios los ciudadanos deberán decidir si optan por una autonomía indígena, con lo que desaparecería la estructura municipal y en los comicios del próximo 4 de abril elegirían autoridades por usos y costumbres.
Si en los citados departamentos la ciudadanía dice «sí» a la autonomía, lo que es seguro según las encuestas, en las elecciones del 4 de abril elegirán, junto con Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando, ya no prefectos –delegados presidenciales– sino gobernadores.
Más de 50 mil efectivos militares y policiacos vigilarán la votación de 5.13 millones de ciudadanos, en 22 mil 178 mesas de votación distribuidas en 4 mil 130 recintos electorales. Por primera vez podrán emitir su voto 170 mil migrantes bolivianos que se encuentran en Argentina, España, Brasil y Estados Unidos.
Los comicios también serán vigilados por 134 observadores de la Unión Europea, 124 de la Organización de Estados Americanos (OEA), 22 del Centro Carter y unos 3 mil nacionales.
Esta mañana, luego de una reunión con el presidente Morales en el palacio de gobierno, el jefe de la misión de la OEA, Horacio Serpa, señaló que se esperan unos comicios tranquilos, con menos tensiones que en ocasiones anteriores.
Entre los retos de su nuevo periodo de gobierno, Morales deberá afrontar la caída de los ingresos por las exportaciones de gas, que de acuerdo con la Cámara Boliviana de Hidrocarburos este año sólo alcanzarán los 2 mil 78 millones de dólares, contra 3 mil 158 del año pasado, y la caída de las exportaciones, que de acuerdo al Banco Central de Bolivia fue de 26 por ciento en el periodo de enero a septiembre de 2009 en relación con el de 2008.
También deberá encarar la necesidad de reactivación de la inversión, la industrialización, modernización administrativa, y combate a la pobreza y al narcotráfico.
En este último rubro, aunque el gobierno informó que la policía antidroga decomisó este año mil 962 toneladas de droga, de las cuales 20.6 son de base de cocaína y 4.7 de clorhidrato de cocaína, la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico ha advertido sobre la presencia de cárteles colombianos y mexicanos en Bolivia, con la instalación de cada vez más fábricas y más modernas de cristalización de esta droga, con capacidad de producir incluso 100 kilos diarios de cocaína de alta pureza.
La oposición relaciona esto con el incremento del cultivo de la hoja de coca –Morales es presidente de las seis federaciones de productores de la hoja sagrada– y la existencia de cerca de 30 mil hectáreas de este cultivo, según estimaciones de Naciones Unidas, cuando legalmente deberían existir sólo 12 mil hectáreas.
En materia de derechos humanos están pendientes la justicia para las víctimas, de las dictaduras, por un lado, y por otro las de Octubre Negro, cuando en 2003 la represión del gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada dejó 65 muertos y más de 400 heridos.
Otra prioridad deberá ser la implementación de proyectos productivos para el incremento de la producción de alimentos como para la creación de empleos, ya que si bien el gobierno afirma que se crearon 413 mil empleos de 2006 a la fecha, el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) dio a conocer un informe en que indica que entre 2008 y 2009 «se habrían destruido cerca de 74 mil empleos» en las ciudades de Santa Cruz, Cochabamba, El Alto y La Paz.
Según el CEDLA, la economía generó empleos a un ritmo de 4.8 por ciento anual, en tanto que la tasa de destrucción de empleos alcanzó 8.9 por ciento. Para ese centro de estudios el desempleo abierto llegó a 11 por ciento en 2009, con 202 mil personas, en tanto que para el ministro de Planeación, Noel Aguirre, la tasa de cesantía está entre 6 y 7 por ciento.
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