La Razón. 07 de marzo de 2017

 

Como cada 8 de marzo, mañana se conmemorará el Día Internacional de la Mujer, instituido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en homenaje a un grupo de obreras textiles que en 1857 salió a las calles de Nueva York (Estados Unidos) a protestar por las míseras condiciones de trabajo.

 

“Si nuestras vidas no valen, pues produzcan sin nosotras”, es el lema del paro mundial laboral y doméstico de mujeres, al cual se sumarán bolivianas.

 

Feministas del país masifican la convocatoria y piden sumarse a la marcha de mañana en demanda de equidad y cese a la violencia.

 

“Es una protesta abierta que puede ser una huelga de brazos caídos por 10 minutos en la oficina, huelga sexual, huelga de trabajo doméstico, pero sobre todo llamamos al paro de 12.30 a 14.30 en la plaza Obelisco (La Paz) y a la marcha desde la San Francisco hasta la plaza del Bicentenario para las 16.30, donde se hará un acto político-cultural”, informó Belén Luna, del colectivo Ni Una Menos.

 

Bolivia se une al paro internacional de mujeres, que de manera simultánea se cumplirá mañana, como una medida orientada a interpelar a gobernantes del mundo y generar conciencia sobre la necesidad de poner fin al sistema de desigualdad. Activistas de la cruzada mundial pidieron a las féminas festejar su día sin lavar, sin planchar, dejando las labores del hogar al hombre y faltando al empleo.

 

Como cada 8 de marzo, mañana se conmemorará el Día Internacional de la Mujer, instituido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en homenaje a un grupo de obreras textiles que en 1857 salió a las calles de Nueva York (Estados Unidos) a protestar por las míseras condiciones de trabajo.

 

“Es una fecha de reivindicación y protesta porque en el país, como en el mundo, las mujeres soportan precarias condiciones laborales y no se reconoce el valor del trabajo doméstico y reproductivo”, expresó Violeta Tamayo, representante de Pan y Rosas.

 

Las agrupaciones Ni Una Menos, Komunidad Vida, Wiñay Wara, Universitarias Libertarias y Pan y Rosas promueven la actividad en el país, y La Paz será la sede de las protestas. Un total de 50 naciones de distintos continentes confirmaron su participación, entre ellas Argentina, Brasil, Perú, Alemania, España, Francia, Escocia, Rusia, Turquía e Inglaterra, bajo el lema “Si nuestras vidas no valen, pues produzcan sin nosotras”.

 

La movilización tiene tres pilares: cerrar la brecha laboral entre hombres y mujeres, ni una menos por feminicidios y abortos clandestinos, y contra la violencia machista.

 

Luna aclaró que la huelga de brazos caídos es una sugerencia porque hay lugares donde no se respetan los derechos laborales y se corre el riesgo de ser despedida. Pidió a las féminas asistir a sus fuentes de trabajo con ropa violeta o enviar a sus jefes un manifiesto de cuáles son las demandas de los derechos laborales que tiene, como otras formas de protesta.

 

ONU Mujeres afirmó en 2016 que en Bolivia los hombres perciben 47% más de ingresos que las mujeres por realizar el mismo trabajo y con la misma formación. La Razón publicó en octubre de ese año que la brecha salarial en 2015 llegó a Bs 410, la mujer recibía Bs 3.815 y el varón, Bs 4.225.

 

En el caso del trabajo doméstico, las activistas exhortaron a las féminas a no atender a nadie a la hora de almuerzo y dar la totalidad del cuidado de los hijos al varón, en pro de la igualdad de los roles del hogar. Luna recordó que la cruzada mundial también refiere la huelga sexual.

 

Para la feminista Patricia Flores, el trabajo doméstico es algo absolutamente invisible. “Si las mujeres dejasen de trabajar un solo día en las tareas de atender al marido, hijos y abuelos, hay la certeza de que el mundo sería absolutamente caótico”.

 

60% de víctimas tienen de 12 a 25 años

 

Desde la vigencia de la Ley 348, en marzo de 2013, en promedio, el 60% de las víctimas de violencia fueron mujeres de 12 a 25 años, según un relevamiento de datos de la Coordinadora de la Mujer con base en cifras del Ministerio Público.

 

El documento añade que los empujones, pellizcos, controles de la vestimenta, celos excesivos e insultos son prácticas de agresión naturalizada que se presentan en el proceso de enamoramiento.

 

“Si desde pequeñas aprenden a vivir violencia y a tolerarla, y no se genera una actitud de rechazo, entonces puede ser que una mujer esté condenada a buscar relaciones violentas toda su vida”, dijo Mónica Novillo, secretaria ejecutiva de la Coordinadora de la Mujer, una red conformada por 21 organizaciones que defienden los derechos de la población femenina.

 

Indicó que a partir de la información del Ministerio Público, de 2013 a 2016, se constató que la violencia contra la mujer se da cada vez a menor edad. En 2014 se dio el pico más elevado, cuando el 80% de los casos registrados fueron contra niñas y adolescentes.

 

La feminista Patricia Flores recordó que siete de cada 10 mujeres sufren violencia y que ello puede derivar en la conformación de hogares violentos. “Las hijas de estos hogares nacen y crecen en ese contexto, naturalizan la violencia”.

 

Novillo resaltó que los datos deben llamar la atención para trabajar en esta población (12-25) y así las mujeres aprendan a más temprana edad a identificar una situación de violencia en relaciones de noviazgo y se defiendan, lo reviertan y alerten a su entorno.

 

Agregó que las expresiones y prácticas como los celos, que parecen manifestaciones inocuas de cariño, pero cuando se traducen en vulneración de derechos son indicadores de lo que puede ser una violencia física a futuro.

 

La Defensoría del Pueblo indicó en 2014 que en los últimos años el 60% de las mujeres asesinadas por sus parejas, esposos, novios, exparejas, tenían menos de 25 años. Los datos oficiales del Ministerio Público muestran que desde la vigencia de la Ley para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia (348) se instauraron 87.718 procesos, las cifras muestran que el número crece cada año.

 

La Coordinadora de la Mujer y Oxfam Bolivia y el colectivo Rebeldía trabajan en la campaña “Actúa. Detén la violencia”.

 

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