ElDiario•Incertidumbre sobre reservas de gas natural

El CEDLA en un informe de septiembre de 2018 señaló que la administración del sector hidrocarburos, durante el anterior gobierno, fue ineficiente y se convirtió en la principal causa de la declinación de la existencia del energético, de la capacidad de producción y de la pérdida de mercados de exportación.


Mientras la anterior administración de gobierno informó que las reservas de gas natural alcanzaba a 10,7 Trillones de Pies Cúbicos (TFC), un informe de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) señala que el 2017 la misma alcanzaba a 7,1 TCF, el Senador Óscar Ortíz en su momento informó que la cifra estaba por debajo de los 5 TCF y recientemente el analista del sector hidrocarburos señala que hasta finales de 2018 estimó 6,75 TCF, cuyas cifras muestran una incertidumbre y se deberá esperar un comunicación oficial de las autoridades.

Una publicación de Página Siete señala que YPFB en un informe señaló que el 2017 el país contaba con reservas de gas de 7,1 TCF, pero ya en la anterior gestión analistas del sector así como políticos difundieron datos técnicos sobre la baja de las mismas.

Por ejemplo, el Senador Ortíz en abril de 2018 presentó la Estimación de reservas de gas de Bolivia, al 31 de diciembre de 2017, con el apoyo de un equipo técnico independiente, y en la parte de sus conclusiones señala que los niveles de reservas probadas de gas se han reducido en forma dramática ante el infortunado fracaso de la política exploratoria, cuyos resultados no han podido brindar ningún nuevo descubrimiento que pueda soportar una reposición de las mismas.

“En abril de 2006 se tenía una reserva probada de gas de 13.74 TCF”, según Memoria del Ministerio de Energía e Hidrocarburos (MEH).

Pero la auditoría a diciembre de 2009, efectuada por Ryder Scott, estableció un nivel de reservas probadas de gas de 9.94 TCF. Cuatro años más tarde a diciembre de 2013, GLJ informó de 10.35 TCF, pero el análisis de ETI estimaba para el 31 de diciembre de 2017, tan solo 4.48 TCF, señala parte de las conclusiones.

Asimismo explica que la reducción obedece a los altos volúmenes de producción de gas para cubrir el mercado nacional y el gas comprometido con Brasil y Argentina y la ausencia de descubrimientos de nuevos campos exploratorios.

Entre tanto, el exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, estimó que las reservas probadas de gas del país llegan a 6.75 Trillones de Pies Cúbicos a fines de 2018, muy lejos de los 10.7 TCF certificado por la firma canadiense Sproule International Limited al 31 de diciembre de 2017. Para Ríos se trata de la manipulación de reservas con fines políticos realizado por el anterior gobierno, según ANF.

Mientras el diario local señala que un informe de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos revela que Bolivia sólo tenía 7,1 trillones de pies cúbicos (TCF) en reservas probadas de gas natural hasta el 31 de diciembre de 2017, y no los 10,7 TCF que certificó la empresa Sproule.

ANÁLISIS

Ante ese panorama incierto sobre los datos oficiales que habría de las reservas, el nuevo ministro de Hidrocarburos, Víctor Hugo Zamora, dijo que se evaluará los datos que se tienen sobre el sector, debido a que es vital conocer las reservas con que cuenta el país para ingresar de lleno a la renovación de contratos.

En su momento las nuevas autoridades indicaron que los funcionarios de YPFB habrían señalado que la información se manejaba con reservas por los altos ejecutivos, y que la mayoría desconocía la situación real.

Entre tanto, expertos en el tema sugieren la necesidad de una auditoria por parte del Gobierno, para conocer en detalle sobre las reservas con los que cuenta el país para cubrir el mercado interno y externo.

EVOLUCIÓN DE LAS RESERVAS

Mientras tanto, la actual certificación realizada por la empresa canadiense Sproule International Limited, consigna un volumen de 10,7 Tcf (trillones de pies cúbicos) Reservas Probadas de gas natural, 12,5 Tcf de Reservas Probadas + Probables y 14,7 Tcf de Reservas Probadas + Probables + Posibles para el 31 de diciembre de 2017. Esta certificación, además, consistió en la evaluación de 60 campos productores de hidrocarburos y la consecuente asignación de reservas de gas para 37 campos, señala la publicación del Cedla.

“El volumen de gas repuesto en los dos períodos intermedios de cuatro años, es curiosamente similar: 3,04 TCF y 3,3 TCF. Lo que resulta curioso, también, es que la certificación de las reservas probadas a diciembre de 2013 y de 2017, se realizan cuando las reservas remanentes alcanzan el mismo volumen: 7,41 TCF”, agrega.

La susceptibilidad de que el nivel de reservas finalmente certificado ya estuviese definido por el propio gobierno aumenta si leemos las estimaciones que hacía en febrero de este año el ministro Luis Alberto Sánchez a un medio de prensa y que son muy cercanas al cálculo de la empresa certificadora, de 10.7TCF.

“Según los datos del sector hidrocarburífero, Bolivia certificó en 2013 un total de 10,45 TCF. De esa cantidad, se consumió, en 2014, 0,65 TCF; en 2015 fue de 0,78 TCF; y en 2016, un total de 0,75 TCF. Con los nuevos descubrimientos (Los Sauces, Boquerón, etc.) y reservorios (Santa Rosa y Margarita de Huacaya), se estima que habrá 1,42 TCF de gas. El Gobierno calcula, entonces, que la certificación hasta diciembre de 2017 corroborará los 10,5 TCF”, según publicación de El Deber del 6 de febrero de 2019.

OBSERVACIONES

La capacidad de producción ha dejado de cubrir la demanda de mercados y la diferencia entre demanda y producción crece aceleradamente ante la falta de reposición de reservas. El comportamiento histórico de la producción y demanda de mercado de gas esperada hasta 2026 muestra un déficit creciente. El déficit de Producción a partir del 2017 causó el pago de penalidad a la Argentina por incumplimiento de contrato. Se tiene que transparentar el cumplimiento a los mercados interno y externo.

No se ha tomado en cuenta reservas de seguridad país para expandir negocios de gas, hecho que nos puede colocar en condiciones de depender de la necesidad de importar gas a futuro para su uso en la energía requerida para el desarrollo.

La empresa francesa BEICIP-FRANLA viene trabajando desde hace dos años en estudios exploratorios sin mostrar resultados. La misma fue contratada para encontrar nuevos prospectos para perforar y actualmente se encuentra en proceso de renovación de contrato sin antes haber demostrado la efectividad de sus resultados.

El esfuerzo exploratorio durante la década pasada ha sido mal planificado y mal ejecutado basada en la utilización de información residual del siglo pasado de los antiguos esfuerzos de YPFB sin una actualización adecuada con las mejores técnicas de la industria para mejoramiento de los modelos geológicos.

En una década en que se tuvo la mejor renta petrolera de la historia, gracias a la gran subida de precios de los hidrocarburos, no se asignó proporcionalmente suficientes recursos a la fase exploratoria.

Los esfuerzos exploratorios de 1.483 millones de dólares en la década pasada, entre sísmica y perforaciones, resultan en un magro promedio de 123 MM $us por año, mal gastando una etapa que debió ser más intensa y de mejor calidad. En consecuencia los resultados de los trabajos exploratorios fueron un fracaso rotundo y hasta la fecha no se ha descubierto ningún megacampo ni tampoco otros campos menores que pudiesen reponer reservas.

Es necesario aplicar nuevas tecnologías en la sísmica con el fin de reducir el factor de riesgos ya que los cuadros anteriores de exploración nos muestran resultados desastrosos, Fuente Estimación de reservas de gas de Bolivia al 31 de diciembre de 2017 por el Senador Oscar Ortiz Antelo, con el apoyo de: equipo técnico independiente, abril 2018.

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