Participación ciudadana en UNASUR: Un desafío para las organizaciones sociales

Por: Walter Arteaga

Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA)

Concebida como espacio de integración y unión en lo cultural, social, económico y político entre los pueblos de Suramérica, la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) –en su Tratado Constitutivo- enfatiza la participación ciudadana como un factor relevante para superar la pobreza, la exclusión y la desigualdad social persistentes en la región. En ese sentido, la participación ciudadana en la UNASUR aspira a ser un instrumento que aporte al logro de la inclusión social de manera convergente a las acciones de integración regional.

La participación ciudadana apela a la pluralidad de actores y a la transparencia, a través de canales de diálogo, información, consulta y seguimiento en las diferentes instancias de la UNASUR.(Ver: Artículo 18). Estos aspectos se concretarían sólocon un marco de plena vigencia de las instituciones democráticas y respeto irrestricto de los derechos humanos en cada uno de los Estados miembros.

Artículo 18

Participación Ciudadana

Se promoverá la participación plena de la ciudadanía en el proceso de la integración y la unión suramericanas, a través del diálogo y la interacción amplia, democrática, transparente, pluralista, diversa e independiente con los diversos actores sociales, estableciendo canales efectivos de información, consulta y seguimiento en las diferentes instancias de UNASUR.

Los Estados Miembros y los órganos de UNASUR generarán mecanismos y espacios innovadores que incentiven la discusión de los diferentes temas garantizando que las propuestas que hayan sido presentadas por la ciudadanía, reciban una adecuada consideración y respuesta.

Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas

El primer paso hacia la institucionalización de la participación ciudadana en la UNASUR ocurre con la Decisión N° 07-2012, cuando el Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de UNASUR crean el Foro de Participación Ciudadana (en adelante, Foro), y con la Decisión N° 02-2013, que aprueba las Directrices para su funcionamiento.

Cabe señalar que este proceso de institucionalización fue acompañado y enriquecido por la sociedad civil con propuestas para fortalecer la creación del Foro. Fue así que se presentó un conjunto de principios trabajados en talleres (Ver: “Principios propuestos por la sociedad civil para el Foro de Participación Ciudadana”), asimismo se estableció comunicación con la Presidencia Pro Témpore de la UNASUR (Cancillería Peruana, 2013), recomendando que el Foro debía asegurar la autonomía, la legitimidad y la representatividad de las organizaciones sociales intervinientes.

Principios propuestos por la sociedad civil para el Foro de Participación Ciudadana

1.       Incluir reglas de participación, transparencia y acceso a la información (políticas).

2.       Finalidad: participación para influenciar en la toma de decisión.

3.       Foro UNASUR: Proceso de incidencia en el Foro Regional.

4.       Mecanismo de participación ciudadana y modalidad para pueblos indígenas, afros, etc.

5.       Sustento en la Carta Iberoamericana sobre Participación Ciudadana.

6.       Momentos de la participación: Planificación, evaluación.

7.       Mecanismos de participación: Foros, diálogo en países, diálogo en consejos.

8.       Enfoque de derechos, protección de ecosistemas.

9.       Manera de la participación: de denuncia y propositiva.

10.    Ombudsman de UNASUR sobre quejas (gobernanza y derechos); Mecanismo de Investigación y Queja en UNASUR.

11.    COSIPLAN: Manejo permanente consultiva para pueblos indígenas y afectados.

12.   Representación nacional: trabajar en la escala de país.

Taller Espacios de Participación de la Sociedad Civil en UNASUR y COSIPLAN. Generación de un protocolo de participación” 22 al 24 de abril de 2013 Lima, Perú. Ver: Diagnóstico de la situación de la participación ciudadana en Suramérica. / CDES / CEDLA / DAR / IBASE, marzo de 2014.

Para la sociedad civil, el Foro promueve y fortalece la gobernanza regional con base en tres lineamientos fundamentales:

–          Reglas claras de transparencia y acceso a la información.

–          Marco de derechos (máximos estándares internacionales con respecto a los Derechos Humanos).

–          Un concepto de participación fuerte (con base en los principios de inclusión, pluralismo, sensibilidad cultural, etc.).

De esta manera, las Directrices, entre sus principios generales, garantizan el derecho de la ciudadanía a participar no sólo en sus respectivos ámbitos nacionales, sino también en la escena regional e internacional, incorporando la corresponsabilidad entre los actores sociales y los Estados en la promoción e  impulso de los procesos de integración regional. (Principios g y k)

Asimismo, los objetivos principales de las Directrices apuntan a garantizar y promover la participación plena y con incidencia de los actores sociales en la formulación de políticas de integración, con énfasis en los denominados grupos de atención prioritaria. (Objetivos a y f) (Ver: Objetivo f)

2. Objetivos Principales

f) Garantizar y promover la participación y representatividad, en todos los niveles, de los grupos de atención prioritaria, entre otros, personas migrantes, pueblos originarios, mujeres, jóvenes, niñas y niños, personas mayores, personas con discapacidad, campesinos, afrodescendientes, LGTBI, como medio de fortalecer los sistemas democráticos y la integración y unión regional.

Directrices para el funcionamiento del Foro de Participación Ciudadana de UNASUR

El Estado Plurinacional de Bolivia, en ejercicio de la Presidencia Pro Témpore del Foro, es el encargado de la organización del primer plenario presencial, el mismo que en un inicio fue programado para noviembre de 2013 y luego de postergaciones finalmente se realizó los días 13, 14 y 15 de agosto en la ciudad de Cochabamba, Bolivia.

En esta perspectiva, es importante resaltar los alcances de la participación plena y representatividad de los actores sociales, en especial, los grupos de atención prioritaria y sus organizaciones. En la Conferencia del Foro de Participación, el plenario estuvo conformado por diez representantes o voceros de los actores sociales; mientras que los Grupos de Trabajo por áreas de interés, por doce voceros de organizaciones sociales.

El caso boliviano es un ejemplo de las limitaciones a la autonomía, la legitimidad y la representatividad de las organizaciones sociales intervinientes en el marco de la institucionalización del Foro.

Con independencia de las reglas de conducta señaladas en las directrices, la participación de las organizaciones sociales estará condiciona por  las prerrogativas otorgadas a los puntos focales en el marco de los espacios nacionales de participación. Ver: Composición b)

3. Composición

b) Los espacios nacionales de participación tendrán autonomía organizativa, pudiendo definir, en forma independiente y de acuerdo con sus peculiaridades internas, los actores sociales que las compondrán y la modalidad de financiamiento de sus representantes, buscando fomentar la participación, especialmente de los grupos de atención prioritaria, bajo un esquema rotativo y de representación equitativa, con reglas claras de transparencia, promoviendo la participación permanente de la ciudadanía al interior de cada Estado Miembro, con relación al proceso de integración y unión suramericana.

Directrices para el funcionamiento del Foro de Participación Ciudadana de UNASUR

En algunos países como Bolivia, el registro de las organizaciones sociales que participaron en la primera edición del Foro de Participación Ciudadana de la UNASUR, no será un mero reconocimiento de la personalidad jurídica sino un control a las afinidades con el partido de gobierno. Por su parte, otras organizaciones (ONG) y asociaciones enfrentan para su acreditación requisitos duros y limitantes, como por ejemplo estar avalados por organizaciones indígenas, originarias o campesinas afines al gobierno. Dicho requisito es muy sesgado, pues restringe la pluralidad  y la representatividad de la sociedad civil.

Las implicancias de este procedimiento se expresarán en la institucionalidad del Foro, pues no solo se condiciona el derecho a voz y a la palabra, sino también el carácter de las propuestas y recomendaciones a instancias de la UNASUR.

Este escenario no contemplará la autonomía, la heterogeneidad y la capacidad de auto-organización de los movimientos y organizaciones sociales, reafirmando, por una parte, el reconocimiento formal a la participación de las organizaciones sociales, y por otra, la firme intención de un control sobre las formas en las que se lleva a cabo esa participación, lo cual por tanto podría devenir en:

–          Un espacio sin dinamismo.

–          Un espacio con agendas segmentada.

–          Un espacio sin pluralidad política.

–          Un espacio con tendencia a la burocratización. 

Sin descartar las oportunidades que puede brindar el Foro de Participación Ciudadana, así como los procedimientos nacionales más plurales, no debemos olvidar que en la actual coyuntura, marcada por la tendencia de algunos gobiernos de la región por controlar a las organizaciones sociales con el fin de neutralizar cualquier oposición -movilizada o no- a su lógica y proyectos para encarar el desarrollo y la integración.

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