Xinhua • ESPECIAL: Micro y pequeñas empresas, uno de los sectores más afectados por crisis en Bolivia, según representantes y analistas

Por: René Quenallata Paredes / Xinhua Español

Las micro y pequeñas empresas (mypes) han resultado uno de los sectores productivos más afectados en Bolivia por la crisis económica, agravada por las medidas de la emergencia sanitaria ante la pandemia del nuevo coronavirus, según la consideración de representantes del gremio y analistas.

La crisis económica derivada de la pandemia ha traido consigo el cierre de más del 30 por ciento de las mypes, cuyos emprendedores y empleados han pasado a engrosar la informalidad en el país sudamericano.

El presidente de la Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype), Néstor Conde, dijo recientemente a Xinhua que su sector está prácticamente en quiebra debido a la crisis de la pandemia de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19).

«La micro y pequeña empresa ya ingresó al colapso, y será muy difícil reencaminar el rumbo mientras no haya estabilidad y se mantenga la crisis económica y política», reflexionó el representante de la Conamype.

A decir de Conde, muchos empresarios del ramo de manufacturas han despedido empleados, vendido sus máquinas, cerrados talleres y cambiado de rubro, al transitar en muchos casos a la informalidad, que alcanza el 78 por ciento de la población ocupada en el país, según datos del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA).

La Conamype agrupa a más de 600.000 mypes y la tercera parte que ha dejado de operar por la pandemia aún no se reactiva a causa de las restricciones por la emergencia sanitaria.

Conde expuso que de los negocios cerrados, la mayoría de los empresarios cambió de rubro, es decir, «se volvieron informales para evitar más complicaciones en este periodo de crisis».

El representante del sector puso como ejemplo su propio caso al cambiar de actividad productiva, ya que de dedicarse a la confección de chamarras y prendas deportivas, ahora produce barbijos y mamelucos para prendas sanitarias.

Por su parte, el economista José Alberti expresó a Xinhua que el panorama para las mypes es «desolador», pues buena parte de ellas no han podido cumplir contratos al quedarse sin materia prima, capital o mercado, tanto local como de exportación.

El también profesor universitario y especialista en negocios internacionales sostuvo que al cerrar sus establecimientos, muchos emprendedores transitaron a la informalidad, que según sus cálculos alcanza casi el 80 por ciento de la población ocupada en el país, frente al 60 por ciento que tenía en 2014.

Respecto a las acciones que se requieren para reactivar a las mypes, Alberti consideró que lo primero es «volver a hacer girar la rueda del empleo», al levantar la cuarentena de forma inteligente y ordenada.

«Sin reactivación económica no se podrá generar trabajo y sin actividad laboral vamos a contribuir a una profunda recesión», añadió Alberti.

El entrevistado comentó que una de las secuelas de la recesión será la paulatina saturación de los trabajos, pues se «buscarán alternativas para dedicarse a la informalidad y generar al menos el sustento diario», panorama que a su parecer puede llegar a conflictos sociales insostenibles.

El académico enfatizó que la recuperación de la estabilidad política y económica es «crucial» para contener una previsible eclosión social con el desborde de la pobreza, el desempleo y la informalidad.

Alberti precisó que para que se recobre en el país la estabilidad económica, política y social, es necesario un gobierno emanado del voto que implemente un plan serio de reactivación y que garantice la institucionalidad.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2020-09/14/c_139365738.htm