Opinión •“Situación económica es similar a la mejor época neoliberal”

El economista Gonzalo Chávez afirma que la situación económica del país es similar, en cuanto a bonanza, a la mejor época del neoliberalismo entre los años 1995 y 1998, con similares problemas, pero también con otros nuevos.
Sustenta su afirmación en el hecho de que a fines de los 90 la inversión total era de 18 por ciento del PIB, en tanto que en lo que denomina el periodo post neoliberal (gobierno del presidente Evo Morales), la tasa de inversión se calcula en 16 por ciento.
Otra explicación del aumento del PIB per cápita, son los bonos, especialmente la Renta Dignidad que ya tiene 12 años (con distintos nombres), en tanto que el Juancito Pinto y el Juana Azurduy son nuevos y de menor impacto. “Es una transferencia directa a la gente de la tercera edad y tiene un efecto interesante en el ingreso. Se trabaja el tema de la pobreza por el lado del ingreso, pero no por el lado del empleo ni mejores servicios de salud”.
“Los bonos ayudan parcialmente, pero Bolivia sigue con más del 50 por ciento de su población en situación de pobreza, y con un 30 por ciento en situación de pobreza extrema”.
Chávez explicó que en contraposición existe un consumo muy grande que se refleja en el sector informal donde se ofrece empleo muy precario al 80 por ciento de la población en edad de trabajar.
“Hace cinco años importábamos 2.500 millones de dólares. Ahora importamos 5.000 millones de dólares y eso implica que alrededor se genere un comercio gigantesco, formal e informal. Ahí se genera mucho empleo de baja calidad, que no paga seguro social. Sólo el 20 por ciento de la población tiene empleo fijo, con seguridad social, sostenible y formal”, añadió.
También citó el hecho de que los “bancos para pobres”, como el FIE o el Banco Sol, dedicados a las micro finanzas, antes prestaban alrededor de 500 millones de dólares y ahora prestan 1.500 millones de dólares, de los cuales el 80 por ciento se destina a comercio y servicios.  “Ahí se ha producido una mejoría parcial por el lado de los ingresos, pero el país sigue siendo tan pobre como antes, porque la tasa de crecimiento sigue siendo parecida al periodo neoliberal”.
Otro dato es la inversión. Ahora la inversión pública es importante en tanto que la privada, nacional y extranjera se ha reducido. En la década de los 90 ocurría lo contrario.
“Ahora el crecimiento está impulsado por este boom del consumo debido al ingreso masivo de importaciones y por el aumento de las remesas internacionales, de gente que vive en España, Estados Unidos o Argentina. “Es una burbuja de consumo impulsada mucho por la acción del sector público, pero uno no ve cambios estructurales”.
Advirtió que “se ha producido una reprimarización de nuestras exportaciones. El año 1930 Bolivia exportaba 80 por ciento de recursos naturales y 20 por ciento de otros productos, no tradicionales. El año 2009, ocurrió lo mismo, 80 por ciento de recursos naturales. Hemos vuelto a nuestra vocación exportadora de recursos naturales”.
“Cuando uno lee los indicadores macroeconómicos son muy parecidos al periodo neoliberal, la inflación está baja, hay un superávit público interesante, las reservas internacionales elevadísimas, la inversión en total es más o menos la misma. La fotografía macroeconómica es muy parecida y está bien, sin embargo, cuando se ve la tomografía de la economía boliviana, están los viejos y nuevos problemas”.
“Seguimos exportando 80 por ciento de recursos naturales, la productividad es bajísima, el aparato productivo está en mala situación, la economía informal es gigantesca, vinculada al comercio, al contrabando”. Señaló que la diferencia es que ahora buena parte de los recursos vinculados a gas, electricidad, telecomunicaciones los maneja el Estado en tanto que la mayoría de la población sobrevive gracias a la economía informal “en un modelo neoliberal fuertísimo”.

El Cedla afirma que mejoría de la economía es un espejismo

Carlos Arce, investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), con una serie de cifras afirma que la mejoría económica per cápita (por persona) que ha llegado al Banco Mundial a declarar a Bolivia como país con renta media, es sólo un espejismo.
El Banco Mundial ha utilizado el dato del ingreso per cápita de 1.683 dólares para ubicar en una nueva categoría a Bolivia. El 2006 el PIB per cápita era menor a los 700 dólares. Carlos Arce sostiene que el indicador del PIB per cápita “está expresado en dólares corrientes, es decir, que no considera la inflación, que eleva artificialmente el valor del producto”. Explicó que “de acuerdo al Gobierno, durante los últimos cuatro años el crecimiento del PIB per cápita tendría el siguiente comportamiento anual: 19,6%, 14,6%, 26,9% y 3,9%, contrastando con las tasas de crecimiento del PIB real –que es el que se debería utilizar− que, para los mismos años, fueron: 4,8%, 4,56%, 6,15% y 3,4%”.
Además advirtió que según los datos del Gobierno, la población habría crecido a una tasa declinante: de 2,12% en 2006, 2,08% en 2007, 2,04% en el año 2008 y 1,99% en el año 2009.
“Consecuentemente, tasas sobredimensionadas de crecimiento nominal, combinadas con tasas de crecimiento demográfico en descenso, dan como resultado un milagroso crecimiento del ingreso per cápita de casi un 67% durante el primer período de Gobierno del MAS”, agregó el economista.
Recordó que según el Gobierno, el crecimiento del PIB per cápita se habría producido por las políticas redistributivas que aumentó el consumo en los hogares. “Pero, más allá de los bonos y subsidios que el Gobierno haya podido financiar con la renta proveniente de la explotación de los recursos naturales, existe otra circunstancia, ajena a la acción gubernamental, que ha contribuido al crecimiento del consumo: las remesas de trabajadores bolivianos en el exterior”.

El economista Gonzalo Chávez afirma que la situación económica del país es similar, en cuanto a bonanza, a la mejor época del neoliberalismo entre los años 1995 y 1998, con similares problemas, pero también con otros nuevos.

Sustenta su afirmación en el hecho de que a fines de los 90 la inversión total era de 18 por ciento del PIB, en tanto que en lo que denomina el periodo post neoliberal (gobierno del presidente Evo Morales), la tasa de inversión se calcula en 16 por ciento.

Otra explicación del aumento del PIB per cápita, son los bonos, especialmente la Renta Dignidad que ya tiene 12 años (con distintos nombres), en tanto que el Juancito Pinto y el Juana Azurduy son nuevos y de menor impacto. “Es una transferencia directa a la gente de la tercera edad y tiene un efecto interesante en el ingreso.

Se trabaja el tema de la pobreza por el lado del ingreso, pero no por el lado del empleo ni mejores servicios de salud”.“Los bonos ayudan parcialmente, pero Bolivia sigue con más del 50 por ciento de su población en situación de pobreza, y con un 30 por ciento en situación de pobreza extrema”.

Chávez explicó que en contraposición existe un consumo muy grande que se refleja en el sector informal donde se ofrece empleo muy precario al 80 por ciento de la población en edad de trabajar.“Hace cinco años importábamos 2.500 millones de dólares. Ahora importamos 5.000 millones de dólares y eso implica que alrededor se genere un comercio gigantesco, formal e informal. Ahí se genera mucho empleo de baja calidad, que no paga seguro social.

Sólo el 20 por ciento de la población tiene empleo fijo, con seguridad social, sostenible y formal”, añadió.También citó el hecho de que los “bancos para pobres”, como el FIE o el Banco Sol, dedicados a las micro finanzas, antes prestaban alrededor de 500 millones de dólares y ahora prestan 1.500 millones de dólares, de los cuales el 80 por ciento se destina a comercio y servicios.  “Ahí se ha producido una mejoría parcial por el lado de los ingresos, pero el país sigue siendo tan pobre como antes, porque la tasa de crecimiento sigue siendo parecida al periodo neoliberal”.Otro dato es la inversión.

Ahora la inversión pública es importante en tanto que la privada, nacional y extranjera se ha reducido. En la década de los 90 ocurría lo contrario.“Ahora el crecimiento está impulsado por este boom del consumo debido al ingreso masivo de importaciones y por el aumento de las remesas internacionales, de gente que vive en España, Estados Unidos o Argentina. “Es una burbuja de consumo impulsada mucho por la acción del sector público, pero uno no ve cambios estructurales”.Advirtió que “se ha producido una reprimarización de nuestras exportaciones. El año 1930 Bolivia exportaba 80 por ciento de recursos naturales y 20 por ciento de otros productos, no tradicionales.

El año 2009, ocurrió lo mismo, 80 por ciento de recursos naturales. Hemos vuelto a nuestra vocación exportadora de recursos naturales”.“Cuando uno lee los indicadores macroeconómicos son muy parecidos al periodo neoliberal, la inflación está baja, hay un superávit público interesante, las reservas internacionales elevadísimas, la inversión en total es más o menos la misma.

La fotografía macroeconómica es muy parecida y está bien, sin embargo, cuando se ve la tomografía de la economía boliviana, están los viejos y nuevos problemas”.“Seguimos exportando 80 por ciento de recursos naturales, la productividad es bajísima, el aparato productivo está en mala situación, la economía informal es gigantesca, vinculada al comercio, al contrabando”.

Señaló que la diferencia es que ahora buena parte de los recursos vinculados a gas, electricidad, telecomunicaciones los maneja el Estado en tanto que la mayoría de la población sobrevive gracias a la economía informal “en un modelo neoliberal fuertísimo”.

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