El Nacional • Por qué gana la izquierda, pierde la derecha y se amenaza al centro
Columna de opinión
Por: Esteban Oria / El Nacional
El título no parece tener geografía, pensé colocarle como encabezado “Bolivia”, pero este fenómeno no es exclusivo de los bolivianos, aunque en efecto es el ejemplo más cercano que tenemos. Lo demostró la reciente victoria de Luis Arce, el candidato de Evo Morales en las presidenciales y quien en sus primeras declaraciones después de los comicios dijo que restablecería las relaciones con Venezuela y Cuba, en claro y abierto desafío a todo el aparato institucional que obligó la renuncia de Evo y devolvió la democracia a ese país, y creo que lo hace porque siente que tiene la fuerza política para sostenerse, el acompañamiento popular para retar a los militares y la legitimidad institucional para hablar en nombre de los bolivianos ante el mundo.
En este punto del análisis voy a entrar en el terreno de la simplificación que tanto gusta. En principio muchos analistas y representantes de la estructura de partidos culpan a la oposición democrática boliviana por ir dividida en estas elecciones presidenciales. Según estos tanques de pensamiento, con esta victoria de Evo se ponen en peligro todas las democracias latinoamericanas, habida cuenta de que se quemó un cartucho tan importante como los militares, quienes impusieron el orden restableciendo la Constitución y sin embargo tomando ellos ese riesgos que conlleva enfrentar un régimen antidemocrático como el de Evo, para luego poner las instituciones rescatadas en manos de los partidos que en muy poco tiempo volvieron a perderlas en unas elecciones presidenciales, claramente los deja en un estado de total depresión y angustia porque al final los militares nunca resultan ser buenos gobiernos sean de izquierda o de derecha, y estos resultados decepcionantes solo pueden alentar dictaduras sin transiciones.
Ahora esto lo digo porque ciertamente lo de Bolivia ha sido escandalosamente un grave error, he visto y leído los tweets de felicitaciones que le envía la extrema izquierda al señor Arce, empezando por el señor Maduro y el señor Pablo Iglesias, y realmente es como una bofetada a la democracia.
Que dicen los analistas, buenos algunos consideran que los bolivianos pecaron de ingenuos al punto de que ni siquiera proscribieron al partido de Evo, otros analistas dicen que la oposición boliviana ha debido esperar y darle tiempo a que el gobierno transitorio hiciera un mejor trabajo, instrumentara planes sociales y se ganara al pueblo pero además borrara las instituciones de Evo, aquí en este punto me pierdo un poco, yo no creo que Evo haya hecho algo extraordinario más allá de solidarizarse con sus camaradas del sindicatos y los mineros, los cierto es que los funcionarios de Evo francamente tenían un gobierno procubano que ciertamente nunca llegó a generar estructuras de represión como la venezolana dada cuenta no controlaron el ejército, de lo contrario, créanlo, Evo no hubiese sido depuesto, y en este punto este nuevo gobierno del señor Arce se tomará todo su tiempo para doblar a los militares porque si algo tiene la izquierda es paciencia y buscará probablemente una segunda generación de militares, así que por lo menos 10 años más tendrá este señor Arce en su gobierno haciendo modificaciones constitucionales para darle largas mientras se encuentra una forma de darle entrada legal a Evo y quizás inaugure una nueva era muy al estilo Putin.
Ahora que, pensándolo bien, este episodio desagradable de la vuelta de la extrema izquierda al poder era inevitable si consideras un aspecto básico de la sociedad boliviana, su estructura social, identidad cultural, y algunos aspectos irracionales que explican apoyos directos, pero además hay que agregar los indicadores que reflejan un crecimiento de la economía durante la era Evo, así que durante su gobierno llevó la migración de la estratificación social de un 2005 con 4% rico, 35% con ingresos medio y 61% pobre hasta el 2017 con 4% es rico, 62% clase media y 34% pobre, aclaro que estos datos provienen del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario CEDLA.
Así que Bolivia tuvo un duro traspiés que ha dado al traste con todo lo hecho por las instituciones que la rescataron de las garras del castrismo, pero el problema es más que una discusión académica, entra en el terreno emocional, se trata de estos sujetos populistas del MAS que ofrecen el mundo mágico de la tierra prometida a los bolivianos en un ambiente plagado de mentiras que ellos confunden con hermandad e igualdad y señalando a los enemigos de siempre, los eternos culpables de sus males en el manual marxista, los empresarios egoístas, la prensa fake y no faltaría el imperio, ahora con más razón ya que ese líder no es Obama, el afroamericano que se levantó desde un barrio pobre hasta el punto de llegar a Presidente del país más poderoso del mundo, sino el multimillonario Trump, y de eso se trata ese lenguaje divisivo de la izquierda sembrado a lo largo y ancho de todas las mentes.
De ese modo, por mucho que Bolivia sea un país que haya avanzado económicamente durante el período de Evo y que seguro tampoco los bolivianos de a pie hayan olvidado este asunto, lo cierto es que sigue siendo un país pobre en términos comparativos, así que si tienes de cada 10 electores a 7 pobres y tu candidato luce como pobre, así de sencillo ganas las elecciones.
Con todo lo dicho claro que hay una oportunidad para los partidos tradicionales, es solo que es cuestión de números, porque lo que antes era la izquierda y la derecha en un parlamento, algo así lo que en Venezuela sería la izquierda con Acción Democrática y la derecha con Copei, bien ellos son ahora el centro político ambos, uno el centro izquierda y el otro el centro derecha, dada cuenta los partidos de la extrema izquierda se han desplazado a la izquierda y apoderado de toda la posición empujando al resto hacia el centro, la izquierda no son el partido comunista, sino se hacen llamar revolución ciudadana, revolución bolivariana, revolución verde, y todos ellos aprendieron del mejor, el señor Chávez, quien inauguró esa nueva era populista basada en la identidad de clase.
Es ciertamente muy malo lo que ocurre, es consecuencia de años de mala implementación de estructuras sociales, el caso venezolano es realmente demoledor, un país con las riquezas petroleras y de todo tipo, dejo que su población se empobreciera a tal punto que incluso con las advertencias que le hicieron sobre las verdaderas intenciones de Chavez , este pueblo prefirió votar a Chávez y su promesa de una patria que apoyar a los democrátas.
En latinoamérica la derecha y su discurso empresarial y de élite no tiene espacio, además la influencia de la iglesia católica ha mermado y hay bastante cura que comulga con la izquierda, sus gobiernos ya no tienen una oferta electoral viable por la composición social del electorado salvo algunas objeciones tal es el caso de El Salvador.
Tenemos un escenario muy desolador para la democracia en el continente, la extrema izquierda ha dado con una buena publicidad, la dictadura del proletariado ha sido transformada por la dictadura de los mitos y les está funcionando, en muchos países la izquierda arrebató el especio político a los socialdemócratas, enviándolos en un viaje sin retorno al centro político, en este sentido no tiene sentido que la derecha pretenda competir cuando difícilmente un candidato de este especto tiene posibilidades electorales y solo restaría oportunidades, lo mejor es que termine agrupándose en el centro.
Países donde la izquierda volvería a gobernar sin duda Bolivia, a menos que ocurra un milagro, a la fecha que escribí este artículo no había leído las últimas cifras electorales, solo tengo las proyecciones que dan victoria a Arce con mas de 10% de ventajas y 52% del total, pero en el supuesto que vayan a una segunda vuelta, todavía habría una esperanza, pero en todo caso Bolivia es uno de estos lugares donde volvería la izquierda, otro lugar es Ecuador.
En Brasil vuelven la izquierda dominada por partidos de centro, es el caso del PT, posiblemente en Chile el PS, en Argentina ya gobierna los peronistas, en Perú es difícil que la izquierda encuentre espacio por lo atomizado que es su estructura parlamentaria, y en Venezuela ya es una dictadura, en Centroamérica hay oportunidad para la izquierda en prácticamente todos los países habida cuenta hay un gran problema con los inmigrantes que son retornados por la actual administración Trump, y esto lleva mucho problema a los gobiernos de esos países y terminarán pagándolo en la urnas electorales.
Entonces concluimos que esta izquierda naturalmente no es la izquierda que conocimos en democracia, nos referimos a la socialdemocracia, esta nueva izquierda es ese lobo feroz que quiere devorar a la democracia que se llama comunismo, ellos dicen ser socialistas o liberales, es un disfraz para entrar a competir electoralmente, esos conceptos que ellos enarbolan no tienen nada que ver con lo que son en realidad y es parte de su estrategia usar el socialismo pero lo cierto es que son comunistas y en ocasiones llegan a ser su opuesto criminal fascista.
Este tema de la derecha realmente es preocupante porque al igual que la izquierda, en la derecha han llegado desde la extrema derecha con su discurso de odio y raza y desplazaron a los partidos de derecha enviándolos también al centro junto a los socialdemócratas, en este sentido quiero copiarles unas palabras del senador Mitt Romney que dijo a CNN “Creo que nuestro partido tiene problemas con los jóvenes, cada vez más con las personas mayores, con las minorías. Y esos jóvenes con los que estábamos en problemas hace cinco años ahora están votando, por lo que tenemos mucho trabajo que hacer”, esto lo dijo Mitt Romney senador por Utah con motivo a las próximas elecciones presidenciales en US y es francamente preocupante.
Finalmente no sabemos si el mundo vuelva a su normalidad, todo va a depender del tipo de sociedad y su arquitectura social, quizás si mantiene una clase media ancha y creciente, un sistema educativo y sanitario universal e inclusivo y una sociedad tolerante y abierta a la inmigración productiva es posible mantener la democracia liberal, representativa que conocemos, de lo contrario se abren las puertas a los extremos indeseables.
Nos leemos en una próxima ocasión aquí en El Nacional. @estebanoria