La Prensa • Aún no hay plan para reinsertar a los inmigrantes que retornen
A finales del año pasado, el Gobierno boliviano y organizaciones sociales anunciaron planes de empleo para los connacionales que se vieran obligados a volver al país. Hasta el momento, nada concreto
Juan Rojas (54) es un cochambambino que por falta de trabajo regresó de España, el 7 de febrero, junto a sus dos hijos. Gracias a la ayuda económica que recibió de la Organización Internacional para la Inmigración (OIM), ahora se propone montar un taller de cerrajería en Cochabamba, con el cual espera comenzar una nueva vida productiva.
En enero pasado, 23 familias de bolivianos volvieron de España bajo el Programa de Retorno Voluntario impulsado por la mencionada organización, la cual financia los pasajes de avión y otorga a quienes cumplen ciertos requisitos un monto de 1.500 euros (1.900 dólares) como ayuda para emprender un negocio.
La familia de Juan fue una de las seis beneficiadas con este plan que apunta a la reinserción laboral del inmigrante en su país.
En contacto con La Prensa, Juan dijo sentirse feliz de contar con esta ayuda. “Ya envié las proformas a La Paz y espero tener pronto mis herramientas de trabajo, así podré trabajar en la construcción de puertas y ventanas metálicas”, sostuvo.
Pero la suerte de Juan la tienen pocos inmigrantes que actualmente viven en España y que sortean la crisis económica; muchos no tienen ni siquiera para costearse los pasajes de vuelta.
A finales del año pasado, cuando ya se avisoraba un retorno masivo de bolivianos desde Europa —actualmente no existen cifras oficiales al respecto— algunas organizaciones sociales y el propio Gobierno anunciaron planes de empleo para éstos. Sin embargo, meses después, todo parece haberse quedado en buenas intenciones.
En las anteriores semanas, La Prensa ha estado solicitando insistentemente detalles del anunciado plan gubernamental, pero no tuvo éxito. Funcionarios del Ministerio de Trabajo se excusaron de hacerlo arguyendo que dicha entidad se encuentra en etapa de organización tras la remoción de cargos jerárquicos.
¿Volver para qué?
Aunque muchos connacionales han manifestado su deseo de volver al país, la pregunta: “¿Volver para qué?”, en última instancia, todavía los mantiene en el exterior en espera de mejor suerte.
En todo caso, ¿cuál es el escenario que éstos encontrarán en Bolivia? consultó La Prensa al sociólogo René Pereira y a la investigadora Silvia Escóbar.
Pereira explica que con un retorno masivo de inmigrantes “indudablemente se va a tener una presión muy fuerte por el menguado y disminuido mercado de trabajo (de Bolivia) y que va a generar una estampida en el indicador de la tasa de desempleo”.
La situación puede tornarse “dramática” —advierte el especialista— al considerar, en términos absolutos, que unas 300 mil personas necesitan empleo. Además puede haber una precarización de éste: trabajos eventuales, salarios muy bajos, horarios extremos.
En este escenario, apunta, no se encontrarán posibilidades de un empleo formal, aunque otra alternativa es insertarse al sector informal urbano.
Por otro lado, Pereira avisora que este año el Gobierno no tendrá tiempo para hacer gestión económica y el desarrollo. “Será un año fuertemente influido por lo político y lamentablemente las políticas apremiantes y urgentes, como el desarrollo productivo e industrial, quedarán un poco postergadas”.
En suma, según este analista, el retorno de inmigrantes tendrá implicaciones de diverso orden: pobreza, criminalidad, inseguridad e inestabilidad social.
Frente a este escenario ¿qué hacer? Pereira sostiene que se debe dar importancia al aspecto de inmigración, pero en un sentido integral y vincularlo con el desarrollo. “Hay que tener —añade— un respaldo político explícito del Gobierno en esta materia”.
Similar posición tiene Silvia Escóbar, del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA). “Cuando se habla de la inmigración, se habla de un problema estructural y de gran envergadura para el que se necesitan respuestas grandes”.
En criterio de Escóbar, deben perfilarse políticas jurídicas integradas en el largo plazo que den prioridad al desarrollo de la producción, de la fuerza de trabajo y a una mayor articulación entre sectores productivos, como la manufactura y la agricultura; todo esto orientado a promover la reinserción laboral que conlleva, entre otras cosas, a mejorar el salario.
En principio, según la especialista, quienes retornen al país se darán cuenta de que las condiciones por las que emigraron no han cambiado, es más, encontrarán una situación agravada aún más por una crisis que, por sí misma, afectará el crecimiento económico y, por tanto, la capacidad de generación de empleo. Además, agrega, el problema se dará también en España, donde los inmigrantes aceptarán también ingresos menores, lo cual afectará el envío de remesas al país.
Mientras unos vuelven a su país, otros sortean la crisis
La crisis económica en España ha incorporado a los inmigrantes latinoamericanos a las filas del desempleo, pero pese a la situación, muchos no planean retornar a sus países de origen, de momento.
Es el caso de Elízabeth, procedente de la República Dominicana y con dos hijos, quien salió hace nueve años de su país para buscar “una vida mejor”.
Esta dominicana vivía en Guadalajara, cerca de Madrid, pero decidió irse a la capital española en busca de empleo cuando perdió su trabajo de camarera en aquella ciudad el pasado septiembre.
“No me planteo volver a la República Dominicana, pero sí que estamos pensando en volver a Guadalajara, porque al menos allí los pisos son más baratos, no podemos pagar 300 euros (375 dólares) por una habitación aquí”.
El marido de Elízabeth tuvo que cerrar el bar que regentaba en Guadalajara y enviaron a su hijo, nacido en España, “a Pamplona (en el norte) con sus abuelos, quienes afortunadamente se encargan de él”, mientras ellos encuentran otro trabajo.
“No me preocupa el dinero, siempre sale algo”.
Lucía y Juan son un matrimonio peruano residente en Madrid, ella dejó de trabajar hace ocho meses por maternidad y no ha vuelto a encontrar otro empleo. Él cobra el subsidio de desempleo, “pero se le termina el próximo mes”.
“Tenemos un niño que ha nacido el cuatro de enero y estamos desesperados. A ver si conseguimos un trabajo para seguir aquí, aunque no nos planteamos volver a Perú porque allí la situación es mucho más crítica”, asegura Lucía.
Esta peruana, quien lleva siete años en España, confiesa que están “ajustados, pero tirando hacia delante y ven las cosas positivamente porque sino no vamos a llegar a ningún sitio”.
Los estragos de la crisis económica entre la población inmigrante, colectivo que sólo en enero pasado perdió 38.000 empleos, coinciden con las denuncias de la existencia de redadas indiscriminadas por parte de la Policía española contra inmigrantes, especialmente los que están en situación irregular.
Una de las principales consecuencias de la crisis económica en España es el imparable incremento del desempleo, que en enero alcanzó una cifra total de 3.327.801 desempleados.
Algunas iniciativas para inmigrantes bolivianos
La Asociación de Cooperación Bolivia España (Acobe) gestiona préstamos bancarios.
Acobe también da cursos de capacitación sobre emprendimiento empresarial.
La Pastoral de Movilidad Humana prevé capacitar a nivel técnico a inmigrantes en 2009.
70 familias se beneficiaron en 2008 del Programa de Retorno Voluntario de la OIM.
30 de las 70 familias accedieron a planes de ayuda para emprender un negocio.
De las 30, el 70 por ciento conserva el negocio y el resto vendió sus herramientas.
182 mil personas estuvieron desempleadas en Bolivia en 2008, según Alerta Laboral.
240 inmigrantes retornan al país cada mes, según la Embajadora de Bolivia en España.
250.000 bolivianos viven en España, según el citado despacho diplomático de Madrid.
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