Producción agrícola y uso de insumos

Descripción

Los datos del censo agropecuario de 2013, nos revelan que en todos los departamentos —menos en el de Santa de Cruz— la mayor parte de las unidades productivas agropecuarias (UPA), siguen haciendo uso de semillas criollas.

Una proporción mucho menos importante de UPA hacen uso de semillas mejoradas; es decir, de semillas que son producidas a través de métodos más especializados como la polinización controlada. El uso de semillas certificadas no está muy extendido, pues sólo Santa Cruz y Tarija presentan porcentajes relativamente importantes de UPA que las utilizan. Tanto las semillas mejoradas como las semillas certificadas, son generalmente utilizadas por UPA fuertemente articuladas al mercado y, por tanto, especializadas en la producción de determinados cultivos.

La información del censo agropecuario publicada por el INE no da cuenta de la extensión de las superficies cultivadas con estos tres tipos de semillas. Sin embargo, según información del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF), el 54% de las tierras cultivadas en el país (1.8 millones de hectáreas) utilizan semillas certificadas por este instituto estatal. Según esta misma fuente, los cultivos con mayor demanda de semillas certificadas son la soya (que como se sabe hace uso masivo de semillas transgénicas), la papa, el maíz, el trigo y el sorgo[1].

En relación al uso de abonos, en las regiones del Altiplano y los valles los porcentajes de UPA que usan abono orgánico son importantes, situación que difiere con la situación de las UPA de la región de los llanos donde el uso de los mismos no es significativo. Sin embargo, los porcentajes de UPA de tierras altas que también usan abonos químicos como Tarija, Cochabamba, Chuquisaca y La Paz son relevantes. Aquellos cultivos que son destinados al mercado son generalmente fertilizados con abonos químicos, mientras que buena parte de los cultivos destinados al auto consumo son generalmente fertilizados con abonos orgánicos.

En lo que se refiere al uso de productos para el control de plagas y enfermedades de los cultivos, los datos del censo agropecuario revelan que una buena parte de las UPA del país (45,8%) usan productos químicos para enfrentar estos problemas. Un 10,2% de las UPA siguen recurriendo al uso de productos naturales; por ejemplo, plaguicidas hechos con plantas de olor fuerte como el ajo, cebolla, ají, tabaco, entre otros. Y un menor porcentaje de UPA (6,4%) recurren al control biológico; es decir, al método que utiliza organismos vivos para controlar las poblaciones de otro organismo.

Finalmente, se debe resaltar que si bien, como se ha visto, una importante proporción de UPA hacen uso de semillas no transgénicas, abono orgánico y productos naturales o biológicos para el control de plagas y enfermedades, sólo 15.260 UPA, es decir, el 1,7% del total de UPA censadas en el país, declaran tener cultivos con la respectiva certificación orgánica.

 

La Paz 29 de noviembre de 2016


[1] La Razón15/02/2016