Descripción

En 2010, el gobierno intentó —sin éxito— incrementar el impuesto a los combustibles  para  mejorar  la  retribución  a  las  empresas  transnacionales  a  través  del  denominado  “gasolinazo”.  Posteriormente,  ese  intento  fallido  fue  retomado mediante el Decreto Supremo 1202 de abril de 2012, por el que implementó un incentivo de 30 dólares por barril de petróleo producido, que elevó significativamente la retribución a las petroleras. Con la nueva Ley de Incentivos ese fenómeno  se  ampliará  debido  al  incremento  en  el  valor del incentivo y a que su cobertura se ampliará a la producción de condensado.

Cartilla del GSPF 12: Incentivo petrolero revierte excedente en favor de las transnacionales petroleras

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