Descripción

La agenda noticiosa y política, dominada por las elecciones generales, destacó la presencia de la crisis de abastecimiento de combustibles como uno de los principales problemas que deberá enfrentar el nuevo gobierno salido de las urnas. La concentración sobre ese asunto ha llegado a tal punto que el debate electoral de la segunda vuelta se ha limitado, lamentablemente, al problema del financiamiento de la importación de gasolina y diésel, si con préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) o “al fiado”.
Sin embargo, una mirada más profunda del sector energético del país –más allá de la coyuntura– nos revela que los problemas que afronta son estructurales y consecuencia de un modelo de producción y consumo adoptado hace mucho tiempo.

Aportes para el debate 5: La obsesión por la oferta y la crisis energética: un problema estructural

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