Foro Desigualdades y Pobreza Multidimensional se realiza este viernes en el paraninfo de la UMSA
- 6:30 PM
- La Paz
FORO
DESIGUALDADES Y POBREZA MULTIDIMENSIONAL
DESAFÍOS DE LA POLÍTICA PÚBLICA
Paraninfo UMSA. Avenida Villazón y Juan José Pérez
La Paz, 27 de septiembre de 2019
A partir de 18:30
Con la participación de la investigadora del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario, Silvia Escóbar, del director de Instituto de Asistencia Social Económica y Tecnológica (INASET), Enrique Velasco, y del catedrático Ángel Zaballa, se realizará este viernes el Foro Desigualdades y Pobreza Multidimensional – Desafíos de la Política Pública, en su segunda versión.
El encuentro, organizado por el CEDLA, la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), la carrera de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y Financieras, a través de su cátedra de Economía Política, que se efectuará en el paraninfo universitario, avenida Villazón y Juan José Pérez, este viernes 27 de septiembre, a partir de las 18:30.
Actualmente, la pobreza multidimensional en Bolivia supera ampliamente a la pobreza medida por ingresos, de acuerdo con una investigación de este Centro de estudios, presentada el pasado 31 de julio, durante el seminario internacional Desigualdades y Pobreza Multidimensional, apoyado por la Embajada de Suecia en Bolivia.
El interés de los organizadores es reflexionar sobre ambos temas, especialmente las causas estructurales y los desafíos de la política pública para superarlas.
En 2017, los pobres por ingresos eran el 34%, mientras que los pobres multidimensionales llegaban al 61%, precisó la investigación del CEDLA, que advirtió sobre más desigualdades y un mayor empobrecimiento multidimensional de la población.
El estudio enfoca la pobreza como ausencia de los derechos humanos individuales y colectivos fundamentales.
Determina que, “cuando las estadísticas oficiales priorizan solamente el enfoque de la línea de pobreza, se tiende a ignorar otro conjunto de derechos que inciden en la calidad de vida de las personas y cuya situación debiera considerarse con la misma importancia en las decisiones de política pública”.
MÚLTIPLES DIMENSIONES
El reporte titulado Medición de la pobreza multidimensional Bolivia 2017, señala que el mejor futuro del país está comprometido “por las condiciones de acaparamiento de las oportunidades de acumulación”, las cuales privilegian —en manos de capitales transnacionales y de la burguesía nacional— “la generación, apropiación y uso desigual del excedente económico” del país.
La publicación será difundida durante el Foro de este viernes en la UMSA, igual que el texto principal Desigualdades y pobreza en Bolivia. Una perspectiva multidimensional, de Silvia Escóbar, Wáter Arteaga y Giovanna Hurtado.
La medición halló que para 2012, con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el 37% de la población era pobre por ingresos y el 58% era pobre multidimensional.
Pero cinco años después, en 2017, con datos de INE y CEDLA, si bien el primer grupo había bajado al 34%, el segundo había subido al 61%.
En CEPAL y CEDLA, la pobreza multidimensional se mide con la metodología desarrollada por la Iniciativa sobre Pobreza y Desarrollo Humano (OPHI) de Oxford, analizando algunas dimensiones comparables, tales como recursos (monetarios y no monetarios), oportunidades (salud, educación, empleo, vivienda y servicios básicos), y otras como participación política y seguridad humana (alimentaria y seguridad física).
ESCUCHA LA ENTREVISTA A LA INVESTIGADORA SILVIA ESCOBAR SOBRE Desigualdades y Pobreza Multidimensional en Bolivia
PESE A LA BONANZA
La investigación recuerda que pese a enfrentar un entorno económico distinto de la bonanza que duró hasta 2014, “muchas de las políticas aplicadas por el gobierno del MAS continúan teniendo como referencia una economía en auge, con elevada disponibilidad de recursos externos, altos precios de materias primas y expansión de la actividad económica”.
Será imposible, por ello, sostiene el estudio del CEDLA, revertir las pérdidas recientes en producción, empleo, salarios e ingresos fiscales.
Tampoco se podrá responder a las demandas postergadas en salud, educación, vivienda y servicios básicos que crecientemente movilizan a la población.Previene también que una política fiscal regresiva y un gasto social condicionado por el creciente déficit fiscal y los menores precios de las materias primas exportadas, hacen prever el reforzamiento de las desigualdades y el mayor empobrecimiento multidimensional de la población.
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