Sputnik Mundo • El gas boliviano, entre la falta de extracción y la falta de mercados

La firma de un nuevo acuerdo entre Argentina y Bolivia por la venta de gas pone en evidencia que en este país no alcanzan a extraer las cantidades comprometidas. El investigador Carlos Arze, del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), considera necesario impulsar la producción de energías alternativas.

Por: Sebastián Ochoa / Sputnik Mundo

En el último día de 2020, Argentina y Bolivia firmaron una nueva adenda al contrato para la venta de gas vigente desde 2006. Acordaron, hasta finales de este año, que por el gasoducto se irían hasta 20 millones de m cúbicos diarios de gas, cuando el acuerdo original establecía que fueran 27 millones m3 diarios. ¿Por qué se produjo esta baja, que se registra desde 2014? Por una parte, Argentina comenzó a proveerse de su propio shale gas, del yacimiento de Vaca Muerta, con lo cual se dirige al autoabastecimiento. Y Bolivia, por motivos «geológicos», no logra acrecentar su producción de este energético.

En 2006, los entonces presidentes Néstor Kirchner (2003-2007), de Argentina, y Evo Morales (2006-2019) firmaron un acuerdo para la venta de gas boliviano durante 20 años, hasta 2026. En los 15 años que lleva vigente este convenio, se realizaron cinco adendas, que son modificaciones a los términos originales del documento. La última se firmó el 31 de diciembre de 2020.

Son 15 años en los cuales las energías alternativas ocuparon más espacio, así como el mercado de la electricidad. Años en los cuales Estados Unidos, Rusia y Arabia Saudita se convirtieron en los mayores exportadores de gas, podio logrado a partir de la implementación del fracking.

«El primer problema es que no se conocen los textos de los últimos acuerdos, que son las adendas al contrato original. Desde la cuarta adenda que no tenemos acceso público. Pero el dato más importantes del último contrato es la reducción en los volúmenes de gas enviados», dijo a Sputnik Carlos Arze, investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA).

Las dos campanas

En la renegociación del contrato entre Argentina y Bolivia hay dos versiones. El país presidido por Alberto Fernández filtró información a través de la agencia estatal Télam. Por su parte, el Ministerio de Hidrocarburos de Bolivia distribuyó un comunicado, cuyos datos disienten en cierta medida con la versión argentina.

De acuerdo a la información de Télam, Bolivia se comprometió a enviar 11 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d) de gas entre enero y abril. Entre mayo y agosto, que son los meses más fríos, incrementarían a 14 MMm3/d. En septiembre se reduciría a 13 MMm3/d y para la llegada del verano bajaría a 10 MMm3/d.

De cumplirse estos números, Bolivia estaría reduciendo su envío de gas en un 30% con relación a 2020, cuando se llegó a enviar 20,4 MMm3/d durante el invierno.

Pero según el comunicado del Ministerio de Hidrocarburos, en el contrato Bolivia se comprometió a enviar un mínimo de nueve millones de metros cúbicos diarios y un máximo de 20,4 MMm3/d. Lo mismo que en 2020.

Sputnik intentó tener la palabra de alguna autoridad de este ministerio, pero no fue posible porque —adujeron— les aquejaban múltiples tareas.

Según la campana argentina, Bolivia en la última adenda redujo el precio de su gas. Esto se debería a que no pudo cumplir con los volúmenes comprometidos en el contrato. De acuerdo a la Secretaría de Energía de ese país, los representantes de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) acusaron «razones geológicas» que impedirían alcanzar la cifra acordada.

«En 2015, Bolivia estaba produciendo hasta 61 MMm3/d. Pero en el último año no hemos llegado a 50 MMm3/d. Hay una caída vinculada con la reducción de los yacimientos viejos. Los grandes megacampos ya están cansados y entregan muy poco gas. Además, no hay nuevas incorporaciones de yacimientos importantes», explicó Arze, quien estudió Economía en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), de La Paz.

Más gas

El 24 de diciembre de 2020, el presidente Luis Arce anunció que en el bloque Caipipendi, del departamento de Tarija, se descubrió un campo de gas natural con una reserva de un trillón de pies cúbicos —TCF, por sus siglas en Inglés—. Esta zona es explotada por las empresas Repsol, de España, la europea Shell, la argentina Pan American Energy (PAE) y YPFB.

En 2018, la empresa canadiense Sproule informó que Bolivia cuenta con una reserva comprobada de gas de 10,7 TCF, que a este ritmo de explotación se agotaría en 14 años, es decir en 2032. Si el anuncio de Arce se comprueba, el país contaría con 11,7 TCF.

Actualmente, Bolivia solamente vende gas a Argentina y a Brasil, además exporta gas licuado de petróleo (GLP) a Paraguay y a Perú. A partir de 2023 prevé exportar este energético a la empresa Acron, de Rusia.

En 1999, Brasil suscribió un contrato con Bolivia por la compra de hasta 30 MMm3/d durante 20 años, plazo que se cumplió en 2019. Desde entonces, se envían hasta 10 MMm3/d al país gobernado por Jair Bolsonaro, destinados mayormente a empresas privadas de los estados del sur. También recibe gas natural licuado (GNL) proveniente de Asia.

«Cambió el mundo del gas. Ahora hay demasiado GNL. Los precios con los que vendemos a Brasil son bastante bajos. Pero en un momento Brasil ha montado estas regasificadoras en sus puertos, adonde traen mucho GNL», explicó Arze. «Además, mediante ley se estableció un programa de impulso a la propia producción de gas de Brasil, para dejar de depender de las importaciones de Bolivia», dijo.

«Un elemento nuevo que ha aparecido, es que hay leyes, normas, programas en muchos países para impulsar las energías limpias alternativas», comentó el investigador del CEDLA. «Se está apuntando a que haya un cambio en el uso de combustibles fósiles por energía eléctrica», evidenció.

«Es muy difícil la perspectiva para el sector del gas. Se acabó su ciclo. Deberíamos pensar en otros tipos de negocios, en otro tipo de matriz productiva. Es fundamental apuntar a la capacidad hidrológica que tenemos para producir energía eléctrica», además de eólica, solar y térmica, mencionó Arze. Y agregó: «También debemos apuntar al desarrollo de la industrialización del litio, para estar al día en los mercados energéticos».

Fuente: https://mundo.sputniknews.com/america-latina/202101161094133920-el-gas-boliviano-entre-la-falta-de-extraccion-y-la-falta-de-mercados/