Página Siete • En 2020 la tasa de desempleo cerró en 8,4% por la pandemia
Analistas ven que la flexibilización de las restricciones ayudó a bajar las tasas altas de julio, pero la falta de trabajo aún golpea a mujeres, jóvenes y profesionales.
Por: Lidia Mamani / Página Siete
En 2020, el país cerró con una tasa de desempleo del 8,4%, aunque el Gobierno asegura que hasta enero de este año varios sectores muestran reactivación y hay una mayor ocupación, pero revertir ese elevado índice va a demorar. Comparado con las tasas de julio del año pasado, analistas dicen que hay menor desocupación, pero que la falta de trabajo golpea más a jóvenes, mujeres y profesionales.
De acuerdo con las cifras elaboradas por el Ministerio de Economía, para su rendición pública de cuentas inicial 2021, prevista para el 26 de marzo próximo, la tasa de desempleo abierto urbano desestacionalizada durante 2020 se disparó a 12,6% en julio pasado, luego fue descendiendo y cerró con un índice de 8,4%. A enero de este año llega a 8% (ver gráfica).
Asimismo, destaca que la economía muestra una reactivación y hay más personas ocupadas en el sector de la industria manufacturera en la que la cantidad de personas con trabajo subió de 518.644 a 564.905. La comparación es entre enero de 2020 y similar período de este 2021, es decir un incremento del 8,9% (ver gráfica).
En el sector agropecuario el número subió de 182.021 personas a 213.260 un 17,2% más; en el comercio, el número de las personas ocupadas se incrementó de 837.493 a 938.120, es decir 12% más.
Anteriormente, el Gobierno señaló que “la pésima gestión económica y social” en los 11 meses del gobierno transitorio derivó en la falta de una política integral para la preservación del empleo, lo que conllevó a un acentuado incremento en la tasa de desempleo.
El análisis
La directora ejecutiva del Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (Inesad), Beatriz Muriel, afirmó que el incremento de la tasa de desempleo, a partir de mayo de 2020, es una consecuencia de la crisis sanitaria derivada de la Covid-19, que condujo a medidas de aislamiento.
“Desde abril la producción privada cayó fuertemente y, con esto, las contrataciones (formales o no) laborales. La tasa más alta se registró en julio, pero después cae sistemáticamente hasta cerrar diciembre con el 8,4%”, explicó.
Añadió que la cifra de 8% de enero tiene que ver con la regularización de las actividades económicas, pero aún es una tasa superior a la que se registró en similar mes del año pasado, cuando llegó al 6,6%.
“Es importante entender que el mayor empleador del país es el sector privado formal e informal; entonces, el desempeño del desempleo responde al comportamiento económico de estos sectores. El Gobierno puede apoyar a la generación de empleo con políticas activas, como fue el Plan Nacional de Empleo de Emergencia, pero desde noviembre pasado a la fecha, el Gobierno no ha implementado algo parecido”, analizó Muriel.
Bruno Rojas, investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), coincidió y dijo que la reducción de la tasa de desempleo respecto a julio tiene que ver con la reactivación de la economía, principalmente el sector informal, más que por políticas.
Indicó que en 2019 la economía boliviana ya mostraba cifras “preocupantes” por un menor crecimiento, hecho que empeoró en 2020 con la pandemia.
“Desde mi punto de vista baja el desempleo como efecto del dinamismo de la propia economía movida por el sector informal, pero no fue por efecto de políticas concretas, que de hecho no hay ni una sobre el empleo. Sólo hay las bolsas de trabajo que sólo generan ocupación temporal”, afirmó.
Además aclaró que la tasa de desocupación a la que hace referencia el INE es un promedio general, hecho que no refleja el desempleo juvenil, femenino o profesional. Por ejemplo en el primer caso, la tasa se acerca al 20%.
Para Rojas revertir el índice alto de desempleo demorará. Para ello, desde el Gobierno se debe impulsar el apoyo a sectores económicos y productivos para que generen empleos sostenibles y con seguro laboral, y no lanzar sólo programas temporales como en la construcción.