El País • Jóvenes chocan con la banca y no logran acceder a una vivienda en Tarija
El problema de acceso a vivienda para muchos jóvenes no solo tiene que ver con los requisitos de las entidades bancarias, sino también con el costo que hoy en día tienen los inmuebles en la ciudad de Tarija
Por: Andrea Angelo / El País
La precariedad laboral, los reducidos salarios y los elevados costos del mercado inmobiliario en la ciudad de Tarija generan que una gran cantidad de jóvenes de entre 25 a 35 años aún no puedan acceder a la financiación de un crédito de vivienda o terreno, sumado a la gran cantidad de requisitos que piden las entidades financieras en el país.
En Bolivia, la Constitución Política del Estado (CPE) reconoce el derecho de toda persona a un hábitat y vivienda adecuadas que dignifiquen la vida familiar y comunitaria y obliga al Estado a impulsar planes de vivienda social. Sin embargo, para los jóvenes el acceso a una vivienda propia está muy alejado de la realidad.
Así lo explica Brayan B. C., Ingeniero Comercial de profesión, quien a sus 29 años y con un poco más de 3 mil bolivianos de salario ya chocó con banca privada al momento de querer independizarse.
Brayan, en entrevista con El País, revela que acudió a diferentes entidades financieras para consultar sobre el crédito de vivienda luego de escuchar a autoridades de gobierno emitir declaraciones sobre propuestas de “acceso fácil” para la compra de casas o terreno dirigido a jóvenes de hasta 28 años de edad.
“Fue alentador escuchar que los jóvenes podamos acceder a créditos de este tipo, apenas escuché me fui a diferentes bancos para averiguar al respecto, pero en todo ello me pedían un montón de requisitos, como boletas de pago, aportes a la AFP, y tener un ingreso líquido de al menos 4 mil bolivianos, o estar casado”, mencionó.
Por una situación similar atravesó Marisabel Romero, quien también registró dificultades para acceder a un crédito de vivienda. De acuerdo a la entrevistada, incluso ella iba a contar con el apoyo de sus padres para el pago de las cuotas del banco, sin embargo, se topó con que debía endeudarse 30 años solo para comprar un terreno en una zona alejada de la ciudad.
Romero señala que la idea de comprar una casa o terreno es una ilusión que tiene no solo por ella, sino por sus padres quienes aún no cuentan con una vivienda propia. “Desde que tengo memoria hemos vivido en anticrético, cada dos o tres años nos tenemos que trasladar porque el contrato fenece y eso no nos ha permitido tener una estabilidad”, relata.
Para Brayan, el problema de acceso a vivienda no solo tiene que ver con los requisitos de las entidades bancarias, sino también con el costo que hoy en día tienen los inmuebles en la ciudad de Tarija. La situación es un poco más complicada aún para aquellos jóvenes que son padres o los que trabajan bajo la modalidad de consultoría y no cuentan con estabilidad laboral ni solvencia financiera.
Bajas probabilidades de acceso a vivienda social
Datos correspondientes a la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), develaron que el departamento de Tarija ocupa el quinto lugar en acceso al crédito de vivienda social en el país, con solo 4.350 familias que en porcentaje corresponde a un 5,5 por ciento beneficiadas.
Por otro lado, el departamento que cuenta con mayor cantidad de beneficiaros con créditos de vivienda social es Santa Cruz, con un total de 29.766 familias, lo que en porcentajes se traduce a un 37,5 por ciento.
A nivel nacional, las entidades financieras ofertan créditos de hasta el 100% de financiamiento para adquisición, construcción y refacción y la ampliación de la primera vivienda. Por 25 a 30 años plazo. Sin embargo, un dato revelador es que para acceder a una vivienda, muchos jóvenes tienen, o tendrían, que dedicar más del 60% de sus ingresos mensuales a pagar el préstamo hipotecario.
El empleo es un factor determinante
Un estudio de percepción ciudadana realizado por la dirección de Ciencia, Tecnología e Investigación de la Universidad Juan Misael Saracho, aplicada entre 1.410 personas mayores de 18 años, casi la mitad menores de 25 años, revela que el principal problema de los habitantes tarijeños, hoy en día es el empleo, con un 41 por ciento de menciones, seguido de la inseguridad ciudadana con un 20 por ciento. Asimismo, dejar ver que el acceso a la vivienda también es un problema que preocupa al 3 por ciento de la población.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el índice de desempleo en el país llegó al 8,4 por ciento en 2020. Por su parte, el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) estima que el desempleo juvenil ilustrado llegó al 25 por ciento, en ese mismo periodo.