Los Tiempos • Desempleo subirá al 6% y seguirá en alza por carente estabilidad laboral
Por: Josué Hinojosa / Los Tiempos
Uno de los mayores impactos de la pandemia del coronavirus se refleja en la reducción de fuentes de empleo. Un estudio de Torino Economic proyecta que el país cerrará la gestión 2020 con una tasa de desempleo de casi 6 por ciento, aunque algunos especialistas advierten niveles de hasta un 10 por ciento, a raíz de una inevitable pérdida de fuentes laborales, incluso en el sector público.
El estudio de Torino Economic, la unidad de investigación económica de Torino Capital, un banco de inversión y corredor de bolsa con sede en Nueva York, Estados Unidos, refleja que la tasa de desempleo en 2019 llegó al 4,83 por ciento y que, en 2020, a causa de la pandemia y la paralización de la economía, subirá al 5,5 y 6 por ciento.
La proyección se sustenta en datos publicados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que estima la pérdida de un millón de empleos formales y 4,2 millones de informales en el largo plazo como consecuencia de la pandemia.
La tasa de desempleo hace referencia al porcentaje de desocupados con relación a la población económicamente activa, la cual, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), actualmente supera los seis millones de habitantes.
Sin embargo, el vicepresidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz, Juan Pablo Suárez, afirma que las cifras oficiales no son confiables, debido al alto nivel de empleo informal y marginal, de modo que la población económicamente activa oscila entre 4 y 5 millones.
Suárez explica que el desempleo está ligado con el crecimiento económico, pues si no hay empleo, no hay consumo y no se reactiva la economía. En ese sentido, señala que la tasa de desempleo llegará al 10 por ciento en 2020.
Aunque el Gobierno nacional aprobó al menos cuatro decretos orientados a la preservación del empleo durante la cuarentena, Suárez considera que la pérdida de fuentes laborales es inevitable. “Esto es como la ley de la gravedad: si las empresas cierran, si no tienen ingresos, no pueden tener empleados. No es cuestión de un decreto”.
El Decreto Supremo 4199 establece la continuidad del pago de salarios de los trabajadores del sector público y privado durante la vigencia de la cuarentena total, mientras que el 4216 crea el Plan de Emergencia de Apoyo al Empleo y Estabilidad Laboral, que tiene la finalidad de inyectar recursos a las empresas, a través de la banca, para el cumplimiento del pago de salarios a los trabajadores.
Sin embargo, en opinión de Suárez, este tipo de normas orientadas a la inamovilidad laboral sólo incrementa el número de despidos y desempleo. “En vez de que la empresa despida a dos trabajadores para poder subsistir, va a preferir cerrar; eso es peor, en vez de quedarse con dos o tres trabajadores se quedará con ninguno”, subraya el especialista.
Por su parte, el economista Germán Molina considera que la tasa de desempleo en Bolivia superará el 8 por ciento en 2020 con tendencia a incrementarse en 2021. Explica que en la actualidad el sector público mantiene instituciones sin realizar ajustes en sus elevadas planillas de sueldo porque eso desencadenaría una mayor crisis y porque el país vive un periodo electoral.
Sin embargo, Molina señala que las planillas del sector público deben ser ajustadas por el nuevo Gobierno, de modo que es previsible el aumento de personas sin una fuente laboral en 2021.
Inestabilidad laboral
La vulnerabilidad del empleo formal en los sectores público y privado también es advertida por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) en su estudio titulado “Trabajadores y crisis de la
Covid-19: “llueve sobre mojado”. Allí se menciona que la contratación temporal sin derechos facilita el despido.
“El 29% de los ocupados en la empresa privada y el 22% de los ocupados en el Estado carecen de estabilidad laboral. Si esto es así, lo que se espera como efecto de la crisis es un gran desempleo y una mayor precariedad laboral, muy difíciles de revertir incluso en el mediano plazo”, dice la publicación.
También hace referencia a la contracción de la economía boliviana por encima del -3 por ciento, lo que implica una recesión sin precedentes que ya empezó a ser visible. “Con esta tendencia, el desempleo urbano y la inactividad forzada aumentarán a niveles nunca conocidos, afectando los ingresos y los medios de vida de la mayoría de los trabajadores”.
Caen los tributos
La pérdida de empleos formales y el engrosamiento del sector informal generan una afectación al sistema tributario. En consecuencia, Molina sugiere adoptar medidas políticas que viabilicen la inyección de liquidez para que las empresas puedan iniciar su reactivación económica. Considera que el país vive en una situación dramática que se complicará en el periodo posterior a las elecciones.
ESPECIALISTA SUGIERE FLEXIBILIZACIÓN LABORAL
JOSUÉ HINOJOSA
Ante el inminente aumento del desempleo en Bolivia, el vicepresidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz, Juan Pablo Suárez, considera necesaria la implementación de políticas de flexibilización laboral con la finalidad de aumentar, básicamente, la demanda de mano de obra.
Suárez señala que la contratación de personal por horas trabajadas o la reducción del salario mínimo nacional (2.122 bolivianos) son medidas que pueden levantar el empleo.
“Que nos olvidemos de las indemnizaciones laborales, porque todo lo que eso hace es que las empresas no se animen a contratar a nadie, entonces hay que flexibilizar para que las empresas contraten”, indica Suárez.
También considera urgente flexibilizar el acceso a créditos, puesto que los lanzados por el Gobierno no tienen efectos positivos.
Por su parte, el Cedla, en su estudio “Trabajadores y crisis de la Covid-19: ‘llueve sobre mojado’”, propone al Gobierno encaminar políticas para estimular la actividad económica priorizando rubros productores de bienes esenciales y con capacidad de generar mayor valor agregado, empleos y protección social.
El estudio sugiere acuerdos de financiamiento con los sectores empresariales y mypes que se sujeten a la estabilización y creación de empleos, y la protección de trabajadores mediante el aumento de la cobertura de la seguridad social.
POLÍTICA DE BONOS DEBE CONTINUAR
El economista Germán Molina considera que la inyección de recursos a empresas públicas, privadas y hogares bolivianos debe continuar en la próxima gestión de Gobierno para evitar el aumento del desempleo en el país.
A la fecha, el Gobierno creó tres tipos de bonos para beneficiar a la población menos favorecida. Molina también considera indispensable la creación de normas que garanticen la libertad de los emprendimientos en el mediano plazo, ya que la inversión privada es fundamental para el crecimiento del país.