“LA MIGRACIÓN LABORAL AUMENTÓ EN EL PAÍS”

“La migración laboral es un fenómeno que viene creciendo en los últimos años. De acuerdo a datos oficiales, 1.628.821 bolivianos radican en otros países porque decidieron buscar nuevos horizontes y fundamentalmente mejorar sus condiciones de vida”, advierte el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA). La institución analiza la pérdida de derechos laborales en un documento reciente en el que considera que en Bolivia no sólo la migración interna tiene motivos laborales, sino que la emigración, en los últimos cuatro años, ha ido en aumento. “Los movimientos migratorios internacionales, de carácter más definitivo que temporal, se acentuaron durante el período, siendo las razones laborales y la búsqueda de mejores condiciones de vida, los principales argumentos de la emigración. Algunos datos de las oficinas de migración departamentales dan cuenta que desde el año 2000 hasta la fecha creció considerablemente el número de ciudadanos que efectivizaron su salida a países extranjeros. España, Francia y EE.UU. aparecen como los destinos principales, mientras que Argentina y Brasil figuran entre los países latinoamericanos donde se dirigen los flujos de más larga data”, indica el informe. A su vez, datos de la Dirección de Asuntos Externos de la Cancillería revelan que, hasta el año 2004, 1.628.821 bolivianos radican en otros países, debido a que “muchos perdieron la fe en el país, decidieron buscar nuevos horizontes y fundamentalmente mejorar sus condiciones de vida”. En la revisión de los datos, el CEDLA confirma que Argentina es el país con mayor número de emigrantes bolivianos (947.503) seguido de Brasil (250 mil) y Estados Unidos (160.323). Sin embargo, llama la atención sobre el flujo de información extraoficial que daría cuenta de un mayor número de residentes bolivianos, por ejemplo, en Argentina donde habitarían alrededor de 1 millón y medio de connacionales. Estos movimientos migratorios estarían incidiendo fuertemente en la dinámica de la oferta laboral y en la estructura ocupacional del país porque habría que preguntarse —plantea el CEDLA— a cuánto ascendería el número de desocupados, si los emigrantes permanecieran en el país. De acuerdo a estimaciones del propio Centro, hasta el 2004, alrededor de 360 mil personas engrosaron el caudal de desocupados en las ciudades aunque esta cifra podría disminuir este año debido a un leve crecimiento en ciertos sectores exportadores de la economía. Causas estructurales La baja en la tasa de desempleo abierto en los últimos años, sin embargo, no es motivo de optimismo para el CEDLA que identifica causas estructurales en la desocupación. “El programa de ajuste estructural y las reformas al Estado aplicadas desde 1985 no promovieron las condiciones para el desarrollo de la actividad económica y la mejora de la productividad en el país”, señala el documento. “Contrariamente, tuvieron efectos negativos sobre las condiciones de trabajo y de vida de la población”. Por ello, sostiene que en el país, “la ausencia de una visión de desarrollo, la persistencia de políticas restrictivas dirigidas a mantener la estabilidad de precios, los caminos bajos que ha seguido la reestructuración productiva y la concentración de las inversiones en sectores que no conducen a un crecimiento económico de base amplia, configuraron una estructura y funcionamiento del mercado laboral que mantiene un escenario restrictivo para el empleo, la mejora de los ingresos laborales y otras condiciones de trabajo en el mediano y largo plazo.

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