EXPANSIÓN • El petróleo subirá a 80 dólares este año • 17/01/2018

Citigroup, Morgan Stanley, Blackstone o RBC apuntan a la posibilidad de que la subida del Brent se prolongue a lo largo del año, debido a la fortaleza de la demanda y a la inestabilidad en los países productores.

Durante los últimos meses, los analistas del mercado petrolero daban por hecho que, aunque el pacto para reducir el exceso de suministro por parte de la OPEP y Rusia tuviera éxito, el crudo no alcanzaría niveles desorbitados, ya que moriría víctima de su propio éxito. Esto es, al impulsar la cotización del petróleo, el acuerdo abre la puerta a que los países competidores incrementen su producción petrolera, lo que resultaría en una caída de los precios.
Sin embargo, el barril de Brent ha superado con soltura la primera barrera (los máximos de los últimos dos años y medio, en 68 dólares) y cada vez más analistas prevén que siga la senda ascendente, hasta los 80 dólares por barril.
Entre las razones que justificarían este avance, se encuentra una fuerte recuperación de la demanda, así como la existencia de distintos problemas de producción de algunos de los grandes países de la OPEP. Todo ello supondría un lastre para la demanda interna española y pondría otro palo más en la rueda de la aprobación de los Presupuestos.
Desde el punto de vista de la demanda, hay dos factores clave. Por un lado, el mundo encara el año con el crecimiento más robusto desde 2011, con un avance generalizado en todas las áreas geográficas. Esto ha apoyado a su vez el comercio global, alejando los temores que hablaban de un estancamiento de las transacciones internacionales. Todo ello, en conjunto, podría provocar que la demanda mundial de petróleo creciese en 1,5 millones de barriles al día este año, de acuerdo con las previsiones de la OPEP, una cifra muy por encima de la media de los últimos años.
A esto se suma un amplio abanico de elementos que pueden causar disrupciones sobre la oferta, tales como problemas de producción en distintos países, cortes en oleoductos clave o eventuales catástrofes naturales, como los huracanes que azotaron las costas americanas a finales del verano pasado.
Además, la diferencia respecto a los tres años anteriores, en los que el mercado estaba muy bien suministrado, es que ahora la oferta y la demanda se están ajustando cada vez más, por lo que un shock de estas características tendría un efecto proporcionalmente mayor sobre el mercado petrolero.
Entre los países que podrían provocar que el precio del Brent se disparase, se encuentran Irán, Irak, Libia, Nigeria y Venezuela. Mientras que el país caribeño ha sufrido constantes descensos de producción durante 2017 que se podrían prolongar este año, el resto han disfrutado de un más o menos intenso aumento del bombeo que se puede ver amenazado por un incremento de la inestabilidad en estas regiones.
Todo esto ha provocado que los analistas empiecen a revisar sus perspectivas de precios de cara a 2018, algunos de ellos con la vista puesta en los 80 dólares por barril. Citigroup, por ejemplo, ha señalado que contempla como «una posibilidad» que los precios suban hasta los 80 dólares.
En una nota a los inversores, el banco señalaba que «la combinación de crisis geopolíticas podría llevar los precios al entorno de los 70 u 80 dólares», algo propiciado además por el hecho de que «la oferta ya está muy ajustada». RBC Capital Markets también apunta a los 80 dólares, algo que achaca a una probable interrupción del suministro venezolano.
Por su parte, Morgan Stanley desconfía de que el fracking estadounidense pueda seguir el ritmo de la demanda, por lo que revisó ayer al alza, hasta los 75 dólares, sus previsiones de precios para el barril de Brent a lo largo del ejercicio.

Revisiones generalizadas

También Byron Wien, vicepresidente de una filial de Blackstone, apuntaba a los 80 dólares en una lista de posibles sorpresas en los mercados. «La demanda va a continuar creciendo por encima de la oferta», explicaba. «La previsión está fuera del consenso, pero muchos subestiman la expansión de la clase media en los países emergentes y su efecto en la demanda».
Otros analistas apuntan en esta dirección o van incluso más allá. El inversor en petróleo Pierre Andurand señala que incluso los 100 dólares son una «posibilidad nítida». «En 2014, la mayoría de los analistas decían que nunca veríamos precios por debajo de los 100 dólares.
Ahora todos defienden que no volveremos a la etapa anterior, pero no compro la idea de que los costes de producción hayan bajado de forma estructural o que el coche eléctrico tenga un impacto tan grande en la demanda», señala.
Todo ello podría seguir presionando al alza los precios del petróleo este año. No obstante, también hay que tener en cuenta que, si los precios suben demasiado, la OPEP podría reaccionar abriendo de nuevo el grifo del suministro petrolero en su próxima reunión de junio. E, incluso en el caso de que el cártel dejara pasar la cita sin actuar, los productores estadounidenses de fracking podrían incrementar su producción, ocupando parte del espacio dejado por Arabia Saudí, Rusia y sus socios, y reducir la tensión sobre el suministro global. El año pasado, EEUU sumó un millón de barriles diario, aunque esta cifra se está reduciendo.
 
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