¿No que no? Veracruz con más deuda pública

Rafael Arias Hernández / Colaborador
Miércoles, Marzo 19, 2014
Gobiernos municipales y el estatal deben más de lo que dicen y registran.
Lo negado, lo escondido, lo minimizado se hace presente. Deuda pública  mayor, mucho mayor  a lo que se dice,  finanzas en crisis,  poca inversión e insuficiente, bajo muy bajo crecimiento económico, escaso empleo y mal pagado.
Pobreza y marginación aumentan. Violencia  e inseguridad bien gracias. Y también crecen ineficiencia y delincuencia gubernamental.
Lo del agua al agua
Gobiernos municipales y el estatal deben más de lo que dicen y registran. Botones sobran, para muestra el siguiente: ahora resulta que a cincuenta municipios la Federación les puede condonar una deuda que alcanza los 4 mil millones de pesos, aproximadamente. (Agencia imagen. 070314).
Ya desde noviembre del 2013, David Korenfeld, anunció que iniciaría: “…un esquema para la condonación de adeudos que tienen municipios por concepto de derechos y aprovechamiento de aguas nacionales, así como por descargas de aguas residuales, que permitirá, por primera y única vez, que puedan regularizar deudas históricas para proyectar en los próximos años esquemas de financiamiento más sólidos en sus organismos operadores…los viejos problemas de crear infraestructura para entregarle operación a los municipios han sido ineficientes, ya que estos últimos no cuentan con recursos para mantener operando sistemas de drenaje, bombeo o de agua potable, entre otros y la inversión se pierde al no ser utilizada.”(CONAGUA.051013).
Abracadabra… desaparece y aparece la deuda
Dejemos para otra ocasión lo que el incumplimiento-endeudamiento ha ocasionado en el vital asunto del agua y el medio ambiente, como pérdida de oportunidades, inversiones y subejercicios.
Por ahora, baste orientar la reflexión en el hecho, de que prevalece el principio de acción popular del “monje loco”, esto es “nadie sabe, nadie supo y nadie sabrá” Si se lo hacen a la Auditoria Superior de la Federación y no pasa nada. Clara impunidad en éste y otros cuantiosos rubros.
¿Cómo? En un asunto prioritario como el agua, ahora resulta que debemos miles y miles de millones de pesos. ¿Se ha reconocido la magnitud de la problemática?
Una inundación local de silencio oficial intenta cubrir la importante medida difundida por el gobierno federal. El colmo es, que como respuesta oficial, ni siquiera ha habido agradecimientos.
¿Podrá explicarlo algún presunto responsable estatal o municipal; o lo harán ambos? Porque lo importante es que, de acuerdo con la ley, todavía hay que gestionar, comprobar y obtener la condonación. Lo peor que puede suceder (cosa que es altamente posible), es que no se hagan trámites y aportaciones requeridas, se pierda la oportunidad y la deuda siga ahí, creciendo.
Recuérdese: en Veracruz todo es posible, hasta lo correcto.
Obligado explicar los porqués del tamaño y alcances de este endeudamiento, porque hay otros tipos de deudas también importantes.
Más agua al ahogado
Sin entrar en detalles, baste anticipar que preocupa mucho, pero desafortunadamente ocupa menos, el aumento y alcance de dicha ineficiencia y hasta delincuencia gubernamental, que cada vez se hacen más evidentes en cuestiones importantes, vitales para la sobrevivencia y el medio ambiente, como el lamentable manejo del agua para consumo humano, cuyos altos costos cobrados en algunas ciudades veracruzanas son casi de privatización.
Privatización parcial o total que, por cierto, ya está en la intención de actividades gubernamentales e importantes proyectos alentados y apoyados en el Estado.
Y también alarma, lo inútiles y caras que resultan contralorías y actividades de fiscalización, que sólo sirven para simular y cobrar. Convertidas, excepciones aparte, en piedras angulares de la impunidad, cuyo mal o peor funcionamiento es base indiscutible del disimulo, encubrimiento y complicidad.
Pero volviendo al tema de hoy. Sin ir muy lejos, lo evidente salta a la vista. Si sólo en este rubro, cincuenta municipios deben tanto, ¿los 212 y el Gobierno Estatal cuánto deben? Urge información respecto a este importante asunto público.
Porque no hay que olvidar que en Veracruz, salvo unos cuantos (por cierto bien endeudados), los municipios no administran su organismos de agua. ¿Y los registros e informes correspondientes? ¿Hay más deudas de otros tipos?
No me crea. Compruébese. ¿Deben municipios o el organismo estatal encargado?
Importante señalar que este problema no aparece de la noche a la mañana, se oculta y acumula. En muchos casos se presupuesta anualmente su pago, pero no se concreta y se ignora el destino de los recursos; y obviamente, lo que no se paga y acumula no se registra, se esconde o minimiza. Así por trienios y sexenios la deuda crece. No se sabe, hasta que revienta.
Ni checa, ni cuadra
Por donde se vea, tarde o temprano la realidad destapa el inocultable y complicado problema de las malas y peores administraciones públicas, que repercuten en mayor pobreza en todas sus formas, incluyendo ahora, hambrientos y sedientos.
Preciso insistir, en combatir la ineficiencia y, en no pocos casos, hasta erradicar la delincuencia gubernamental que caracteriza a no pocas dependencias.
Imprescindible cumplir y hacer cumplir la ley: “supervisar, vigilar y fiscalizar toda actividad relacionada directamente con el ejercicio presupuestal de los ingresos, egresos y deuda pública, la administración, manejo, custodia y aplicación de los recursos financieros y bienes gubernamentales, y la ejecución de obras y servicios que realizan todos los integrantes del Poder Público” y  de cualquier ente o institución que utilice recursos oficiales, estatales y municipales.
Para demasiados, sigue siendo una aspiración, un objetivo social pendiente: el sometimiento real y efectivo de funcionarios y gobernantes, a la legalidad, eficiencia y economía de la administración de recursos y servicios públicos. Es notorio que muchos no llevan control y registro contable, presupuestario y patrimonial verdadero y actualizado. Persistencia de la corrupción creciente.
Lamentable, sobre todo después de lo mucho que se gasta en capacitación, certificación, auditorias, cuentas públicas e informes, hechos la mayor parte a modo e intrascendentes, reservados o fraccionados. Inútil y simulador sostener y soportar los costosos y “especializados” despachos; las caras, minusválidas y limitadas contralorías, que sirven para lo mismo; y también del dispendioso órgano de “fiscalización superior” que, como es su costumbre, no encuentra nada, excepto uno que otro menor, para entretenimiento o distracción pública. Aguas…
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