lainformacion.com – viernes, 21/03/14
BILBAO, 21 (EUROPA PRESS)
El presidente de Confebask, Miguel Ángel Lujua, ha considerado «positivo» y una «apuesta segura de futuro» que el informe elaborado por los expertos sobre la reforma fiscal que prepara el Gobierno central oriente la fiscalidad a impulsar la competividad. En este sentido, valora que planteen rebajar los tipos del Impuesto de Sociedades, pero no comparte algunos aspectos como el de eliminar, con carácter general, las deducciones fiscales.
En un post publicado en su blog tiulado «Por una reforma fiscal que prime competitividad y empleo», el máximo representante de Confebask se ha referido al informe realizado por los expertos de la Comisión Lagares para una reforma fiscal integral en España.
Lujua indica que habrá que esperar a ver en qué se concreta «lo que hoy solo es una propuesta, cuál es el planteamiento y la decisión definitiva que, en este sentido, adopte el Gobierno», pero subraya que, si «alguna virtud» ha tenido el Informe, es que ha generado «una reflexión y un debate necesarios».
El presidente de Confebask señala que, al margen de otras medidas, por ejemplo, las que se plantean en materia de IRPF para que las familias, especialmente en los tramos de renta más bajos, «dispongan de más recursos, ayudando así a mejorar cohesión y equilibrio social», hay otros aspectos en el informe que afectan más directamente al ámbito empesarial que contienen «elementos de gran interés» que afirma compartir.
IMPULSO A LA COMPETITIVIDAD
A su juicio, «lo más positivo» de todo es que uno de los grandes principios que inspiran la propuesta «sea orientar la política fiscal al impulso de la competitividad, el empleo y la recuperación económica», contemplando «como imprescindible para ello la necesidad de reducir la presión fiscal empresarial».
«Más allá de la sempiterna, y casi siempre falsa, demagogia sobre quien paga más y quien menos, el informe entiende y pone en valor que cuidar la competitividad de las empresas a través de la política fiscal, especialmente cuando en este terreno nos separa tanta distancia de nuestros competidores, es no solo favorecer su supervivencia, sino, sobre todo, la posibilidad de generar a futuro más inversión, crecimiento y empleo, y con ello más recursos públicos que poder distribuir y disfrutar de forma colectiva», ha destacado.
Asimismo, considera «igualmente positivo», que, dentro de la presión fiscal soportada por las empresas, se contemple la reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social, que son «de las más altas de Europa».
A su juicio, esa reducción debería efectuarse, «de manera inmediata», sin «posponerla nuevamente a futuro», ya que incidiría en la recuperación económica y la creación de nuevos puestos de trabajo, que son las «dos principales prioridades».
TIPOS DEL IMPUESTO DE SOCIEDADES
Asimismo, destaca que la propuesta de rebajar los tipos del Impuesto de Sociedades, igualándolos «al menos» a la media europea, como ya planteó en su momento Confebask en el País Vasco, es «otro elemento a destacar del Informe de los expertos».
No obstante, afirma que no pueden compartir que se apueste «con carácter general» por una eliminación de las deducciones fiscales, lo que, a su juicio, «adolece de cierta miopía».
«Es, de hecho, a través de las deducciones como la política fiscal más se convierte en instrumento de política económica, permitiendo incentivar aquellas conductas, por ejemplo, la inversión, la I+D+i o la formación que se considera más crecimiento, empleo e ingresos tributarios pueden generar», indica.
Asimismo, considera también «poco oportuno» limitar en el Impuesto de Sociedades la deducibilidad de los gastos financieros, ya que, a su juicio, sería mejor «aumentar la capitalización de las empresas incentivando el aumento de sus fondos propios, que es lo que se ha hecho, por ejemplo, en la última reforma acometida en el País Vasco y que guarda también relación con lo regulado en otros países europeos».
En relación al objetivo de consolidación fiscal, cree que debería conseguirse más a través de la reducción del gasto público y la lucha contra el fraude fiscal, que «con una mayor imposición».
«Las reformas fiscales no deberían, de hecho, atender como único objetivo la necesidad de obtener nuevos o mayores ingresos, sino diseñar un modelo y una estructura impositiva que contribuya a mejorar el crecimiento, el empleo y el progreso, por cuanto éstos por si mismos ya posibilitan una mayor recaudación y son los que, a la postre, nos permiten un Estado de Bienestar sostenible», agrega.
Lujua indica que el problema del déficit público no va a solucionarse subiendo impuestos «si paralelamente no se racionaliza el gasto y se reduce el techo correspondiente a una época de bonanza ya pasada».
El presidente de Confebask cree que en Euskadi se ha acometido recientemente una reforma fiscal «con algunos aspectos positivos y otros seguramente no tanto». En su opinión, ello no es, sin embargo, «óbice para seguir avanzando, para dar nuevos pasos que permitan mejorar nuestro modelo fiscal, adaptarlo a las necesidades de presente y de futuro, favoreciendo la salida de la crisis, la competitividad de nuestras empresas y su capacidad para generar riqueza».
Lujua añade que reducir la presión fiscal empresarial en la línea que proponen los expertos y primar la competitividad y la política económica sobre el objetivo recaudatorio y de sostenimiento del gasto son «una apuesta segura para un futuro de mayor desarrollo y empleo, pero también de mayores ingresos fiscales y hacia ahí debe seguir impulsándose la actuación y el debate».
(EuropaPress)
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