MÉXICO: Supera deuda ingresos propios en 27 estados
Martes 25 de febrero 2014
Distrito Federal ─ La deuda pública en 27 de las 32 entidades del país representa más de 100% de sus ingresos propios, de acuerdo con las leyes de ingresos locales y los registros de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Coahuila es el caso más emblemático. El endeudamiento total al cierre del 2013, que incluye a las administraciones estatal y municipal, así como organismos de cada nivel de gobierno, fue por 35,543.7 millones de pesos. En tanto, sus recursos propios estimados para el 2014 son por 5,101.1 millones: es decir, su deuda equivale a 696.8% de dichos ingresos.
Lo anterior implica que si el gobierno coahuilense, encabezado por Rubén Moreira, decidiera destinar la totalidad de esos recursos para pagar sus pasivos actuales, tardaría siete años en liquidarlos.
Le siguen Nayarit, con una relación de 691.8%; Quintana Roo, con 592.2%; Nuevo León, con 476%, y Zacatecas, con 446.8 por ciento.
El resto de las entidades son: Morelos, Veracruz, Baja California Sur, Michoacán, Oaxaca, Chiapas, Sonora, Durango, Chihuahua, Jalisco, Colima, Baja California, Tamaulipas, Guerrero, Sinaloa, Estado de México, San Luis Potosí, Tabasco, Aguascalientes, Puebla, Hidalgo y Guanajuato.
Al cierre del 2013, la deuda estatal y municipal ascendió a 482,807 millones de pesos, lo que representó un crecimiento de 11.05% con respecto al 2012.
Actualmente, en su conjunto, el endeudamiento representa 229% de todos los ingresos propios de las 32 entidades federativas, los cuales ascenderían a 210,637.2 millones de pesos en el 2014.
Solamente Tlaxcala, Campeche, Querétaro, Yucatán y el Distrito Federal se encuentran por debajo de la marca de 100% en esta relación, con porcentajes de 0, 37, 59, 97 y 99%, respectivamente.
Los ingresos propios se conforman por impuestos, derechos, aprovechamientos y productos, sin contar el dinero de procedencia federal, considerados por cada una de las 32 leyes de ingresos para el 2014.
MUY COMPROMETIDOS
Esta relación denota, en mayor o menor medida, con cuánto margen de maniobra cuentan los estados para solventar o contratar nuevos créditos, toda vez que entre menos ingresos propios y más deuda se tengan, ésta tendrá que ser respaldada con participaciones federales, comprometiendo ingresos para futuros ejercicios fiscales.
Ricardo Corona, coordinador de Finanzas Públicas en el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), advierte sobre la persistente falta de responsabilidad por parte de las administraciones estatales a la hora de generar ingresos propios, recurriendo al endeudamiento.
“La dependencia de recursos de procedencia federal que se destinan a la garantía de la deuda cada vez está más comprometida. Esto tiene que ver con la sustentabilidad de los pasivos en las entidades federativas (…); este contexto te dice que ha ido creciendo el descontrol en la contratación de deudas”, comenta.
Por su parte, Carlos Barragán, investigador del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) comenta que para este ejercicio fiscal los estados recibirán más participaciones, lo que incrementará la dependencia respecto de esta vía de financiamiento federal: “Es una bendición y un problema a la vez. Tendríamos que mantenerlo en la mira en los próximos años para ver si se plantea una reforma hacendaria del lado del gasto (que quedó pendiente en la pasada reforma fiscal)”.
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