BRASIL: Superávit de presupuesto de Brasil debe ser "realista": S&P

19 de febrero de 2014
Brasil necesita proponer ahorros de presupuesto alcanzables este año para convencer a los inversores y agencias de calificación de que podrá mantener su carga de deuda por un camino sustentable, dijo el miércoles un analista de Standard & Poor’s.
El ministro de Hacienda, Guido Mantega, anunciará el jueves la meta de superávit de presupuesto de Brasil para el 2014, que muchos analistas temen sea demasiado pequeña o que no sea lo suficientemente creíble como para tranquilizar a los inversores preocupados sobre un reciente deterioro de los fundamentos de la economía doméstica.
Los esfuerzos del Gobierno por lograr ahorros sustanciales en el presupuesto se ven complicados por la debilidad de economía y las continuas presiones de gastos en un año electoral, en el que la presidenta Dilma Rousseff buscaría la reelección.
Una grave sequía que ha aumentado los costos de la electricidad este año también podría presionar a las finanzas del país este año.
«Una de las tareas que estaremos haciendo es evaluar cuán realista es la meta», dijo a Reuters la analista de S&P Lisa Schineller en una entrevista. «Sea cual sea la meta que pongas en la mesa será importante, pero nosotros no sólo estaremos viendo el número, sino también las señales sobre cómo podrías conseguirlo», agregó.
Una meta fiscal creíble es una de las variables clave que S&P está considerando para decidir si rebajar la calificación crediticia de Brasil en los próximos meses.
Otros temas incluyen el crecimiento económico de Brasil, que S&P teme pueda desacelerarse aún más este año, lo que haría aún más difícil que el Gobierno cumpla con sus metas fiscales.
El superávit fiscal primario de Brasil, o los ingresos en exceso del Gobierno antes del pago de la deuda, se convirtió en un tema clave para Rousseff, debido a que los mercados exigen garantías de que el Gobierno detendrá un reciente deterioro de los fundamentos económicos que han apuntalado la estabilidad de Brasil durante los últimos 15 años.
La reaparición de la turbulencia en los mercados emergentes se ha sumado a la presión que enfrenta Rousseff para presentar una meta fiscal más ambiciosa, como parte de una estrategia para diferenciar a Brasil de economías emergentes más débiles.
Pero los inversores y las agencias de calificación están preocupados, después de que el superávit fiscal primario de Brasil cayó con fuerza el año pasado, incluso después de recibir ingresos extraordinarios.
«Hemos visto caer el superávit primario a menos de un 1,9 por ciento (del producto interno bruto) el año pasado, basado en ingresos no recurrentes. El resultado fiscal sigue enfrentando desafíos», dijo Schineller.
Ella reiteró, sin embargo, que S&P considerará las señales de política que dé el próximo Gobierno de Brasil para decidir sobre la calificación.
Incluso si Brasil sufre una rebaja de calificación pronto, es poco probable que pierda el grado de inversión de Standard & Poor’s durante los próximos años, sugirió Schineller.
Ella destacó que S&P aplicó un panorama negativo al panorama de la nota BBB de Brasil en junio pasado debido a que vio un «lento deterioro» de los fundamentos macroeconómicos del país, no un desplome dramático.
(Reporte de Walter Brandimarte; Editado en Español por Ricardo Figueroa)
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