3 razones por las que debería importarte la caída del precio de las materias primas

Ya parece el cuento de Pedrito y el lobo.

Nadie sabe realmente cuándo subirán las tasas de interés en Estados Unidos, pero el mercado piensa que lo harán muy pronto. Y funcionarios de la Reserva Federal de EE.UU. (FED) han dado señales no evidentes, pero claras de que no es errado pensarlo.

Una de las consecuencias casi inmediatas de una nueva alza en la tasa de interés de la FED es la caída de los precios de las materias primas a nivel mundial y, por rebote, de varios mercados globales.

Pero no es necesario ser un corredor de bolsa para verse afectado. Hay razones por las que los ciudadanos comunes y corrientes también deberían preocuparse ante la caída de los precios de las commodities y lo que esto significa para el crecimiento global.

Acá les mencionamos tres de ellas.
1. China y el «efecto dominó»
Los precios del cobre se han reducido en más de un quinto de este año.

Y el metal está más cerca de nosotros de lo que pensamos. Se utiliza en todo, desde viviendas hasta fábricas, por lo que es un muy buen indicador de la demanda mundial, en general.

China es el mayor consumidor mundial de cobre y otras materias primas, de las que alimenta su masiva economía.
Pero con China enfrentándose al crecimiento más lento en un cuarto de siglo, su demanda se contrae y con ella, los precios de commodities que muchas veces son el principal ingreso de países en vías de desarrollo. Es el caso, por ejemplo, del cobre en Chile.

2. Sobreabundancia de petróleo
Los inventarios de petróleo están en su nivel más alto en al menos una década, ya que los países que producen crudo realizaron más perforaciones este año, añadiendo más barriles a la producción mundial, según la OPEP.

Tanto así que hay más petróleo dando vueltas que el que había en 2009, justo después de la crisis financiera mundial. Y en la región, países como Venezuela o México y han resultado directamente afectados.

A medida que transcurra el invierno boreal –entre diciembre y marzo- la OPEP dice que la demanda de petróleo puede subir, pero la razón de que haya tanto petróleo en los mercados indica que nadie previó que la demanda mundial se desaceleraría tanto como lo ha hecho.

3. Todo lo que brilla no es oro
Los precios del oro están en su mínimo en cinco años, lo cual es inusual y puede interpretarse como una mala señal.
En general en un período de menor crecimiento mundial, el oro es una mercancía que se valora y sigue transándose bien, ya que los inversionistas buscan mantener su dinero seguro comprando oro.

Los precios actuales del oro están reflejando los temores que los inversionistas tienen sobre el futuro, dado que el mercado está a la espera tasas en EE.UU. suban, lo que significa que el dólar se seguirá fortaleciendo, en la medida de que más inversionistas apuesten por él.

Y eso es malo para el oro, a pesar de que la demanda física de China e India por el metal precioso sigue siendo fuerte.

¿Y entonces?
Los inversionistas están nerviosos por la desaceleración del crecimiento mundial, pero eso no debería ser una sorpresa.

El auge de las materias primas en la última década fue impulsado por un espectacular –y, probablemente, irrepetible- crecimiento económico de China.

Incluso si otros países de la región como India, Indonesia, Vietnam, Pakistán o Birmania ven contraerse su demanda de commodities, es poco probable que sea a la escala de China.

Así que a medida que China avance a lo que se ha denominado una «nueva normalidad», es probable que los productores de materias primas tengan que asumir que correrán la misma suerte. Y adaptarse a ella.

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