Estructura agraria regional

Descripción

El Censo Agropecuario de 2013 registró un total de 861.608 unidades productivas agropecuarias (UPA) que tienen en propiedad o en usufructo un total de 34.654.983,7 hectáreas (ha). La mayor parte de las UPA se concentran en el Altiplano (49,6%) y los valles (33,3%) pero solamente tienen el 15,7% y el 11,9% del total de la superficie en propiedad o en usufructo, respectivamente. Por el contrario, sólo 140.878 UPA que corresponden a la región de los llanos y que representan el 17,1% del total de UPA del país, concentran el72,4% del total de las tierras en propiedad o en usufructo declaradas por las mismas.

Los menores promedios departamentales de superficies por UPA corresponden a Cochabamba (6.87 ha) y Potosí (7.43 ha) por el peso que tienen en estos departamentos las pequeñas propiedades agropecuarias. Los departamentos que conforman la región de los llanos, donde se concentra la mayor parte de las grandes propiedades agropecuarias, presentan, por lo mismo, los mayores promedios. El Beni (451,56 ha) como consecuencia de la importancia de las grandes haciendas ganaderas extensivas, Pando (270,61 ha) debido a la presencia de barracas castañeras y concesiones forestales maderables y Santa Cruz (123,60) por la importancia de las grandes propiedades agrarias y/o ganaderas.

Como ya hemos señalado en un artículo anterior[1], si se comparan los datos del Censo Agropecuario de 1984 y los datos del Censo Agropecuario de 2013, se puede observar que la estructura agraria del país no ha sufrido variaciones de importancia en los últimos 30 años, pues mientras la gran mayoría de las unidades productivas agropecuarias (UPA)  concentran una muy baja proporción del total de la superficie de tierras en propiedad o usufructo declaradas por éstas, una minoría de UPA concentran una parte considerable de las mismas.

Esta estructura agraria que responde tanto a la orientación de las políticas de tierras aplicadas en el país desde 1953 a la fecha como al propio proceso de acumulación de tierras que se da a través del funcionamiento del mercado, se replica, como puede observarse en el Cuadro 2, en todas las regiones del país.

En el caso del Altiplano y los valles las proporciones de explotaciones agropecuarias que se concentran en el tramo de menos de 1 hectárea y en el de 1.00 a 4.99 hectáreas y que, por su limitado acceso a la tierra se caracterizan por ofertar permanentemente fuerza de trabajo temporal asalariada a la propia agricultura y a otras ramas de la economía, son verdaderamente significativas. Por otro lado, también en estas dos regiones muy pocas unidades productivas agropecuarias (que en ambos casos sólo representan el 1,7% del total) concentran un poco más del 50% de las tierras declaradas en propiedad o en usufructo, datos que rompen el mito acerca de la inexistencia de grandes propiedades en las mismas.

En el caso de los llanos, la cantidad de tierras que tienen las 22.195 explotaciones agropecuarias que se sitúan en el tramo de 100 hectáreas y más, es verdaderamente importante pues concentran un total de 22.3 millones de hectáreas; es decir, el 89,3% del total regional y el 64,4% del total de tierras en propiedad o usufructo declaradas por todas las UPA del país. Finalmente interesa destacar que el promedio de la superficie que tienen las grandes explotaciones agropecuarias de la región de los llanos que es de 1.009,10 hectáreas, es bastante superior al promedio que presentan las grandes propiedades en el Altiplano y los valles que es de 391,73 hectáreas y 486,22 hectáreas, respectivamente.

 

La Paz, 5 de septiembre de 2016


[1] Al respecto véase el artículo denominado Sin cambios sustanciales en la estructura agraria boliviana