El Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) sugiere al Gobierno que aplique medidas urgentes para afrontar la crisis que ocasionó la pandemia del coronavirus, entre ellos buscar la suspensión de pago de la deuda externa y lograr la condonación.

«Las diferentes líneas de crédito ofrecidas por los organismos internacionales de financiamiento ante la recesión mundial a causa de la pandemia, pueden profundizar la frágil situación fiscal de los países de ingresos medios, por lo que una acción decidida y comprometida frente al actual contexto debe pasar por un proceso de condonación de deuda externa», consideró el Cedla.

La sugerencia está incluida en un análisis del Cedla, titulado Deuda Externa Pública: Crisis del Covid-19 y financiamiento público, que está disponible en su página web.

Sobre la suspensión del servicio de la deuda, que alcanza a 822 millones de dólares para este año, señala que es una medida que aliviará la presión sobre el tesoro público, aunque su implementación exige de una “definición política y acuerdo social”, que permita al Gobierno emprender las gestiones necesarias con todos los acreedores, señala también el estudio.

De acuerdo con el antecedente, en las proyecciones del Banco Central de Bolivia (BCB) para este año se proyectó que Bolivia cancelará a los acreedores la suma de 822 millones de dólares ($us 454 millones por capital y $us 367 millones por intereses).

El centro de especialización menciona que, de acuerdo con las autoridades, las políticas que han impulsado para hacer frente a los efectos del Covid-19, han requerido de ajustes presupuestarios en proyectos y programas con indicios de irregularidades, recortes de gastos corrientes en diferentes ministerios y ahorro en el gasto de la subvención en hidrocarburos.

Por tanto, considera que la situación de la deuda externa pública será un factor determinante en la implementación de políticas para el sector social y productivo, en el mediano y largo plazo, y por ende en la reducción de la pobreza multidimensional y del crecimiento económico.

En días pasados, el Gobierno dio a conocer que solicitó créditos a organismos internacionales, para enfrentar los efectos del Covid, entre ellos: Fonplata, la CAF, el Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional.

Entre los que aprobaron un préstamos están el FMI con 327 millones de dólares, mientras que la CAF le facilitó un crédito de 50 millones de dólares.

«Considerando las líneas de financiamiento que impulsan los organismos multilaterales, no debería extrañar que en el corto y mediano plazo se observe un proceso de mayor endeudamiento para atender los efectos de la pandemia, ciclo que debe darse en mejores condiciones de endeudamiento (concesionalidad), transparencia y fiscalización», advierte el informe.

También menciona que los miembros del Club de París (integrada por 19 países desarrollados) gestionan la suspensión de pago del servicio de deuda a un determinado grupo de naciones que cumplen ciertas condiciones. En tanto que, los beneficiarios asumen el compromiso de aumentar el gasto social y económico frente a la crisis sanitaria, comprometiéndose a no acceder a nueva deuda en términos no concesionarios, durante el periodo de suspensión.

La deuda externa de Bolivia casi se duplicó de 3.248 millones de dólares en 2006 a 6.612 millones en 2016, y en 2019 cerró con 11.267 millones de dólares. De ése monto total, tres organismos multilaterales (BID, CAF y BM) concentran el 92% del saldo de deuda multilateral; mientras que China representa el 70% de la deuda bilateral.

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