El Deber – Miguel Ángel Melendres
El Ejecutivo viajará a China, en octubre, para tratar de conseguir un crédito de al menos $us 600 millones. El 10 de noviembre se tendría ya una empresa adjudicada. La CEPB pide seriedad.
Contrariamente a las promesas del presidente Evo Morales y del vicepresidente Álvaro García, de impulsar el proyecto siderúrgico Mutún, al este de Santa Cruz, sorpresivamente ayer el Gobierno confirmó el cierre temporal de la obra. Se espera que se consigan recursos externos y se adjudique una nueva empresa que tenga el interés y la capacidad para desarrollar el proyecto.
La noticia ya sonaba la semana pasada por los salones de la Asamblea Legislativa. Sin embargo, ayer, García lo subrayó. “Se está cerrando Mutún tal como lo conocimos, con una administración que cuidaba y no producía nada. Tenemos avances muy importantes que realizó el ministro de Minería (César Navarro), con empresas chinas que involucran tecnología y créditos”, destacó.
El proyecto se viene negociando desde hace un año. La producción modular se centrará en abastecer el mercado nacional, fabricando varillas de acero.
Por algún tiempo, la empresa no tendrá metas exportadoras, por la depresión del mercado externo.
Mientras dure este proceso, fuentes gubernamentales señalan que se reducirá el personal, que se encuentra con medidas de presión y se espera que este cierre temporal dure hasta el 10 de noviembre, cuando se adjudique la nueva empresa.
En 2014, el presidente Morales había anunciado que en el primer trimestre, la Empresa Siderúrgica Mutún (ESM) exportaría 25.000 toneladas de hierro a Brasil y que negociaba con Bielorrusia (Europa) la industrialización del mineral.
Pero la promesa viene desde mucho antes.
En 2012, el vicepresidente anunció que se potenciaría económicamente la explotación de hierro en el yacimiento de Mutún, que cuenta con una reserva superior a las 40.000 millones de toneladas. Ya se preveía la participación de empresas extranjeras.
Otras prioridades
Llama la atención que el anhelado proyecto cruceño se siga congelando.
Mientras tanto, con dinero del Estado, se crean e invierte en obras como estadios, ingenios azucareros o aeropuertos.
“El Gobierno está derrochando a manos llenas el dinero que se ha acumulado en estos años, del auge de precios de las materias primas como el gas. Estas obras enormes que se anuncian generalmente están vinculadas con temas de corrupción”, señaló el analista Henry Oporto.
Mercado interno
El analista Carlos Sandy reflexionó que este proyecto se ha ido postergando por décadas, porque bajaron los precios internacionales del hierro, que lo hacía insostenible.
“Si volcamos al mercado interno, para nuestras necesidades (fierro para la construcción y metalmecánica), vamos a encontrar un mercado que tenga futuro”, indicó.
Oporto manifestó, por su parte, que este proyecto solo será viable con inversión privada extranjera, pero que por ahora no hay condiciones para atraer dicha inversión. Pidió a la Gobernación cruceña ser más activa en el tema.
Pedro Mariobo, director del Centro de Promoción Minera (Cepromin), dijo que a diferencia con la empresa Jindal & Steel, que abandonó el proyecto, las condiciones ahora están dadas, con la construcción de vías de acceso y la instalación de energía para la producción.
El especialista Alfredo Zaconeta tampoco ve viable pensar en el mercado externo por los precios del hierro.
Coincidió en que lo que podría resultar es un diseño real de un proyecto que responda a la realidad nacional.
Entre enero y julio, las importaciones de hierro y acero ascendieron a cifras considerables, que alcanzan a los $us 480 millones, según Zaconeta.
Más seriedad
Entre tanto, el presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (Cepb), Ronald Nostas, lamentó que otra vez se postergue el proyecto, que lleva décadas sin lograr un resultado y se despida al personal.
Exigió que se le dé más importancia y seriedad a la obra para que “no se fracase nuevamente”
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