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José Martínez
Tradicionalmente España necesitaba aumentar el PIB cerca de un 2% para generar empleo neto.
España ha cambiado el modelo económico tradicional. Las bajadas de salario, la huída de capital humano, las tarifas planas para contratos indefinidos y autónomos, junto con el conjunto de reformas son las bases de un nuevo modelo en el que no se necesita crecer un 2% para crear empleo neto. Las cifras muestran que se está generando trabajo, al tiempo que baja el paro, aunque éste sigue en niveles preocupantes.
Al menos 400.000 empleos se han creado en España en el último trimestre, y la ocupación en el sector privado se ha recuperado y crece a un ritmo del 1,5% en términos interanuales, según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
Ahora con un crecimiento del 1% acumulado es suficiente para generar empleo neto. La gran pregunta es si esta creación de puestos de trabajo es sostenible en el tiempo, o por contra los datos de este 2014, como reflejan el INE y los del dato registrado, se están comparando con uno de los peores años de la crisis, 2013, cuando España registraba su segunda recesión.
El Gobierno, a través de la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, defiende que es posible aumentar el empleo sin necesidad de que España crezca al 2%. El truco está en las reformas, dice Báñez. “Antes de las reformas, España necesitaba crecer a tasas superiores del 2% para crear empleo. Hoy lo hace a partir de un crecimiento del PIB del 1% -acumulado de enero a junio-“, ha indicado la ministra ante los ministros de trabajo del G-20.
“La reciente evolución de la economía española y de su mercado laboral muestra la eficacia de una estrategia de política económica que ataca de raíz los problemas”, ha considerado la ministra española.
La ministra española detalló a sus colegas que España acometió una reforma laboral en 2012 que abordó las rigideces del mercado de trabajo en favor de la flexibilidad interna de las empresas, modificó la negociación colectiva, introdujo las bases para impulsar los contratos formativos, la formación continua y cambió las políticas de empleo.
Báñez afirmó que esta estrategia, centrada en la resolución de las carencias estructurales, unida a la responsabilidad de los interlocutores sociales, da resultados e “incluso antes de lo que preveían los analistas”.
España participa en esta conferencia de ministros de Empleo y Trabajo del G-20 en el grupo de países que creen que el empleo y la lucha contra el desempleo tiene que ser el eje de las estrategias de crecimiento económico. “La coordinación de las políticas macroeconómicas en el marco del G-20 y su contribución a los objetivos de empleo constituyen una pieza muy relevante para alcanzar los fines de nuestra estrategia”, destacó Báñez.
Esta reunión ministerial del G-20 tiene prevista su clausura mañana con la emisión de un comunicado conjunto. Ayer, el Banco Mundial, la OIT y la OCDE presentaron un informe en el que se alerta de que el crecimiento económico debe ir de la mano de la creación de empleo de calidad y la protección social y laboral.
El G20, que representa el 85% de la actividad económica global y dos tercios de la población del planeta, se comprometió a principios de año y bajo la presidencia australiana a impulsar en los próximos cinco años el crecimiento mundial en un 2 por ciento por encima de las previsiones.
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