EEUU: Congreso sin acuerdo sobre alza del límite de la deuda pública

PRENSA LATINA
Washington, 10 feb (PL) El congreso de Estados Unidos tiene pendiente la decisión sobre el aumento del límite de la deuda pública, y el gobierno está hoy a pocos días de quedarse sin fondos para cumplir sus obligaciones financieras.
Los republicanos de la Cámara de Representantes regresaron al Capitolio este lunes y al parecer existe entre ellos un consenso en que la mejor opción es poner a un lado la confrontación que ha tenido lugar sobre este asunto en el pasado reciente.
El tiempo que les queda no deja margen a improvisaciones ni errores, y algunos líderes partidistas abogan por una solución que permita elevar el débito público por encima de los 17,2 billones de dólares, hasta un plazo que rebase las elecciones de medio término de noviembre próximo, señala hoy el diario The Washington Post.
Sin embargo, esta propuesta requerirá de un fuerte apoyo de los demócratas porque cerca de 30 miembros del partido rojo se oponen a toda costa a autorizar este incremento.
El calendario de los próximos días es un elemento que lastra las negociaciones, pues está previsto que la Cámara de Representantes cierre sus sesiones este miércoles para que los demócratas asistan a su retiro anual, y a continuación el Capitolio cerrará sus puertas con motivo de los festejos por el Día del Presidente.
El secretario del Tesoro, Jack Lew, anunció en una carta el pasado viernes a líderes del Legislativo que las actuales capacidades de pago del Ejecutivo vencerán el 27 de febrero, por lo que los congresistas deben llegar a un acuerdo antes de esa fecha o cargar sobre sus hombros las consecuencias.
Lew advirtió que este año hay menos posibilidades de maniobra que en 2013, cuando medidas extraordinarias similares le dieron cinco meses al gobierno para seguir funcionando con el límite previo de 16,7 billones.
“Si el Tesoro no tiene suficiente efectivo a mano, por primera vez en la historia será imposible que el país pague todas sus obligaciones”, y una mora de pagos sacudiría los mercados, señaló el funcionario, quien agregó que hay poco tiempo, porque el Congreso estará en receso durante parte de las próximas tres semanas.
Esto significa que a menos que los republicanos lleguen a un acuerdo, en los últimos días de febrero habrá un conteo regresivo antes de que se produzca una crisis fiscal de grandes proporciones, con las implicaciones negativas que esto tendría, afirma el Post.
Por su parte, el presidente Barack Obama mantiene su posición de no aceptar ningún tipo de condicionamiento a cambio de lo que él considera como un simple deber del Congreso para garantizar que el Gobierno pueda cumplir sus obligaciones financieras, agrega el periódico.
El giro republicano hacia el compromiso indica una ruptura con tácticas anteriores utilizadas en las negociaciones fiscales, en particular para aquellos que llevaron la iniciativa y provocaron un cierre parcial de varias agencias federales en octubre pasado durante 16 días.
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