La Razón • Magra exportación • 30/01/2012

La Razón / La columna sindical – Willy Chipana

La Paz, 29 de enero de 2012.- Según datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística, las exportaciones alcanzaron los $us 9.109 millones durante 2011, monto mayor a los $us 7.038 millones registrados en 2010. Empero, en el desglose de los datos se evidencia que, una vez más, los sectores de minería e hidrocarburos representaron la mayor parte de las ventas, mientras que  las manufacturas ocuparon el tercer lugar.

Este resultado se refleja en las constantes marchas y toma de empresas por parte de trabajadores que demandan del Gobierno la apertura de mercados, o apoyo para que  pasen a sus manos, porque los propietarios decidieron cerrarlas a raíz de la caída en las exportaciones. Durante los últimos meses de 2011, se escucharon por doquier que sectores como la joyería y textiles registraron caídas en sus ventas al exterior, lo que derivó en la reducción de personal. No obstante, las autoridades del ramo insistieron en varias ocasiones que ello no era cierto, a tiempo de asegurar que el próximo año se iba a romper el récord en ventas al exterior.

Son seis años del gobierno del presidente Morales (2006-2011), en los que se evidencia que el desarrollo de la industria manufacturera no fue un tema prioritario, frente al discurso de cifras positivas que muestran el buen comportamiento de la inflación, el crecimiento económico y el superávit fiscal. Pero ahora, ya no se puede tapar la dura realidad por la que atraviesa ese sector. Crisis que explicaría algunas de las apreciaciones del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), con relación a que la mayoría de los empleos en el sector manufacturero se caracterizan por ser precarios, con bajos ingresos y sin goce de beneficios sociales, como manda la Ley General del Trabajo.

No otra cosa demostraron las marchas ruidosas de los trabajadores de Ametex, que no sólo pidieron la benevolencia del Gobierno para que gestione la reapertura del mercado estadounidense en el marco del ATPDEA, sino que describieron la dura realidad por la que pasan sus similares en otras empresas textileras, donde los despidos se dan casi a diario, donde se aceptan magros sueldos para no perder el empleo, y donde campea la inseguridad de que la empresa pueda cerrar por la falta de mercados, con el consiguiente riesgo de que ellos puedan quedar, de un día para otro, desempleados. ¿Cuánto podrá hacer el Gobierno en esta gestión con las medidas que viene aplicando para impulsar las exportaciones de manufacturas? La respuesta aún es incierta, porque está en función de la predisposición que pueda tener para alcanzar este objetivo. La crisis financiera en Estados Unidos y en Europa, así como la lenidad en la aplicación de las políticas de apoyo a favor de  este sector son las inminentes explicaciones que surgen de inmediato.

Para ver la página de origen haga click aquí.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *