El Deber • Un mandato con aciertos en inclusión y economía, pero con daños a DDHH • 24/01/2017

Evaluación. Una decena de consultados (entre técnicos, un ministro y opositores) pone bajo la lupa los resultados del Gobierno del cambio. Resaltan el despegue económico y la relativa estabilidad del país. Critican la industrialización inconclusa, la corrupción y los abusos de poder.

Los 11 años que cumple hoy el mandato de Evo Morales, el presidente boliviano con el récord de permanencia en el poder, dejan ver un recorrido con aciertos y errores en una trayectoria cuya etapa de ascenso se vio hasta 2014, cuando fue reelegido para un tercer mandato (2015-2020) con el 61% de los votos. De ahí, pasando por los comicios subnacionales de 2015, hasta el 21 de febrero de 2016, cuando cayó derrotado en el referéndum de ‘repostulación’, y hacia adelante, el camino pareció ponérsele cuesta arriba.

¿Cuáles fueron las luces y las sombras de este periodo? Una decena de fuentes consultadas ayuda a evaluar la gestión (ver el desarrollo en las páginas 8 y 9).

De los aciertos
Economía, inclusión y política exterior. En esos ámbitos se agrupan los que, incluso los críticos al Gobierno, denominan aciertos. “Inclusión. Morales logró hacer visible a un sector que estaba excluido en el país (los pueblos indígenas)”, asegura Vladimir Peña, dirigente del opositor Movimiento Demócrata Social y vocero del gobernador Rubén Costas.

“La decisión de nacionalizar las empresas estratégicas permitió recuperar la soberanía económica y pasar de $us 300 millones por ingresos por hidrocarburos a más de $us 6.000 millones”, asegura el ministro de Autonomías, Hugo Siles, que se excuso de formular críticas.
Para Róger Montenegro, presidente del Comité pro Santa Cruz, la “demanda marítima ante La Haya” y la “defensa de las aguas del Silala” son aciertos. La politóloga Helena Argirakis, que prestó asesoría a distintos ministerios, subraya que Morales, acertadamente, relanzó la política exterior boliviana, que impulsó bloques regionales hacia una política multipolar. “El G-77+China y la Organización de Países Sin Litoral. Relaciones heterodoxas: China, Rusia, Vietnam”.

El país pasó de percibir $us 673,1 millones por ingresos de hidrocarburos, en 2005, antes del mandato de Evo Morales, a percibir $us 5.585,6 en 2013, según YPFB, como resultado de la llamada ‘nacionalización’.

El Producto Interno Bruto real pasó de un crecimiento en promedio del 3% anual, entre 1985 y 2005, a un promedio del 5% entre 2006 y 2015, según datos del INE. La reducción de la pobreza extrema es otro caso: en 2005, un 38,2% de los bolivianos vivía en pobreza extrema; en 2015, solo el 16,8%.
De los desaciertos
Deficiencias en la gestión pública, violación de derechos humanos y la imposibilidad de liberarse de problemas de corrupción. Son algunas de las ideas centrales que agrupan los aspectos negativos señalados.

“El caso del Fondo Indígena (con cientos de procesados, entre ellos la exministra Nemesia Achacollo, por el irregular manejo de los 1.100 proyectos y un posible daño económico de casi Bs 200 millones) y el de CAMC (con funcionarios del Gobierno procesados) han sido algunos de los casos de corrupción que revelan la patrimonialización del Estado”, apunta Carlos Guzmán Vedia, politólogo y exasesor de la oposición.

Para Marco Gandarillas, del Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib), hubo “retrocesos de varias décadas en materia de derechos humanos”. Por ejemplo, amenazas a la libertad de expresión, violencia y represión con muertos y heridos (La Calancha, Caranavi, Porvenir, Chaparina).
Álex Contreras, primer portavoz de Morales y hoy colaborador del alcalde de Cochabamba, José María Leyes, señala como ‘fracasos’ el ‘gasolinazo’ de 2010 y la reforma judicial para la elección de jueces. Además se cuenta el fracaso de empresas públicas, como Enatex (que quebró y cerró), la imposibilidad de concretar el proyecto industrial del Mutún y la crisis por el racionamiento del agua potable en la sede de Gobierno, como factores de desgaste.

“Incapacidad de cambiar la estructura económica del país (no se concretó la industrialización)”, dice Javier Gómez, del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), que subraya que el país sigue siendo exportador de gas y minerales en bruto. “Permitir que se instalen figuras de derecha conservadora en el Gobierno”, sostiene Helena Argirakis como desacierto de Morales.

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