Yo emito • El desempleo alcanza a 52% en las principales ciudades de Bolivia

En un contexto estructural en el que existen una mayoría de unidades económicas de baja productividad, hay un excedente importante de fuerza de trabajo, la magnitud del excedente agrava la competencia laboral, lo que crea las condiciones para deprimir los salarios..

En la economía boliviana, “si todos los trabajadores tuvieran un empleo adecuado, más de la mitad de la fuerza laboral –el 52%– quedaría desocupada”. Así lo revela un informe del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) basado en una encuesta de hogares realizada en las cuatro principales ciudades del eje y Potosí.

El informe ha estimado esta cifra a través de la tasa global de subutilización global de la fuerza de trabajo, “un indicador que resume tanto el grado en que la economía logra utilizar de manera plena a los trabajadores, así  como la tasa de desempleo que existiría si todos los puestos de trabajo tuvieran la calidad requerida para garantizar la adecuada reproducción de su fuerza de trabajo”. A esta medida se la denomina también como desempleo equivalente.

El desempleo equivalente es un indicador teórico que precisa el número de puestos de trabajo que habría que crear en la economía para no subemplear a los trabajadores, ya sea por tiempo de trabajo (jornada inferior a la normativa) o por ingresos (salarios e ingresos iguales por debajo del costo de la canasta alimentaria) y, para absorber a los desempleados.

Elevado desempleo con subempleo creciente

Durante el 2008, la tasa de desempleo en esas ciudades llegó al 10,2%, lo que en términos absolutos significa que las personas que buscan un empleo y no lo encuentran alcanzan a 182.000.

En ese mismo año, el subempleo por insuficiencia de horas trabajadas –menos de 40 horas semanales–, afectó al 4,8% de la población ocupada, es decir, que las jornadas promedio tienden a elevarse y,  cada vez más, sin una remuneración equivalente.

De acuerdo con CEDLA, siempre basado en la encuesta, el 60% de los ocupados en las principales ciudades del país está subempleado por insuficiencia de ingresos, lo que quiere decir, que 6 de cada 10 trabajadores no alcanza a generar los ingresos mínimos para cubrir el costo de una canasta básica normativa de alimentos, que llega a Bs. 1.288.

Baja productividad, bajos salarios

Existe una alta correlación entre la dimensión del excedente de fuerza de trabajo expresado en el desempleo y subempleo, con  el nivel de los salarios, señala el CEDLA, pues “la magnitud del excedente exacerba la competencia laboral por los escasos puestos de trabajo disponibles, creando las condiciones para deprimir los salarios y afectar negativamente el comportamiento general de los ingresos por el trabajo”. Ello permite a las empresas mejorar la rentabilidad mediante el empleo de un mayor volumen de trabajadores con bajos salarios y escasa cobertura de las prestaciones sociales, lo que amplía los empleos de baja calidad,  concluye el reporte.

De acuerdo con el estudio realizado,  el gran desafío actual para las políticas públicas en Bolivia, es lograr impactos en la generación de empleos de calidad para casi la mitad de la fuerza laboral que hoy está desempleada o tiene una ocupación precaria en los distintos sectores del mercado de trabajo.

Para mayor información haga click aquí

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *