PIEB • Asalariados y su aporte a la generación de riqueza

A pesar de la gran actividad económica informal, la clase obrera tiene una presencia importante en el sector empresarial y semiempresarial del país. Desde los obreros temporales de la actividad castañera hasta los cuasi sometidos a servidumbre en el sector microempresario informal. Los obreros viven exclusivamente de su fuerza de trabajo pues están desprovistos de propiedad y/o capital, para ello necesitan ser libres de ofertar su fuerza de trabajo en el mercado laboral. La clase obrera es, por tanto, la generadora de riqueza y el elemento reproductor del capital. En ese marco conceptual, el investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), Bruno Rojas, explica que a eso se suma que Bolivia vive una economía capitalista atrasada y con una industria pequeña, que ha hecho que la clase obrera se haya ubicado en sectores vinculados al mercado externo. Rojas se apoya en los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) para indicar que, en 2005, los obreros en sentido estricto eran el 20 por ciento del total de la población ocupada en el país. En proyecciones para el 2006, un 33 por ciento a nivel nacional estaría bajo características de trabajo remunerado. Sin embargo, para ese mismo lapso se calculaba entre el siete por ciento y el ocho por ciento de obreros, específicamente, a nivel nacional. El investigador Rojas recordó además una encuesta del CEDLA hecha en cinco ciudades del país (La Paz, Santa Cruz, Cochabamba, El Alto y Potosí) en 2008. Estos datos mostraron que había un 49,8 por ciento de la población ocupada que vive de un ingreso fijo mensual. Los obreros están específicamente en la industria manufacturera, la construcción, la minería, la agroindustria, la agricultura, las actividades forestales y no forestales y la zafra (actividad temporal). Los obreros además están camuflados en actividades semiempresariales bajo la figura de ayudantes, operarios y aprendices, según Rojas, incluso sometidos a condiciones de servidumbre en algunos casos. En las cuentas nacionales, estas actividades aparecen como servicios y no necesariamente como rubros productivos, lo que contribuye a “invisibilizar” a los obreros de estos sectores. El investigador advierte que de un total de 5.400 microempresas en El Alto, el 98 por ciento es micro y pequeña empresa que emplea a obreros sometidos a condiciones de explotación extrema y empleo precario. A nivel nacional cerca del 88 por ciento de las empresas está dentro de esta categoría. El otro rubro que alberga a obreros es el del empleo temporal, como la zafra de la castaña o la caña. Tan sólo la actividad castañera registra cerca de 7.600 obreros durante un promedio de ocho meses al año. El resto del tiempo los obreros despliegan estrategias de la economía informal. Rojas dice que para 2008 la clase obrera contaba 1.100 bolivianos de ingreso promedio, y trabajaban sin seguridad social, sin seguro médico ni otros beneficios sociales. Con todo, el investigador dice que a pesar de la crisis económica mundial y otros embates del gran capital a nuestro país, la clase obrera no puede desaparecer porque es el factor generador de riqueza dentro de los marcos de la economía capitalista. El sociólogo e investigador Bruno Rojas puede ser contactado en el correo brojas@cedla.org. Para mayor información haga click aquí

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