CIDES-UMSA dice que no es prudente plantear el pago de un salario como reivindicación, cuando lo que se busca es equidad en las tareas del hogar.

“Yo descanso muy poco porque me he acostumbrado así, dos horas nomás descanso. Tengo tres hijas, una que está en la universidad, la otra está en la pre-promoción y otra más. Me levanto a las cuatro de la mañana, cocino, lo envuelvo, me vengo a las siete y estoy ocho en punto en la fábrica. De aquí me voy a las seis de la tarde, llego a mi casa a las ocho”, cuenta una mujer de 33 años que trabaja en una empresa de La Paz.

Ella cuenta al Observatorio Boliviano de Empleo y Seguridad Social que tiene un “trabajito pequeño adicional”, que consiste en realizar macramé y costura. Lo hace hasta las 11 de la noche, descansa un poco y retoma esa labor hasta las dos de la mañana y luego se duerme. “El único día que descanso es el sábado en la noche (…) 14 años que trabajo, ya estoy acostumbrada”.

Hoy es el Día Internacional de la Mujer y según un análisis escueto del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral Agrario (CEDLA) el trabajo de cuidado del hogar debería monetizarse en al menos 5.000 bolivianos mensual, ya que esa labor es especializada y de calidad.

“Sí, valdría la pena puntualizar todas las tareas que realiza la mujer en el trabajo doméstico, por ejemplo, el cuidado de niños, cocinar, lavar y planchar, y otras. Esa labor se podría monetizar tranquilamente en 5.000 bolivianos mensual”, dijo el investigador del CEDLA Bruno Rojas.

Explicó que ese monto surge de las labores “de calidad y especializadas” que hace la mujer en la casa y que lamentablemente no es remunerado. Por ejemplo, por las tareas del hogar que también las realiza una trabajadora del hogar múltiple “que no implica la lavandería y fungir como maestra de los hijos cobra entre 2.500 y 3.000 bolivianos al mes. La lavandería -dependiendo del promedio de las docenas de ropa que se lava- cuesta 150 bolivianos a la semana, es decir 600 bolivianos al mes y la ayuda con las tareas a los hijos tendría un costo aproximado de 3.000 bolivianos, ya que “un maestro especializado y particular cobra sólo por horas”.

Ese análisis también lo realiza a base de los 8.309 bolivianos que demanda la Central Obrera Boliviana (COB) como salario mínimo nacional, ya que el sector argumenta que con ese monto se llena una canasta familiar. “El trabajo del hogar representaría al 60% (4.985,4 bolivianos) de esa demanda”, argumentó.

Rojas explicó que esas son algunas de las tareas que se podrían monetizar “haciendo un ejercicio a groso modo”, ya que todo trabajo debe medirse en función del tiempo que se destina en una actividad específica y cómo se monetiza ese tiempo. “La diferencia está en función del tipo de actividad, calidad de la actividad y otros factores, ya que una mujer como madre y esposa da una atención con calidad de primera”. En ese sentido sugirió hacer una lista de todas las tareas que realiza la mujer en el hogar y monetizarla.

En tanto, el investigador Paúl Tellería comentó que teniendo en cuenta el salario mínimo (1.805 bolivianos) y que en promedio la mujer trabaja cinco horas diarias en la casa, esa labor debería ser remunerada mensualmente con 1.000 bolivianos.

Sin embargo, para la investigadora y docente de Postgrado de Ciencias y Desarrollo (CIDES) de la Universidad Mayor de San Andrés Ivonne Farah en Bolivia no se hizo ese estudio como lo hicieron en otros países con base en el promedio de esa labor en el mercado, porque se plantearía el pago de un salario como una reivindicación a esta población, pero tampoco es esa la idea.

“Eso es como condenarlas a que sigan ese trabajo y permanezcan en esa labor, cuando esa no es la idea, sino es buscar el equilibrio en esas tareas con los varones y sacarlas de esa doble jornada laboral”, expuso Farah.

Para la responsable del área de empoderamiento económico de las mujeres de ONU Mujeres, Ximena Loza, esa labor que recae sobre las mujeres y que se naturalizó al interior de los hogares como tareas propiamente femeninas es “el trabajo de reproducción de la vida”, que actualmente se distribuye en el hogar de forma inequitativa, ya que se cree que porque la mujer lleva el embarazo debe asumir esos roles, pero eso debe cambiar y buscar el empoderamiento económico y la participación política tal como lleva como lema este año el Día Internacional de la mujer.

La ONU sugiere empoderamiento económico

En Bolivia, la brecha salarial entre hombres y mujeres entre 2008 y 2015 se incrementó de 60 a 410 bolivianos, por eso la ONUMujeres hace un llamado urgente al Estado para trabajar de forma conjunta y coordinada acciones para garantizar el cumplimiento de los derechos de las mujeres y las niñas. Sugiere el empoderamiento económico para lograr igualdad de género.

La participación laboral de la mujer boliviana es la más alta de la región, 62%, frente al 51% que se registra en América Latina y el Caribe. Sin embargo, sigue siendo menor que la de los hombres, indica un comunicado.

El documento también señala que existe un alto nivel de vulnerabilidad e informalidad y una importante concentración en sectores de baja productividad, particularmente en el caso de las mujeres indígenas, 60% de las mujeres se encuentran insertas en este tipo de ocupaciones, en el caso de los hombres el 40%.

En Bolivia, según el informe del INE “Salarios, remuneraciones y empleo del Sector Privado” la brecha salarial entre hombres y mujeres entre 2008 y 2015 aumentó de 60 a 410 bolivianos.

Por ello, sugiere que uno de los retos del Estado es lograr el empoderamiento económico de las mujeres para lograr la igualdad de género, la erradicación de la pobreza y el crecimiento económico inclusivo, como plantea la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Resalta que ése es uno de los requisitos para avanzar hacia una democracia paritaria y real.

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