Página Siete • Hay negocios en los que los jóvenes ganan por debajo del salario mínimo • 11/07/2016

Entre los sectores en los que se presenta este panorama están desde fotocopiadoras hasta “puntos de internet”. Más de uno busca empleo para pagar la universidad o ayudar con los gastos del hogar

“Más o menos gano 1.600 bolivianos al mes. Contribuyo en mi casa y también en algunas cositas para mí. Es para ahorrar, más que todo”. La frase corresponde a Isabel Monje, de 18 años, quien desde hace seis meses trabaja como vendedora en una tienda de ropa deportiva. Éste es su primer empleo.

La situación de Isabel es uno de los casos que se registran en La Paz en los que los jóvenes perciben menos de un salario mínimo nacional (1.805 bolivianos) por el trabajo que realizan.

Los rubros en los cuales se desenvuelven van desde la atención de servicios de fotocopias hasta la venta de tucumanas; y existen casos en los que trabajan más de las ocho horas establecidas por ley.

A sus 18 años, Isabel cuenta que la necesidad la obligó a buscar un lugar donde generar sus propios recursos. Esta joven -cuenta- ingresa a su fuente laboral a las siete de la mañana y sale a las siete de la noche. Almuerza ahí.

Dos de cada tres adolescentes ganan menos del mínimo nacional, según una publicación del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), de diciembre del año pasado.

Además, en ese documento se indica que las mujeres jóvenes enfrentan peores condiciones que sus pares masculinos en cuanto se refiere a ingresos laborales.

“Los jóvenes están siendo sometidos a un proceso de sobreexplotación laboral. Los hacen trabajar muchas horas o trabajan menos horas pero les pagan menos. Eso nos lleva a nosotros a concluir para esta figura que los jóvenes son mano de obra barata y a cualquier empresario le interesa eso”, explica el investigador del CEDLA Bruno Rojas.

La publicación Jóvenes y trabajo en el municipio de La Paz: Brechas y desafíos, del CEDLA, da cuenta que son comunes los empleos temporales que derivan en la inestabilidad laboral y, por lo tanto, en la ausencia de derechos de seguridad social.

También se muestra que dos de cada tres jóvenes están en puestos de trabajo “no calificado” y que son contratados para hacer tareas de “rutina y repetitivas”.

Jenny Avendaño tiene 23 años y desde hace dos meses trabaja en un “punto de internet”, de la zona del mercado Rodríguez. Trabaja nueve horas al día y gana 1.500 bolivianos. Ella cuenta que buscó trabajo para pagar los libros que requiere en sus estudios universitarios y con el fin, además, de ayudar en los gastos de su casa. Estudia administración de empresas por las noches.

Cada día, Jenny realiza un viaje desde El Alto hacia su fuente de trabajo. Sale muy temprano en la mañana y vuelve a su casa cerca de la medianoche. “Al mes gano casi 1.500, pero con los pasajes y el almuerzo me sale casi 1.000 o 900 bolivianos”, comenta.

Al igual que Jenny, Cinthya Yujra también atiende un internet y de igual forma estudia administración de empresas.

Cinthya tiene 28 años y desde hace dos que está empleada en ese lugar. Ella asiste a su fuente laboral de lunes a viernes, durante siete horas cada día, y va a trabajar un sábado sí, un domingo no y viceversa. Cobra 1.400 bolivianos al mes.

Sobre esta situación, el director de la Fundación Ser Familia, Rodrigo Aguilar, explica que todavía el trabajo juvenil no se enmarca en empleos dignos. Esto tanto en empresas “grandes”, pero, sobre todo, en medianas y pequeñas empresas e incluso familiares.

“En las pequeñas, en las medianas, la situación es que en su mayoría no se llega al salario mínimo, es un sueño dorado llegar al salario mínimo y mucho menos a las condiciones de seguro, de beneficios que se plantea en el empleo digno”, comenta.

A menos de dos cuadras de distancia, en la zona de la plaza Eguino, trabajan Carmen F. y Gisela Cruz, ambas de 22 años. Gisela empezó a vender tucumanas hace cuatro meses “por necesidad”. Es bachiller y su empleadora le paga 1.200 bolivianos al mes. Carmen estudia turismo en la universidad y desde hace siete años “colabora” con su madre vendiendo chamarras en una tienda. No gana un salario y a veces falta a clases por ir a vender. “Me encantaría ganar un sueldo”, confiesa.

El trabajo de los jóvenes en el municipio de La Paz

Salarios Existen jóvenes que ganan menos de un salario mínimo nacional (1.805 bolivianos) en diferentes comercios y servicios de la ciudad de La Paz, como fotocopiadoras y tintorerías.

Familia Hay quienes trabajan en negocios familiares y cuya remuneración es inferior al salario mínimo nacional. Existen casos de quienes colaboran con la familia pero no reciben remuneración alguna por el tiempo prestado ni por sus servicios.

Estudio Según el estudio estudio Jóvenes y trabajo en el municipio de La Paz. Brechas y desafíos, publicado en diciembre del año pasado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario, el ingreso de los adolescentes y de las mujeres de 20 a 24 años representa alrededor de la cuarta parte del promedio de ingreso familiar y que sólo en el caso de los hombres jóvenes el porcentaje aumenta hasta un tercio del total.

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