Página Siete • Editorial: Empleo: precariedad y desprotección • 01/01/2014

Empleo: precariedad y desprotección
Editorial
Miércoles, 01 de enero de 2014

El concepto de precariedad o informalidad ha tomado parte de una amplia discusión en América Latina y también en países desarrollados en vista de la modernización mundial y de las formas y particularidades de los procesos productivos.

El ánimo de conceptuar el empleo precario parte de la intención de proponer una cuantificación de la informalidad que considere fenómenos nuevos que están surgiendo como producto de las transformaciones y reformas económicas.

Las nuevas modalidades de empleo que han resultado de los cambios producidos en el mundo laboral pueden generar precariedad laboral y, en general, pueden tener efectos negativos sobre la salud de los trabajadores.

Desde un punto de vista sociológico, la precariedad laboral viene determinada por contratos que pueden reducir la seguridad social de los trabajadores y su estabilidad económica. Estudios recientes sobre la precariedad laboral han puesto de manifiesto que los principales factores de riesgo para aceptar un trabajo precario están relacionados con el sexo, la edad y la clase social. En general, la precariedad laboral afecta más a las mujeres que a los hombres, y más a los jóvenes que a los más mayores. Por otra parte, cuanto menos capacitados están los trabajadores, mayor es la posibilidad de que su trabajo sea precario.

Según un reporte de Página Siete, en Bolivia  casi el 80% de las fuentes laborales se encuentra en el sector informal, expuesto a condiciones de precariedad en cuanto a calidad de empleo y respeto de derechos laborales.

“El empleo es cada vez más precario y menos productivo en Bolivia”, sostiene Bruno Rojas, del CEDLA, “pese a que en los últimos años se han aprobado normas laborales para la protección de los trabajadores, que, sin embargo, se cumplen de manera parcial”. Mientras que otro experto sostiene que “éste y los gobiernos anteriores consideran que el empleo va a mejorar con decretos y leyes, y sólo mejorará con más productividad”.

En efecto, si bien en el resto del mundo se buscan las formas para  gestionar los problemas asociados a la precariedad laboral desarrollando buenos indicadores de calidad e instrumentos probados para medir este fenómeno; en Bolivia se necesita hablar y discutir sobre empleo de calidad, y su generación y el conocimiento y respeto de los derechos laborales desde una perspectiva estructural, lo que tiene que ver con mercado, productividad y clima adecuado para las iniciativas, entre otros aspectos.

Esto supone acceder y brindar condiciones normativas, pero también una cultura empresarial que valore al recurso humano como el eje central del trabajo.

En Bolivia se necesita discutir sobre empleo de calidad y su generación; y el conocimiento y respeto de los derechos laborales de los trabajadores.

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