Página Siete • Detectan casos en los que no acceden a beneficios sociales • 11/07/2016
Esta situación del empleo juvenil se refleja en una investigación del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario.
Como consecuencia de empleos temporales y con contratos sólo verbales, en algunos casos, los jóvenes que acceden a ciertos trabajos en La Paz no cuentan con beneficios sociales ni con seguro de salud, según un estudio del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA).
«La segregación laboral de los jóvenes en puestos de trabajo temporales o al margen de una relación estable de trabajo es un hecho incontrastable. A diferencia de los adultos, el 60% está sujeto a esta modalidad contractual utilizada para eludir el pago de beneficios sociales; dos de cada tres adolescentes asalariados, junto a más de la mitad de los jóvenes de 20 a 24 años, trabajan en estas condiciones”, dice parte del estudio Jóvenes y trabajo en el municipio de La Paz. Brechas y desafíos, publicado en diciembre del año pasado por el CEDLA.
Por este tipo de situación, una de las conclusiones de dicho documento es que en empleos precarios los jóvenes padecen inestabilidad laboral, salarios bajos y sin cobertura de derechos de seguridad social.
En esto coinciden los investigadores Rodrigo Aguilar, director de la fundación «Ser familia”, y Bruno Rojas, de la Unidad de Empleo y Derechos Laborales del CEDLA.
«Cuesta todavía lograr que los jóvenes tengan acceso a un seguro de salud pero se van generando condiciones para esto”, explica Aguilar sobre un proyecto que lleva adelante con su fundación.
Ese programa de inserción laboral juvenil se desarrolló en los últimos años. Entre los resultados están que el porcentaje de jóvenes que entraron a un puesto de trabajo, ganando menos de un salario mínimo nacional, en seis meses logró reducirse del 93% a un 32%; el 60% logró en ese periodo ganar uno o dos salarios mínimos nacionales.
«El mercado laboral los ahuyenta”
Datos del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) dan cuenta que en las ciudades de La
Paz y El Alto cada vez más hay más jóvenes que se retiran de sus puestos de trabajo por las malas condiciones laborales que les ofrecen sus empleadores.
«Nos llamó mucho la atención el hecho de que tanto en La Paz como en El Alto disminuyó la tasa de la participación de los jóvenes en el mercado laboral. ¿Qué quiere decir eso? Que los jóvenes han salido o están saliendo del mercado laboral y se refugian en los estudios”, comenta el investigador del CEDLA Bruno Rojas.
Este profesional explica que este fenómeno repercute en la formación del sector de jóvenes denominado «ni-ni”, ya que quienes pertenecen a esta categoría ni estudian ni trabajan. Afirma que las cifras correspondientes a estas dos ciudades bordean el 10% de la población juvenil con estas características; y que ello se traduce en aproximadamente 18.000 jóvenes en La Paz.
Según el informe El nuevo rostro de Bolivia, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, en áreas metropolitanas del eje troncal de Bolivia, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, existen 180 mil jóvenes, de entre 18 a 24 años, ni-ni. De éstos, 80.000 se concentran en Santa Cruz.
¿Por qué salen del mercado laboral? «El mercado laboral en lugar de atraer al joven lo está ahuyentando”, afirma Rojas del CEDLA.
Asimismo, sostiene que los empleos precarios, temporales, de sueldos bajos, que no ofrecen capacitación a sus trabajadores, dejan de ser atractivos para este sector de la sociedad.
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