Página Siete • Canastón navideño • 20/12/2016

ATANDO CABOS / Rodolfo Eróstegui.
Llegamos a fin de año, por ello quise intentar un pequeño balance de lo que ocurrió el 2016 en materia de relaciones laborales. Seguramente muchos aspectos no los abordaremos, eso se debe fundamentalmente a que se nos escapó de la memoria corta.

Empleo y salarios: Se pudo establecer que varias empresas se cerraron. El caso emblemático es lo acontecido con Enatex, pero lo que tenemos que resaltar es la tendencia del empleo. Entre los años 2011 y 2015 cerraron 13.241 empresas en todo el país. En el primer cuatrimestre del 2016 la concesionaria del registro de empresas Fundaempresa nos señala que 1.654 dejaron de trabajar. Digamos que si cada empresa cerrada empleaba a nueve personas, entonces 14.886 trabajadores perdieron su empleo. En otras palabras, 124 personas al día quedaron desempleadas.

Algunos analistas del mercado de trabajo, como Bruno Rojas, del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), señalan que además de lo anterior “los bolivianos vivimos en un periodo de pérdida de calidad de empleo, inestabilidad laboral, contratos a plazo fijo, consultorías, lo que se refleja en sueldos bajos, en la falta de seguridad social, falta de aportes de pensiones y jornadas de trabajo que exceden las 48 horas semanales”. En otras palabras, nos señalan que este año aumentó la precariedad laboral. Según esta institución, 65 de cada 100 trabajadores ganaban menos de Bs 1.800. Sólo el 35% ganaba más de Bs 1.800, sólo el 0.1% de la población ocupada ganaba Bs 4.100, es decir que el 99% de la población ganaba menos de dicho monto.

Protección del trabajador: Entre los años 2006 y 2015 se aprobaron 100 normas entre leyes y decretos, por lo menos así lo registra el libro del Ministerio de Trabajo (Normativa Laboral 2006 – 2015), todas con la finalidad de proteger a los trabajadores. En 2016 se aprobaron algunas nuevas normas. Esta proliferación de normativa ha provocado un poco de recelo entre los empleadores, desincentivándolos a realizar nuevas inversiones y a la contratación de más trabajadores. Por lo tanto, los desempleados tardan más en encontrar un puesto de trabajo y cuando lo hacen es en el sector informal.

Por otro lado, la actitud del Ministerio de Trabajo, a finales del 2015, en el conflicto de Pollos Copacabana, creó mucha desconfianza entre los empleadores el año 2016. Los grandes empleadores prefieren mantenerse alejados de dicho Ministerio.

Segundo Aguinaldo: Este año podría ser recordado como el año en el cual los trabajadores perdieron su segundo aguinaldo, al cual se habían acostumbrado en los últimos años. Quizá ésta sea la manzana de la discordia entre la Central Obrera Boliviana (COB) y el Gobierno.

Relaciones COB – Gobierno: El último mes de este año se observó un deterioro en la relación del Gobierno con la COB debido a que muchos sectores que participan en los ampliados de la COB optaron por no concurrir al Congreso del Movimiento Al Socialismo (MAS). Esta situación se dio porque al interior de la organización sindical se avivó el debate sobre la independencia política de la COB. Sin embargo, muchos sectores afiliados a la COB participaron militantemente en el cónclave masista.

Considero que los anteriores puntos resumen en parte lo acontecido el año que termina. Esperemos que las cosas negativas se superen y las positivas se mantengan. Que el próximo año se generen fuentes de empleo con salarios acordes a la productividad.

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