Los Tiempos • Dónde estaba y cómo está la economía boliviana

Es interesante observar entre los diferentes analistas económicos de hoy, una intención muy clara de desacreditar la administración económica del Gobierno Nacional, aún frente a criterios ya emitidos por organismos internacionales e inclusive agencias calificadoras de riesgo.

Como la visión en ellos todavía tiene el “chip” neoliberal, les resulta difícil entender el funcionamiento y, por tanto, los resultados del nuevo modelo económico aplicado desde enero de 2006. Así, argumentan que los logros macroeconómicos se debieron a la “suerte” del Gobierno e inclusive plantean que se “desaprovechó” la buena racha de los precios internacionales, pero si se mira el comportamiento de los mismos, las dudas saltan: el auge de los precios se inició el año 2004, entonces, ¿por qué no tuvieron suerte los gobiernos anteriores en un contexto de precios internacionales favorables? ¿Por qué no se observaron superávits fiscales en los años 2004 y 2005?

Los buenos resultados económicos del primer año de la actual gestión lo acreditaron al “piloto automático”, es decir que el Gobierno no hacía nada y por inercia se alcanzaban por primera vez luego de más de 66 años un superávit fiscal, incremento significativo de las reservas internacionales, etc. A  mediados de 2007, cuando aparecen indicios inflacionarios, los mismos analistas afirmaron que eran producto de las políticas económicas del Gobierno, en franco contrasentido con su primera afirmación del “piloto automático”. Abundaron las profecías sobre los niveles de inflación que el país experimentaría en el año 2008 y 2009, se hablaba en el mejor de los casos de 18%, del 25% y hasta del 30%, atribuyendo las mismas a una pésima gestión gubernamental sobre este tema. Pasaron los años y la inflación no alcanzó ni el 12% en 2008 y hoy la tasa a 12 meses no llega ni al 1,4%. La respuesta fue atribuir esta disminución fundamentalmente a la recesión que, según muchos analistas, el país experimentaba desde fines del año 2008 producto de la crisis financiera internacional. También en esto se volvieron a equivocar, la tasa de crecimiento de 2008 fue la más alta desde la década de los años setenta (6,15%) y este año el crecimiento a junio está en una tasa del 3,11%. Sistemáticos errores en sus predicciones que sólo pueden atribuirse a su falta de conocimiento del funcionamiento del nuevo modelo económico o de la realidad económica boliviana.

Para entender el rumbo que ha tomado la economía boliviana, es preciso mirar el retrovisor para comparar dos situaciones diferentes, los resultados que el modelo neoliberal nos heredó y los nuevos logrados bajo esta administración.

Como se puede ver en cualquier cuadro que grafique la evolución de la economía boliviana, el año 2005 el Producto Interno Bruto (PIB) alcanzó a la suma de $us. 9.525 millones, el año 2008 llegó a $us. 16.562 millones con una proyección de crecimiento en términos reales del 4% para este año. Es decir que en tres años, la economía boliviana casi duplicó su valor de producción.

A diciembre de 2007, las reservas internacionales llegaban a $us. 1.714 millones de dólares, a la fecha éstas superaron los $us. 8.400 millones, es decir un incremento de $us. 6.600 millones en estos tres años y medio, que tiene su asidero en el saldo positivo de la balanza comercial, la nacionalización de los hidrocarburos, la bolivianización de la economía y remesas de los bolivianos en el extranjero.

Si el valor de las exportaciones bolivianas disminuyó producto de una desaceleración de la demanda externa de productos y por la fluctuación de los precios internacionales, ¿por qué la economía aún crece? La respuesta es muy sencilla, el modelo de crecimiento económico cambió. El modelo neoliberal establecía un crecimiento en base a la demanda externa, proscribiendo la demanda interna. Como se observa en el cuadro, en el primer semestre de este año, el crecimiento de las exportaciones fue de -17,9%, explicado especialmente por la disminución en las ventas de hidrocarburos. En la lógica neoliberal, la economía debería estar en recesión. Sin embargo, el Gobierno desde 2006 ha desmontado el modelo neoliberal y ha reactivado el segundo motor de crecimiento económico que es la demanda interna, a través de incrementos salariales, aumento del salario mínimo, bonos redistributivos del ingreso como el Juancito Pinto, Renta Dignidad y Juana Azurduy, que generaron un importante crecimiento de la demanda interna.

Así, el 2005 el consumo de las familias crecía en 3,3% cuando el PIB sólo creció al 4,4%; el año 2008 la demanda interna creció en 5,5% principalmente por el incremento en el consumo de las familias de servicios básicos, lo que se traduce en una mejora en la calidad de vida. Analizando el primer trimestre de este año, el crecimiento a marzo era de 2,1% mientras que el crecimiento del consumo privado llegó al 3,1%, es decir mayor al del PIB. Es razonable pensar que el crecimiento económico de 3,11% a junio de este año, medido por indicadores líderes, tenga también un fuerte componente de crecimiento del consumo privado. Así, el crecimiento del mercado interno explica el crecimiento de la economía boliviana.

Además, si bien disminuyeron las exportaciones en valor, en el caso de minerales y varios productos no tradicionales, se evidencia un incremento en el volumen de exportación.

Si se evalúa la tasa de desempleo desde 2005 al año 2008, ya sea tomando el dato del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) como de la Unidad de Análisis de Políticas Económicas y Sociales (Udape), la tendencia es hacia una disminución de casi dos puntos porcentuales. Con las cifras del Cedla de una tasa de desempleo de 12,1% se bajó a 10,2% que tiene como correlato los empleos que se generaron a partir de los créditos del Banco de Desarrollo Productivo (BDP) que otorgó a micro y pequeños productores un monto de $us 150 millones generó 357 mil empleos entre directos e indirectos, otro factor que explica esta tasa, es la inversión pública que de un promedio de $us 500 millones anuales de inversión en el período neoliberal se pasó a inversiones por encima los mil millones de dólares.

El autor es Ministro de Economía y Finanzas Públicas

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