La Prensa • Las primeras madres que recibieron ayer el bono lo destinarán a leche y pañales

El enjambre de cámaras fotográficas asustó a Teófila Coaquira de Quispe, quien durante varios segundos intentó evadir los flashes porque en sus 60 años nunca había sido retratada por decenas de periodistas, como ayer cuando fue la primera en cobrar en la ciudad de La Paz el Bono Juana Azurduy. La abuela fue parte de las 1.012 mujeres con niños menores de dos años que en el municipio de La Paz carecen de seguro social y que serán las beneficiadas en las primeras jornadas (hasta el viernes) de la entrega del también llamado Bono Madre-Niño. El presidente Evo Morales fue el primero en dar ese beneficio en la ciudad de Santa Cruz, donde destacó que el bono tiene la finalidad de reducir la mortalidad materno-infantil. De pocos dientes, verdes de coca, Teófila cargaba en un brazo a José Manuel —su nieto de cinco meses— y en el otro, la bolsa de mercado donde llevaba las chompas para protegerse del frío de las 06.30, cuando salió de su domicilio en la zona, Alto Santiago de Lacaya, rumbo al Coliseo Cerrado. A esa hora partió de su casa para estar entre las primeras beneficiadas que ayer hicieron fila a la espera del pago del bono, que comenzó a las 13.30. Teófila fue la primera de 50 mujeres que recibieron 125 bolivianos cada una como primer monto en el acto protocolar realizado en La Paz, al que asistieron el ministro de Gobierno, Alfredo Rada; el viceministro de Justicia, Wilfredo Chávez; el prefecto de La Paz, Pablo Ramos, y el oficial mayor de Desarrollo Humano de la Alcaldía de La Paz, Rolando Mendoza, quien desde temprano comandaba la organización del acontecimiento para que las beneficiarias no sufrieran contratiempos. José Manuel se alimenta con avena y leche, cuenta Teófila. La madre del pequeño murió en enero: “Hago el esfuerzo de darle lo mejor que puedo, porque vivo sólo con mi esposo, que también está cansado (68 años) y no siempre consigue trabajo de albañil”. “Lo primero que voy a comprar es leche para la wawa, luego voy a comprar algo de comida para mi marido y para mí”, destaca la abuela, como las primeras madres que recibieron el beneficio. Los datos Según el Ministerio de Salud, en el país mueren 48 menores de un año por cada mil nacidos vivos, y 230 mujeres fallecen al año por causas ligadas al embarazo, entre los índices más altos de América Latina. El monto total del beneficio asciende a 1.820 bolivianos, que se cancelan en el transcurso de dos años y nueve meses. La madre recibirá 50 bolivianos por cada uno de cuatro controles prenatales, 120 si su parto es atendido en un centro público y 125 por cada control médico bimestral al pequeño hasta sus dos años. El Presidente hizo el lanzamiento oficial de este bono en el coliseo cruceño Real Santa Cruz, donde lanzó un llamado a las mamás para darle el mejor fin a ese dinero: la alimentación del infante, informó la agencia ANF. La misma fuente informó que 50.000 madres y 20.000 niños se beneficiaron en la primera jornada de entrega. Mientras, la agencia ABI dio a conocer que el bono cubrirá al 74 por ciento de las familias que no tienen seguro de corto plazo. En el paisaje de emoción provocado por el beneficio económico destacaban los rostros jóvenes de madres que no eran mayores de 23 años. Además, 14 de 23 consultadas por este medio en el Coliseo Cerrado, donde se procedió con la cancelación del bono en la ciudad de La Paz, expresaron que ellas mantienen y crían a sus hijos sin la ayuda del papá. Anunciaron también que ese dinero será utilizado en la compra de pañales y la alimentación del bebé, ya sea para la compra de leche en polvo o de papillas. Pero, pese al esfuerzo, hubo irregularidades. Jimena Quispe regresó a casa con las manos vacías, luego de haber hecho fila de 08.00 a 12.00, con el peso de sus ocho meses y medio de embarazo. No estaba en la lista debido a un error, aparentemente, del personal de la Subalcaldía de San Antonio, donde se registró el 16 de mayo. Una funcionaria de Salud que controlaba nombres y la identificación de las progenitoras le explicó que, tras darle el certificado que la habilitó para recibir el primer pago, debían haberle entregado un ticket, que no recibió. Salario del 77% de las mujeres no les alcanza para comer En el país, 77 por ciento de las mujeres percibe un salario inferior a 1.288 bolivianos mensuales, lo que significa que al menos siete de cada diez trabajadoras no alcanzan a cubrir los mínimos requerimientos para alimentar a sus hijos. El dato emana de un estudio realizado en 2008 por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) en cinco ciudades del país: La Paz, El Alto, Santa Cruz, Cochabamba y Potosí. La Canasta Normativa Alimenticia (CNA) determina las necesidades nutricionales de la población en relación con los precios vigentes. Con un tamaño medio de 4,3 miembros por hogar, en marzo de 2008 el costo de la CNA alcanzaba a 1.288 bolivianos y representaba el 39 por ciento del costo de una canasta mínima familiar completa, que implica los gastos en salud, educación, servicios, vivienda, vestimenta y alimentación, entre otras necesidades básicas, y la cual era de 3.300 bolivianos el año pasado. Pero el estudio precisa que dos terceras partes de los trabajadores bolivianos obtienen un ingreso inferior al costo de la CNA, ya que el 67 por ciento gana los 1.288 que se requieren para responder a dichas necesidades. De acuerdo con el CEDLA, entre las ciudades con porcentajes altos de mujeres cuyos salarios no logran cubrir la canasta alimenticia figuran El Alto y Cochabamba, mientras que entre las ciudades con porcentajes bajos se cuenta Santa Cruz de la Sierra. Una cruceña intentó vender a dos hijos en 120 dólares La Policía de Bolivia detuvo a una mujer que intentó vender a dos de sus hijos por unos 120 dólares y dejar como prenda a otro en un hostal a cuenta de una deuda, confirmó ayer a Efe la Fiscalía de la región de Santa Cruz (este). La fiscal cruceña Pura Cuéllar explicó que la madre de 34 años ofreció en venta a una niña de un mes de vida y a un niño de cuatro años, y quiso dejar en garantía de pago en un hostal otra menor de nueve años. Según Cuéllar, se trata de un “drama familiar” porque la mujer vive en la pobreza, es madre de ocho hijos de tres relaciones diferentes y la mayor de sus hijas, de 18 años, tiene a su vez dos niños. La madre fue detenida por la Policía el martes al ser denunciada por los huéspedes del hostal a quienes ofreció a sus hijos y ayer, Día de la Madre en Bolivia, pasó a jurisdicción de una juez. La Fiscalía ordenó buscar y proteger a todos los hijos menores de la mujer, quien en su defensa alegó vivir en una situación de extrema pobreza que le impide mantener a los niños. Las autoridades de Santa Cruz señalaron al diario El Deber que la mujer puede ser juzgada por el delito de trata de personas con fines de lucro y que ven este caso “agravantes” porque la mujer quiso solucionar sus problemas “de la forma más fácil” al vender a sus hijos. Datos importantes 50.000 madres y 20.000 niños estima el Gobierno que se beneficiaron ayer del bono. Anuncia que 250.000, aproximadamente, recibirán el beneficio este año. 1.012 mujeres recibieron el pago en el municipio paceño, según Desarrollo Humano. 25 millones de dólares tiene presupuestados el Estado para esa cancelación. Las madres recibieron ayer a 125 bolivianos como primera cuota del Bono Juana Azurduy. Las dificultades y las maravillas de ser mamá Edith, tía de dos adolescentes Cuando habla de sus sobrinas, es indudable que las siente sus hijas: “Lo difícil es no poder entender, en especial cuando entran a la adolescencia”. Y la sonrisa aflora cuando expresa lo bello de ser madre: “Es ver que tu enseñanza tiene frutos, cuando responden como soñaste”. Y culmina: “Aunque el solo hecho de tenerlas es maravilloso”. Alejandra, 19 años “Lo más triste es no entenderlos cuando lloran, mi corazón se estruja porque no sé qué quiere mi wawa”. Y lo más bello para ella es la primera experiencia: “Cuando te dice mamá por primera vez, cuando camina por primera vez”. Luego de pensar, añade: “Aunque también el momento del nacimiento es un momento que no se repite jamás”. Delia, 21 años “Lo más doloroso que te puede pasar es perder a un hijo”, lanza su historia, ya que, pese a su edad y a que ya tiene un pequeño, Delia vio morir a su primer niño. Cuando habla de lo positivo de su maternidad, expresa: “Mi alegría es verlo sano, es ver que no le falte nada, aunque también me hace feliz cuando sonríe sin motivo”. Ruth, 41 años Tiene dos hijas adolescentes y expresa que esa etapa ya representa una dificultad: “Me siento impotente a veces de no poder comprender bien qué piensan ellas, quisiera comprender los cambios de humor, de personalidad que tienen”. Y afirma que lo bueno es dar vida: “El hecho de haberlas dado a luz ya es suficiente para ser feliz”. Eva, 24 años Ella estaba con su primogénito, que jugueteaba a su alrededor, y un recién nacido en brazos. Y cuenta: “Lo peor es cuando no alcanza la plata para su comida o para darles algo que necesitan”. Pero contrapone: “Lo bueno es cuando sabes que está siendo educado, que hace sus tareas y es un chico cumplido”. Anabel, 19 años “Espero que a mi hija no le falte nada, porque ésa es mi mayor preocupación: conseguir lo que sea para que esté bien”, cuenta. Tras recibir el bono, añadió que su pequeña es como una luz: “Es muy pequeña, así que no sé aún lo duro, pero sí sé que me alegra la vida cuando la veo sonreír, cuando gatea, además intenta balbucear y me encanta”. Mayor información aquí

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