Jornada • Sin auxilio ni esperanza

A más de tres meses de la emergencia sanitaria, el país está en mayor riesgo y sin contar con los medios necesarios para afrontar la pandemia, mientras la politiquería, y la falta de autoridad dejan a la población expuesta a contagios y privaciones, sin que existan planes que alienten alguna esperanza.

Por: Jornada

Los sistemas de salud del país ya han colapsado en algunos departamentos y están en crítica situación en otros, cuando el país ha ingresado a la fase más complicada de la pandemia con más de 20 mil contagios comprobados -que no son la totalidad- recogiendo cadáveres en las calles, laboratorios que no pueden atender toda la demanda de pruebas, y sin que se conozca de un programa sanitario de auxilio que brinde certidumbre a la población, contrariamente, se observa una serie de contradicciones, ausencia de coordinación entre el gobierno central y las autonomías departamentales y municipales, y falta de autoridad para hacer respetar las determinaciones asumidas, entre otras debilidades.

Se anuncia la adopción de medidas rígidas y casi de inmediato se retrocede, pese a la elocuencia de la información disponible. Esta semana, el Ministerio de Salud reportó entre 600 y 900 casos por día, además que se registraron al menos 10 fallecidos en las calles de diferentes ciudades. A ello se suman las advertencias de los médicos, que, al no contar con los medios, iniciaron paros escalonados por horas, y amenazan con otras medidas debido al incumplimiento en las promesas de equipamiento y atención a diferentes requerimientos. El Gobierno central se comprometió a dotar con 500 respiradores a los hospitales, y al parecer solamente se logró 100. Tampoco existen los kits para pruebas que se había anunciado. No alcanzan los equipos de bioseguridad.

Se determinó también que La Paz sería «encapsulada», término que ha sido acuñado para dar significado a la acción de aislar, restringir actividades y proteger a la población de un mayor contagio. Se trata de la aplicación de una serie de medidas que vayan a inducir y persuadir a la población de «quedarse en casa», no salir a las calles, ya que se prohíbe la circulación de personas, vehículos de transporte público y privado, cierre de comercios y de otras labores, quedando solamente las actividades de seguridad y emergencia.

Por lo menos ese fue el criterio cuando se anunció la medida, pero luego se fueron añadiendo «salvedades» que demuestran la escasa coordinación de las autoridades. El ministro de Obras Públicas, Iván Arias, anunció que «el departamento de La Paz, el sábado, domingo y lunes se va a encapsular totalmente…». Aclaró que se autorizará sólo el movimiento de vehículos de abastecimiento y los que ya tienen permiso para circular en la cuarentena, y esta medida se empalmará con el martes 23 de junio, fecha en la probablemente se vuelva a la cuarentena estricta. Arias indicó que recién este viernes se tomará una decisión mediante la comisión que se formó a la cabeza del Sedes, para analizar el tema. Pero sorpresivamente, ayer se anunció el reinicio del servicio de transporte interdepartamental entre La Paz y Oruro. Se dijo que todos los motorizados deben cumplir con los protocolos de bioseguridad. Recordemos que los viajes fueron suspendidos por la pandemia, autorizándose únicamente viajes de solidaridad.

Hoy se harán nuevos anuncios sobre si se mantiene o no la idea de que desde el martes 23 se entrará a una etapa más estricta de control. Se había informado que se endurecería la cuarentena incluyendo restricciones a la salida de personas por número de cédula de identidad. Existe preocupación por la expansión del contagio y la desatención a los centros de salud. Esta situación motivó al gobierno a intervenir el Servicio Departamental de Salud (SEDES) de La Paz, hecho que mantiene una relación entrabada con la Gobernación.

El Sindicato de Ramas Médicas de Salud Pública (Sirmes) de La Paz está en emergencia, ha realizado paros de protesta por horas. Exigen a las autoridades la dotación de insumos de bioseguridad y manifiestan su rechazo a las agresiones a los médicos en diferentes municipios, como en Caranavi, Patacamaya y La Asunta. El secretario ejecutivo del Sirmes de La Paz, Dr. Fernando Romero, protestó contra el Gobierno porque, según él, las acciones que realiza tienen fines políticos y no procura la salud de la población. En conferencia virtual auspiciada por CEDLA, dirigentes de los médicos hicieron conocer que este sector trabaja sin los equipos imprescindibles, sin protección y sin derechos. A más de tres meses de la emergencia sanitaria, el país está en mayor riesgo y sin contar con los medios necesarios para afrontar la pandemia, mientras la politiquería, y la falta de autoridad dejan a la población expuesta a contagios y privaciones, sin que existan planes que alienten alguna esperanza.

Fuente: https://jornada.com.bo/sin-auxilio-ni-esperanza/