Jornada • CEDLA: El 20% más rico recibe más salario e ingresos que el 20% pobre
El 20% más rico recibe salarios e ingresos 14 veces más que el 20% pobre, según revela una investigación realizada el 2008 por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) en los principales centros urbanos de Bolivia. Esta cifra es más alta en Santa Cruz (30 veces) y La Paz (18), se reduce en Cochabamba y Potosí (12) y es baja en El Alto (4 veces), por la concentración de sus ocupados en los puestos de trabajo menos calificados. El quintil (20%) más rico de la población trabajadora masculina gana hasta 30 veces más que el quintil más pobre. Este segmento se apropia del 58,5% de la masa total de ingresos laborales, frente al 3,8% que retienen los del otro extremo. Si bien no tan pronunciada, esta asimetría también se presenta entre las mujeres, donde la relación desigual es de seis veces entre quienes ganan más y menos (47,1% y 7,7%, respectivamente. Sobre este escenario de desigualdad estructural, se suma la diferencia de género: el estudio muestra que los hombres, que representan el 56,5% de la población ocupada, reciben el 67,8% de la masa global de ingresos del trabajo, en tanto que las mujeres, el restante 43,5% de los ocupados, solamente se apropian del 32,2% de los ingresos; es decir, la masa de ingresos que queda en manos de las mujeres ni siquiera llega a la mitad (47,3%) de la que retienen los hombres. Así, Bolivia aparece como uno de los países con los mayores niveles de desigualdad del ingreso de la región, resultado de una distribución funcional del ingreso que favorece cada vez más al capital y de la creciente diferenciación salarial entre los trabajadores calificados y no calificados. La calificación sí marca la diferencia pero las desigualdades se extienden más allá. Por ejemplo, tomando como indicador a la mediana del ingreso horario, se tendrá que el nivel del ingreso por hora trabajada (Y/H) para el 2008 en las principales ciudades del país marca una profunda brecha de ingresos entre los trabajadores calificados y los no calificados. Así, quienes ocupan puestos de trabajo que demandan menores calificaciones para su desempeño (trabajadores de los servicios y operarios no calificados), tienen una mediana de Y/H de Bs 3,4; cuatro veces por debajo del que obtienen los más calificados (directivos y gerentes), que alcanzan una mediana de Bs12,5. Los trabajadores semicalificados (empleados y funcionarios administrativos) están más emparentados con los no calificados, en una posición que podría denominarse intermedia con un ancla hacia abajo (Bs6,1), mientras se mantienen las brechas en contra de las mujeres. Según actividad económica, tanto en el total así como entre los hombres y las mujeres, los ingresos más bajos se encuentran en la industria manufacturera, donde la mitad de los ocupados obtiene por debajo de Bs3,9 por hora, situación que se repite en todas las ciudades. A poca distancia se encuentra el comercio, donde la mediana llega solamente a Bs4,2 la hora, presentándose un caso extremo en El Alto: Bs2,6. El persistente aumento en el número de trabajadores independientes que ingresan a esta actividad para trabajar con muy poco capital, evitando caer en el desempleo, explica en gran medida esta situación. A su vez, la construcción y el transporte son sectores conformados por la fuerza laboral menos calificada, generalmente remunerada a destajo y sin ningún beneficio adicional al salario, lo que redunda en los bajos ingresos que obtienen por su trabajo, con una mediana igual a Bs 4,6. En contraste, en todas las ciudades los trabajadores de los servicios (administración pública, servicios sociales y comunales) y otras ramas –sector financiero y servicios prestados a las empresas, principalmente– obtienen las mejores remuneraciones por hora (Bs 7,4). Para mayor información haga clic aquí
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