Opinión•Desarrollo local y pobreza (en estos días se comenta los resultados del estudio del CEDLA sobre la pobreza)
JOSÉ CASTELLÓN ONOFRE
| Agrónomo | 14 agos 2019 | Ed. Imp.
En estos días se comenta los resultados del estudio del CEDLA sobre la pobreza en Bolivia. El resultado concreto indica que en el departamento de Cochabamba el 66 por ciento es pobre multidimensional y en el área urbana de Cochabamba más del 55 por ciento sería pobre. Es interesante cuestionarnos de qué manera se expresa esa pobreza, siendo que el entorno urbano otorga las mayores posibilidades de empleo y ocupación, pero que también existen periferias urbanas en el sud de la ciudad que reciben a los migrantes. Hablando de las variables de multidimensionalidad para caracterizar el nivel de pobreza, precisamente se hace énfasis en la educación, la salud y la calidad de vida como los aspectos fundamentales en la comparación. Si bien es cierto que la gente que vive en las periferias accede de una u otra forma a una fuente laboral o inicia una actividad económica informal, las variables de educación y salud precisamente son las más afectadas porque para comenzar tienen que comprar agua en cisternas, segundo, tienen que pagar por su salud por las inadecuadas condiciones de vida y, tercero, tiene que lidiar con la necesidad de capacitarse para cubrir los requerimientos laborales de su actividad. ¿Cómo se mejora entonces la expectativa de ser menos pobre si las condiciones mínimas de una calidad de vida aceptable no están dadas en las periferias urbanas? Esta respuesta es una responsabilidad compartida entre las autoridades municipales y las departamentales,.
Es necesario reconocer que el centro urbano más importante denominado ahora metrópoli Kanata concentra más del 60 por ciento de la población del departamento. Entonces, necesitamos convencernos de una vez que la actividad comercial y de servicios dominan nuestra expectativa económica y lo productivo está en riesgo de colapso, por tanto, debemos buscar una salida alternativa al desorden urbano como respuesta para disminuir la pobreza y mejorar la situación de la población flotante de las periferias que cada día crece vertiginosamente y en el corto plazo podría ocasionar una catástrofe urbana por la ausencia de servicios básicos. Es menester una reorganización del centro urbano consolidando los centros más favorecidos con los servicios, pero evitando la expansión urbana y desordenada que actualmente se viene imponiendo. El respeto a las áreas de aptitud forestal, a las áreas protegidas municipales o departamentales es una misión imposible pero urgente ¿o será que la urbanización no tiene un precio?