ElDiario/FMBolivia•Crece cantidad de jóvenes que ni trabajan ni estudian; (Cedla) señala que uno de cada 10 jóvenes de la ciudad de El Alto es “ni-ni”
En Brasil, 11 millones de jóvenes, casi un cuarto de la población entre 15 y 29 años, no estudian ni trabajan. En un país cuya fuerza laboral está envejeciendo y comenzará a disminuir en 2035, un diálogo como ese suena preocupante.
Crece cantidad de jóvenes que ni trabajan ni estudian
Para arrojar luz sobre los jóvenes que no estudian ni trabajan, el Banco Mundial llevó a cabo un estudio en donde se realizaron 77 entrevistas cualitativas (como la de arriba) con jóvenes de 18 a 25 años del estado nordestino de Pernambuco, habitantes tanto de zonas urbanas como rurales.
De estos antecedentes se crea el calificativo de la generación “ninis”, un informe del Banco Mundial establece que en unos 20 millones de latinoamericanos entre 15 y 24 años de edad, actualmente no estudian ni trabajan, y que se les conoce los «nini», según un informe del organismo difundido hace dos años no varía en la actualidad.
Según el estudio, la proporción de personas mayores, en relación con la población en edad de trabajar llegará pronto a un mínimo histórico para América Latina y el Caribe, pero la región podría desaprovechar el potencial económico de esa tendencia demográfica. «Es un tema urgente porque podríamos perder la ventana de oportunidades de esa tendencia demográfica», dijo el economista sénior de la Unidad de Educación para América Latina y el Caribe del Banco Mundial Rafael E. De Hoyos. «, en un informe realizado en medios internacionales.
El organismo multilateral señaló que este grupo de los «ninis» pueden tener consecuencias negativas duraderas sobre la productividad al bajar sueldos y oportunidades laborales, perjudicando así al crecimiento económico en general. La investigación determinó además que la prevalencia de estas personas se agravó con la presencia del crimen organizado en países como Colombia, México y América Central. De Hoyos señaló que los gobiernos pueden atender este problema pese a que la región proyecta un crecimiento económico nulo porque «no se requieren grandes incrementos presupuestales para adoptar políticas correctivas».
El Banco Mundial exhortó a los gobiernos del continente a evitar el abandono escolar de los jóvenes «ninis» y al mismo tiempo insertar al mercado laboral a quienes que ya no estudian, para reducir el tamaño de este grupo, el cual aumentó incluso durante el vigoroso crecimiento económico que experimentó el continente durante la década pasada. El reporte, elaborado por De Hoyos, Halsey Rogers y Miguel Székely, señaló que casi el 60 % de estos jóvenes proviene de familias ubicadas en el 40% inferior de la distribución de ingreso. También precisó que las mujeres conforman dos tercios del grupo, y que al menos 70 % de ellos y ellas viven en ciudades y tienen bajo nivel educativo. La proporción oscila entre 11 % en Perú a más del 25% en Honduras y El Salvador. En términos absolutos, la mayor cantidad reside en Brasil, Colombia y México.
EL ALTO
Un análisis realizado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) señala que uno de cada 10 jóvenes de la ciudad de El Alto es “ni-ni”, es decir que no estudia ni trabaja, aspecto que, de acuerdo con el informe internacional, dicha población está en crecimiento, ocasionando futuros riesgos a la productividad.
Según este análisis, realizado por las investigadoras Silvia Escobar y Giovanna Hurtado del Cedla, son 20.820 personas en El Alto que son “ni-ni’s”, como es calificado desde el Banco Mundial.
Entre las características de este grupo es que la mayoría tienen entre 20 y 24 años, cuando más necesitan lograr su independencia económica porque están próximos a constituir sus propios hogares.
Son generalmente jóvenes de clases medias que en algunos casos continúan viviendo con sus padres, mientras que los más pobres no pueden darse el lujo de permanecer inactivos cuando ya no estudian.
Entre este nuevo grupo generalmente suelen ser más mujeres que no han podido encontrar trabajo y dejan de buscarlo, refugiándose en las tareas del hogar, como única opción a falta de condiciones para estudiar o trabajar.
En cuanto a la educación, varían, desde un nivel educativo mayor a secundaria o superior a esta quienes se encuentran sin ejercer su profesión técnica o universitaria.
Según el informe, en El Alto antes de contratar a personas con estudios post-colegiales “se prefiere contratar a los que alcanzaron el bachillerato, para la realización de tareas que solo exigen conocimientos y habilidades básicas”.
“De hecho, la tasa de ocupación de los jóvenes con educación superior (completa o incompleta) siempre es menor a la que presentan los bachilleres, de manera que el desempleo juvenil es más alto entre aquellos que cuentan con mejores credenciales educativas”, indica.
El Cedla advirtió que esta situación muchas veces es vista como un desincentivo para su permanencia en el sistema educativo.
“Los jóvenes de 20 a 24 años alcanzan una media de 12,7 años de estudio, apenas por encima del equivalente al bachillerato”, agrega.
https://www.eldiario.net/movil/index.php?n=51&a=2019&m=08&d=07
https://www.eldiario.net/movil/index.php?n=51&a=2019&m=08&d=07