El Diario • Más de medio millón de habitantes en edad de trabajar no tiene empleo fijo

• La pérdida de mercados y el regreso de migrantes puede agravar la situación de los desempleados, y aumentar el número. Alrededor del 9 por ciento de los bolivianos no tiene empleo, que alcanza aproximadamente a 800 mil habitantes, y no puede ser absorbido por la economía formal ni la informal, según informes de las Cámaras de Industria y Comercio, el Cedla e instituciones que estudian el comportamiento del trabajo. La tasa de inflación del desempleo que se promedia entre 9 y 10 por ciento con un crecimiento preocupante ante el regreso de emigrantes, el cierre de minas, la crecida de la informalidad, obliga a que el gobierno cambie de políticas económicas, pero que todavía se desconocen. Además, el Ejecutivo apunta a la inversión pública y a los programas que tiene para generar empleo temporal, pero aún no tiene planes para generar fuentes de trabajo estables. Gabriel Dabdoub, presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, exige al Gobierno preocuparse de enfocar la apertura de espacios para los productos nacionales. “Hemos perdido el mercado hacia los Estados Unidos, no perderemos el mercado hacia la Unión Europea y se debe seguir trabajando para que suban las exportaciones para el sector público y privado”, se pregunta. La primera autoridad del sector empresarial de Bolivia expresó que el Gobierno debe poner todo su empeño en conseguir mercados grandes y verdaderos, como el venezolano y brasileño, sin olvidarse de los europeos, los que se traducirán en empleos. EL DRAMA Según informe del Centro de Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) y la Confederación de Empresarios Privados, alrededor de 9% es la población que conforman los desempleados en Bolivia. El Cedla revela todo un drama sobre el tema, en la medida que ese enorme número de personas no tiene la forma de llevar el pan de cada día a sus hogares. Asimismo, Daniel Sánchez, presidente de la Cámara Nacional de Industrias, expresó su preocupación por la baja de ventas de los exportadores, pérdida de mercados (ATPDEA), acompañado por el bajo consumo en países importadores por el problema de la crisis mundial. La recaudación de impuestos erogados por la venta de recursos naturales y la exportación de los no tradicionales reciben una gran baja en sus ingresos, que afecta directamente al Producto Interno Bruto (PIB). La producción de soya, de la que un 30 por ciento era exportada y vendida como producto agregado destinado al mercado externo, recibirá bajas ya que se preferirá vender como torta de soya y se pierde fuentes de trabajo y un aparato productivo grande de desarrollo de la región y el país, elemento importante en la composición del PIB. APORTE EMPRESARIAL Para Dabdoub, el empresario del sector privado responde ahora a una convocatoria, para asistir y reclamar el respeto a la ley en el marco de otorgar garantías constitucionales. “El momento que haya un acercamiento del sector público, del sector privado, del sector laboral en términos económicos deberá culminar en un gran pacto de todos los actores por la producción y el desarrollo”. Dabdoub reiteró que lo que el empresariado boliviano quiere es aportar a lo positivo. “Queremos aportar para amortiguar la crisis en el país, en otros países el sector público da un apoyo a la economía, contrariamente vemos que se baja el tipo de cambio, vemos las remesas, se ve cómo baja el ingreso de la exportación por el gas, que lo único que ocasionará es mayor cierre de empresas, mayor desempleo y no estamos haciendo nada”, finalizó. Para mayor información haga clic aquí

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