El Día • Bolivia con nivel más alto de empleo informal juvenil • 15/02/2014

Según estudios de la OIT sobre latinoamérica

Bolivia con nivel más alto de empleo informal juvenil
Datos. De las diez personas jóvenes económicamente activas, solo el 12,6% tiene un trabajo formal. Es un problema que persiste.
Sábado,  15  de Febrero, 2014
Ref. Fotografia: Búsqueda. Cientos de jóvenes inician su actividad en pequeñas empresas de baja productividad.

Diversos estudios advierten que en Bolivia entre el 60 y 70% de la población tiene un empleo informal, pero la situación es más dramática en el segmento juvenil, donde el porcentaje se eleva hasta 87,4%, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Según los analistas, dichas cifras revelan una realidad y un problema latente  que contrasta con el buen momento económico que vive el país, catalogada por algunos analistas como ‘bonanza’.

“Sabemos que hay preocupación por la situación del empleo de los jóvenes. Es urgente pasar de la preocupación a la acción”, dijo la Directora Regional de la OIT para América Latina y el Caribe, Elizabeth Tinoco, al presentar los resultados de un estudio que revela que en los últimos años hubo pocos cambios. “Es evidente que el crecimiento no basta”, agregó.

En el análisis del empleo. La OIT destaca a Bolivia con el mayor porcentaje en la región de jóvenes con empleo informal con el 87,4% con datos de 2009 o Perú con 84,7% con datos de 2011.

“Eso significa que el 70% de nuestra juventud no tiene un trabajo digno, vive de una actividad en la incertidumbre. Se refiere a un empleo precario, que no cuenta con seguro de salud, sin las condiciones adecuadas. Por eso muchos se dedican al comercio, a la actividad cocalera, al contrabando y la búsqueda del dinero fácil”, señaló, Ivan Arias, analista social.

Una realidad latinoamericana. El nuevo estudio de la OIT llama a aplicar políticas innovadoras y eficientes para resolver una situación que genera desaliento y frustración a 108 millones de jóvenes latinoamericanos. Estos enfrentan problemas crónicos cuando buscan un trabajo para iniciar su vida laboral.

En Honduras se registra el más alto porcentaje de jóvenes que no estudian ni trabajan (27,5%) seguido de Guatemala (25,1%), El Salvador (24,2%) y Colombia (23,4%). En menor porcentaje se encuentra  Bolivia, con un 12,7%.

Bruno Rojas del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario(CEDLA) señaló que evidentemente el país ha mostrado indicadores de crecimiento importantes a nivel macroeconómico desde el 2006 hasta el 2013, debido a los ingresos de las exportaciones de gas y en menor medida de la minería. Al haberse concentrado en esos dos sectores económicos, el Estado ha descuidado todo un conjunto de actividades económicas como la industria o la construcción.

“Estos al quedar librados a sus propias dinámicas, lejos de las políticas gubernamentales orientados a generar empleo, ha producido a su manera una especie de eventualización del empleo, restringiendo a los trabajadores de los derechos laborales, con salarios bajos, total inestabilidad y sin acceso a la seguridad social y la jubilación”, analiza Rojas.

Otros aspectos. El estudio de la OIT revela que de 108 millones de jóvenes latinoamericanos, poco más de la mitad, 56,1 millones están ocupados o buscan empleo, y un 13,9% busca y no lo consigue, es decir, 7,8 millones. “La tasa triplica el desempleo adulto: tres jóvenes por cada adulto no tiene empleo”, precisó.

La Directora de la OIT agregó que “no es casual que los jóvenes sean abanderados de las protestas callejeras cuando sus vidas están marcadas por el desaliento y la frustración”, finalizó.

Punto de vista

Armando Méndez
Analista Económico

“El Estado debe crear incentivos para crear empleos”

‘El desempleo es un problema no solo nacional y sobre todo afecta a los jóvenes. En los países grandes el problema tiene que ver con el mundo formal. Pero en los países de America Latina, en concreto Bolivia,  el desempleo en general se alivia por una economía predominada por una alta informalidad.

En toda la región somos una economía ampliamente informales. En ese contexto los empleos juveniles son aprovechados por las empresas por su mano de obra barata.

Lo que tiene que hacer el Estado para hacer frente a este problema es crear incentivos para las pequeñas y microempresas, rebajando las tasas de impuesto y brindando condiciones más óptimas para crear más empresas.  Eso es posible hacerlo dado que gozamos de un superávit fiscal’.

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