El Deber • Un estudio revela que hay más trabajo por el mismo sueldo • 01/05/2017

El documento del Cedla dice que la desaceleración económica impacta en las unidades productivas que generan fuentes de trabajo. Ahora se busca a personal que pueda hacer múltiples tareas

El empleo informal en Bolivia supera el 50%, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El desafío de los gobiernos es capacitar a sus ciudadanos para que accedan a trabajos de calidad.

Carla Paz Vargas

Desde 2016 Bolivia ha sufrido los efectos de la desaceleración económica. El impacto de la caída del precio internacional de los hidrocarburos ya se siente en las arcas fiscales del país y eso repercute tanto en la generación de empleo como en la calidad del mismo.
La contracción de las actividades económicas, la caída de las exportaciones y la disminución de ingresos son algunos de los efectos de la ralentización. El país dejó de recibir $us 1.512 millones por exportaciones en 2016.
Así, entre 2015 y 2016 cambió la relación contractuales entre trabajadores y empleadores, marcando un deterioro en las condiciones de trabajo en las compañías e instituciones, según las conclusiones de una encuesta en línea realizada por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla). La consulta se hizo de mayo a agosto de 2016 y participaron 128 personas de Santa Cruz, La Paz, Tarija, El Alto y Cochabamba.
El 62,8% de los encuestados considera que los trabajadores se han vuelto polivalentes; es decir, el personal debe responder a una asignación flexible de tareas en función de las necesidades de los empleadores. Tienen que ser versátiles para adaptarse a nuevas exigencias.

No solo porque menos trabajadores realizan el mismo volumen de tareas (56,4%) que antes hacían dos o más, sino porque hay más personal contratado de forma temporal, por producto o servicio (52,1%). Esta realidad es un fuerte golpe al empleo formal porque la empresa o institución deja de firmar contratos indefinidos con el trabajador, brindar seguro médico o aportar para la jubilación.

Los fabriles coinciden con los datos del Cedla. Sócimo Paniagua, secretario general de la Central Obrera Departamental, dijo que los trabajadores se han vuelto multifuncionales por el mismo salario y que las empresas están prescindiendo de los trabajadores antiguos porque les resultan caros. “En Bolivia, el salario mínimo es bajo con relación a otros países del continente, entonces no hay motivos para despedir o dar más trabajo por el mismo sueldo”, sostuvo.
La mayoría de los profesionales consultados por el Cedla encuentra que hay más personas que trabajan por encima de las ocho horas, que están sujetas a una mayor presión -más tareas- y, cerca de la mitad, cree que hoy se trabaja más horas por el mismo salario de antes.
El presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz, José Alberti, dijo que como resultado de la desaceleración se observa la reducción sostenida de la dinámica de crecimiento económico. “La producción; es decir, el PIB, está disminuyendo y sus efectos se ven en la disminución de la generación de empleos e ingresos de las familias”, precisó.
El escenario económico para 2017 muestra un desempeño modesto con un crecimiento económico en torno al 3,8%, este crecimiento sería empujado con el gasto público.
En este sentido, Alberti sugiere que el Gobierno suspenda las restricciones a las exportaciones y sobrerregulaciones a los sectores formales. “Esto asfixió al sector productivo formal en los últimos años”, señaló.
Afirmó que es imperativo que el Gobierno priorice la agenda económico-productiva, la misma que debe ser elaborada con el sector privado y la academia para delinear políticas públicas de reactivación económica.
Más multifuncionales
La experta en recursos humanos Aldana Fernández de Córdova considera que hoy las empresas e instituciones públicas requieren personas que estén dispuestas a no limitarse a lo que hacían antes sino que asuman otros oficios o responsabilidades de personas que ya no están para la consecución de los objetivos previstos.

En criterio de Denise Hurtado, presidenta de BPO Center y especialista en recursos humanos, se debe desarrollar un plan de compensaciones alineado a este nuevo contexto. “Se necesita mantener en movimiento a la gente y eso se logra estableciendo un plan de incentivos por ‘la milla extra’; es decir, el esfuerzo adicional a las funciones”, dijo.
Urgen reformas laborales
En lo estructural el país requiere de reformas inevitables en el ámbito tributario y laboral. “Bolivia tiene la productividad laboral más baja de la región, además de la carga tributaria y laboral entre las más altas y rígidas del mundo”, señala el economista José Alberti.

El jueves, el Gobierno central anunció el nuevo incremento salarial para la presente gestión y ‘salvó’ responsabilidades sobre un posible efecto en los empleos.
El cambio de ciclo económico genera más despidos en empresas e instituciones
Más del 56% de las personas consultadas en línea por el Centro de Estudios Laboral y Agrario (Cedla) reveló que el año pasado hubo despidos en las empresas e instituciones públicas en las que trabajan. El porcentaje de disminución de empleados está entre el 10 y más del 20%.
La rotación laboral aparece como un problema para el 40%, mucho más cuando se trabaja en el sector público, donde la figura contractual del consultor –incluso para tareas permanentes y regulares de la administración estatal– se ha incrementado notablemente, precisa el Cedla.
En enero de este año, el presidente del Estado, Evo Morales, sostuvo que el desempleo aumentó del 3,5% a 4,4%. La situación empeoró en esta gestión, según el secretario general de la Central Obrera Departamental, Sócimo Paniagua, quien revela que al primer trimestre hubo más despidos que en el mismo periodos de 2016, pero negó que se deba a los incrementos salariales o dobles aguinaldos.
Sin embargo, Aldana Fernández de Córdova, experta en recursos humanos del Centro de Orientación LUÁ, señala que debido a los incrementos salariales aprobados por el Gobierno, la coyuntura económica del país y las disposiciones laborales, las empresas tienen que ajustarse internamente para encarar la situación. “Muchas han optado por revisar procesos, cargas laborales, estacionalidad del negocio, terciarización de servicios y antigüedad de funcionarios”, afirmó.
Para el economista Carlos Hugo Barbery tratar de resolver las desigualdades laborales que tenga un país a través de la imposición de medidas de ajuste salarial que no vayan acompañadas de una mejora de la productividad es, en el largo plazo, un perjuicio para los trabajadores.

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